Covid

La Junta estudia medidas “no restrictivas, sino preventivas” para las residencias de mayores en Navidad

Estudia pedir una prueba negativa a la vuelta y que permanezcan unos días en observación

La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco
La consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel BlancoBragimoAgencia ICAL

La Junta estudia un protocolo de medidas para las residencias de mayores en Navidad que, en todo caso, no serían “restrictivas”, sino “preventivas y de protección”, según avanzó hoy la consejera de Familia e Igualdad de Oportunidades, Isabel Blanco, quien indicó que se analizan con Salud Pública distintas opciones.

Entre ellas, una de las propuestas es pedir una prueba negativa cuando los residentes salgan del centro, así como un periodo de observación durante unos días. También barajan intensificar los cribados o las pruebas periódicas que realizan a los trabajadores, así como recomendar que las visitas se realicen en espacios amplios o en el exterior.

Isabel Blanco admitió que desde el Gobierno autonómico están estudiando las medidas para Navidad en las residencias, aunque destacó la importancia de que tengan la tercera dosis puesta los mayores de las residencias, ya que “se está demostrando que la vacuna está siendo el verdadero dique de contención contra la COVID”.

En este sentido, apuntó que los casos que se dan en las residencias “son muy puntuales”, y que “no son el problema de esta sexta ola”, ya que la mayoría de los que se dan son asintomáticos o leves. Por eso, incidió en la vacunación de los trabajadores, ya que, según cifró, hay un ocho por ciento que aún no lo han hecho. “No se puede obligar a vacunar, pero sí seguir insistiendo en la vacunación de los trabajadores y de los familiares en general”, subrayó.

La guía de medidas que estudia la Junta con Salud Pública para las fechas navideñas contempla la ampliación e implementación de las medidas de protección y prevención dentro de los centros residenciales, según explicó Blanco. Entre las precauciones que se plantean se incluyen que “cuando se produzcan las salidas de las personas mayores, que a la vuelta traigan una prueba negativa y que estén dos o tres días en observación”, según detalló la consejera. En este sentido, Salud Pública analiza en estos momentos la duración de esas salidas para solicitar la prueba.

Además, barajan la posibilidad de intensificar los cribados o las pruebas periódicas que se realizan a los trabajadores, así como la recomendación de que las visitas se realicen “preferentemente en espacios amplios, ventilados, si puede ser en el exterior”. En el caso de que no se pueda, se recomendará el uso de la mascarilla FFP2, especialmente para los residentes.