Sucesos
Sin rastro tras diez días de la joven desaparecida en Traspinedo
Sigue la intensa búsqueda por parte de los vecinos de la localidad vallisoletana coordinados por la Guardia Civil
Preocupación máxima. Así se encuentra la localidad vallisoletana de Traspinedo tras no saber nada desde hace diez días de su vecina Esther López. A pesar de ello sus familiares y amigos no pierden la esperanza de saber algo de ella.
Por este motivo, sus vecinos siguen organizando batidas, coordinados por la Guardia Civil, para localizar a la joven de 35 años, a la que se vio por última vez el pasado 12 de enero, y cuya desaparición ha pasado de ser “de riesgo bajo a preocupante”, según han indicado a Efe fuentes de la Subdelegación del Gobierno en Valladolid.
La búsqueda se está centrando, hasta el momento, en las proximidades del cruce de la referida localidad vallisoletana de Traspinedo (1.100 habitantes) con la carretera de Soria, en la conexión con Valladolid, donde un amigo de la mujer ha declarado que la dejó en la noche del día 12, tras haber estado en un bar viendo por televisión el partido de la Supercopa de España de fútbol entre el FC Barcelona y el Real Madrid.
Sin embargo, no hay ninguna novedad en la búsqueda de esta mujer (Esther López) que en ocasiones anteriores ya había desaparecido durante algunos días de su domicilio aunque, según fuentes de la Subdelegación del Gobierno, aumenta la preocupación y la hipótesis de que en esta ocasión “no sea así”.
Desde el momento de la desaparición, hace diez días, dejó de emitir señal el teléfono móvil de la mujer, y las dos batidas llevadas a cabo esta semana tampoco han deparado ningún indicio sobre este suceso.
Ésta circunstancia es la que más preocupa a los familiares, ya que según explicó su padre “Esther nunca se separaba del móvil, y si se quedaba sin batería y se iba a retrasar nos llamaba desde el teléfono de una amigo para avisarnos de que no nos preocupáramos”. “Por este motivo”, añadió, “el hecho de que tenga apagado el móvil es lo que hace que nos preocupe su desaparición”, y hace que las Fuerzas y Seguridad del Estado crean que la desaparición no haya sido voluntaria.
Aunque, fuentes de la Subdelegación del Gobierno aseguran que no se maneja todavía ninguna hipótesis clara sobre este caso y tampoco se van a desvelan detalles de la investigación para evitar “dar pistas” en el supuesto de que haya alguna persona implicada en la desaparición. Los vecinos están organizados por la Guardia Civil en una búsqueda en la que también están participando perros adiestrados en el rastreo y detección de personas.
Esther López mide 1,65 y tiene el pelo largo y castaño, los ojos marrones y en el momento de su desaparición vestía un pantalón vaquero negro, una cazadora y botas negras, según el cartel difundido por la Asociación SOSDesaparecidos.
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