Castilla y León activa la Fase de Preemergencia en norte de León y Palencia

La Delegación del Gobierno en Castilla y León ha activado la Fase de Preemergencia en la Cordillera Cantábrica que afecta a las provincias de León y Palencia, como consecuencia del frente frío que desde primera hora de este sábado ha afectado a veintidós carreteras de la comunidad y retenido camiones.

La delegada del Gobierno, Virginia Barcones, ha recomendado “máxima precaución” y realizado un llamamiento a la ciudadanía “para que no se ponga en viaje si no es estrictamente necesario”, ya que “lo peor de este fenómeno va a llegar durante la tarde de este sábado”, ha advertido a través de un registro sonoro.

Desde la Subdelegación del Gobierno en Burgos, Barcones ha presidido una reunión de Comité Regional de Nevadas durante la cual ha sido decidida esta Fase de Preemergencia, posterior a la de alerta y previa a la de Emergencia.Este escalón previo se aplica cuando la intensidad de la nevada hace prever dificultades aparta la circulación o cuando la ya precipitada, el hielo u otro fenómeno dificulta la circulación, han precisado fuentes de la Delegación del Gobierno.

Barcones ha informado de la retención intermitente de camiones en Aguilar de Campoo (Palencia), a petición de la comunidad autónoma de Cantabria, y en Ávila, solicitada por la de Madrid, aunque a las 13 horas de este sábado 27 de noviembre ya se había dado paso de nuevo a los vehículos pesados y articulados, sometidos a restricciones.

Un total de veintidós carreteras, de diferente capacidad y titularidad, se han visto afectadas en lo que va de sábado dentro de las provincias de Ávila, Burgos, León, Palencia, Salamanca, Segovia y Soria.

La circulación ha quedado condicionada en tramos de las autovías A-66 (Ruta de la Plata), A-6 (Noroeste), A-67 (Cantabria-Meseta), A-231 (Camino de Santiago) y en las autopistas AP-6 (Noroeste) y AP-51 (Ávila-Villacastín).

Las carreteras nacionales más afectadas por la nieve son la N-627 en Merindad de Río Ubierna (Burgos); la N-621 en Riaño (León) y en el Puerto de San Glorio, prohibido para camiones y articulados; la N-630 en Villamanín (León); la N-625 en Oseja de Sajambre (León); y las autonómicas CL-627 en San Salvador de Cantamuda (Palencia); y la CL-601 en Valsaín (Segovia).Por su importancia en el tráfico entre Castilla y León y Cantabria, destacan las carreteras BU-570, BU-571 y BU-572, en estado intransitable para todo tipo de vehículos en los pasos montañosos de Portillo de la Sía, Estacas de Trueba y Lunada.

Por otra parte, el tráfico ferroviario entre Asturias y León se encuentra cortado entre las estaciones de Linares y Navidiello, pertenecientes al Principado, por el descarrilamiento de un vagón de un tren de mercancías, según ha informado a Efe fuentes de Adif.

El descarrilamiento se produjo este pasado viernes, a las 21:10 horas, por el descarrilamiento de este tren de mercancías en la llamada rampa del puerto de Pajares en Asturias, por lo que Renfe ha establecido un servicio alternativo de transporte por carretera para los viajeros mientras se prolongue el corte.

Adif prevé que las labores para reparar este descarrilamiento para reanudar el tráfico ferroviario, en una zona de difícil acceso, con muchos terraplenes y con la nieve caída durante las últimas horas, se terminen sobre las 16 horas de este sábado 27 de noviembre.

En previsión de mayores dificultades, a medida que avance la jornada, el Ayuntamiento de Ávila ha activado el Plan de Vialidad Invernal y cortado al trafico una de las calles que bordean la muralla para acceder al casco histórico.

El Consitorio de León también ha puesto en marcha la aplicación de su plan y la Dirección General de Tráfico, de forma genérica, ha encarecido que no se utilice el vehículo en la mitad norte del país.