Más de trece mil nuevos contagios durante el fin de semana y 45 fallecidos

Castilla y León ha arrancado la semana con 3.346 nuevos contagios, lo que suponen 671 menos que hace una semana, lo que es un dato positivo y a tener en cuenta porque mantiene la tendencia a la baja de esta sexta ola emprendida la semana pasada.

Si bien, pese a la mejoría, los datos siguen siendo elevados y durante el fin de semana -el sábado y el domingo no se facilitaron cifras- se han registrado más de trece mil nuevos infectados. En concreto, 13.035, que dejan en 573.487 el total de personas que se han contagiado desde que comenzara la pandemia.

Valladolid, con 3.397 positivos desde el viernes, 995 en las últimas 24 horas, es la provincia que más casos ha reportado a Sanidad, mientras que Soria, con 583, 143 el último día, es el territorio que mejores datos presenta en este ámbito.

Los brotes activos crecen en uno respecto al viernes hasta los 429, con 5.003 personas implicadas en alguno de ellos, 190 más que hace tres días. Ávila, con 883 afectados en 39 focos, es la provincia que peores datos tiene en este apartado.

Otra buena noticia son las 210 altas hospitalarias que se han registrado durante el fin de semana, que aliviarán la presión en los centros sanitarios, y que dejan en 36.899 el total de castellanos y leoneses que han plantado cara al bicho y superado la enfermedad desde marzo de 2020.

La incidencia por covid a dos semanas es de 4.134 casos por cada cien mil habitantes y en 1.692,94 a siete días, mientras que los hospitalizados por coronavirus son 986, 52 más que hace 72 horas pese.

El peor dato de este lunes llega una vez más de la elevada letalidad que sigue mostrando el virus en esta sexta ola. Y es que desde el viernes han sido 45 las personas que han perdido la vida por coronavirus en los hospitales de la Comunidad (nueve en León y Salamanca; siete en Burgos; cinco en Valladolid y Zamora; cuatro en Palencia; dos en Segovia; y uno en Soria) que elevan a 6.738 el total de fallecidos en los hospitales en pandemia, 118 en la última semana.

Una cifra espeluznante a la que habría que sumar las 1.185 personas usuarias de residencias e mayores o con discapacidad que se han ido de este mundo en la habitación del centro asistencial en el que vivían -según los últimos datos del viernes pasado facilitados por la Consejería de Familia- así como las 1.105 personas que murieron en los primeros meses de la crisis sanitaria con síntomas compatibles con la enfermedad, pero a quienes no realizaron la prueba diagnóstica que lo hubiera podido confirmar.