Sara Bravo, siempre en el recuerdo

Emotivo y sincero homenaje el que la localidad zamorana de Santa Cristina de la Polvorosa ha rendido a Sara Bravo, la médico más joven de España, que descendía de este municipio por su madre, y que perdía la vida por el coronavirus tras contagiarse durante su trabajo como sanitaria en el centro de salud de Mota del Cuervo (Cuenca).

El Ayuntamiento ha promovido este sencillo acto con el objetivo de recordar para siempre a esta profesional sanitaria que planto cara al bicho y murió por él para salvar la vida de los demás, pero también con la intención de que los vecinos de Santa Cristina de la Polvorosa pudieran despedirse de ella.

La localidad ha dedicado a Sara Bravo una zona de descanso del nuevo parque recreativo del municipio, donde se ha colocado un monolito conmemorativo con el dibujo de una paloma y un texto que ha puesto de relieve el “respeto, orgullo, devoción, amor y pasión” que Sara Bravo López sintió por su profesión.

”Tu pueblo siempre te tendrá presente”, se puede leer en el monolito de la nueva zona de descanso, en el que la dedicatoria del pueblo a la joven doctora fallecida concluye con el recuerdo de que “jamás desaparece lo que jamás se olvida”.

También se hacía entrega a Teresa López, la madre de Sara, de una placa de recuerdo. Numerosos amigos, familiares y profesores de la Universidad de Valladolid, donde Sara Bravo estudió la carrera de Medicina, se congregaban en este acto de homenaje que puso la piel de gallina a todos los presentes.

El alcalde de Santa Cristina de la Polvorosa, Salvador Domínguez, aseguraba que el acto se ha llevado a cabo hoy porque le parecía “un poco denigrante” haberlo hecho en su momento, cuando estaban vigentes las restricciones, por el hecho de ver pasar el coche fúnebre y tras él únicamente dos vehículos de los familiares más directos debido a las medidas establecidas para prevenir contagios del coronavirus.

El primer edil destacaba también que aunque el homenaje era para Sara Bravo, este se extiende al resto de sanitarios que estuvieron en primera línea contra el virus en los primeros meses de la pandemia cuando se conocía menos de la enfermedad y escaseaban los equipos de protección.