Turismo
El mejor Románico a orillas del río Duero
Zamora protagoniza la más variada oferta de este arte
El Románico español es uno de los más ricos y variados de Europa. Son particulares los influjos islámicos, franceses, lombardos y visigodos que se amalgamaron en la Península Ibérica. Y uno de los territorios más ricos en este arte, es Zamora, que es considerada como la capital del Románico.
Su principal característica es que es relativamente tardío. Las construcciones datan de la segunda mitad del siglo XII y comienzos del siglo XIII, y muchas de ellas acusan ya influencias cistercienses.
Peculiaridades
Además este estilo se caracteriza por una serie de peculiaridades como son la escasez de adornos, la ausencia de tímpanos, los canecillos geométricos, las cabeceras planas con adornos de arquillos, piedras sin pulir, bóvedas pétreas, arcos de medio punto, y ausencia de figuración escultórica.
Y para disfrutar de este arte en un paraje único bañado por el río Duero, el patronato de Turismo de la Diputación zamorana ofrece una serie de visitas guiadas que arrancan en la Plaza de Viriato (punto de encuentro) para continuar visitando la Iglesia de la Magdalena, la Iglesia de San Ildefonso, el Mirador del Troncoso, el exterior e interior de la Catedral junto al Museo Catedralicio y el Portillo de la Lealtad (antiguo Portillo de la Traición).
Todos los días del año (excepto el 1 y 6 de enero y el 25 de diciembre) a las 11:00 horas los interesados pueden llevar a cabo estas visitas guiadas por parte de guías acreditados por la Junta de Castilla y León y miembros de la Asociación Zamorana de Guías de Turismo. A las 16:30 horas, en días a consultar, también tendrás la oportunidad de conocer el románico zamorano.
El precio es de 10 euros por persona adulta, 5 euros por niños de 5 a 12 años acompañados de un adulto y gratis para niños menores de 4 años acompañados también de un adulto. La reserva es obligatoria y puedes hacerla a través de la web www.asociacionguiaszamora.com o escribiendo a guiaszamora@gmail.com.
Principales monumentos
Son muchos los atractivos con los que cuenta Zamora, pero por encima de ellos destacan:
- La Catedral de Zamora: Situada en el punto más alto de la ciudad, la Catedral de Zamora es el monumento más representativo del románico zamorano, y data del siglo XII. Su cúpula o cimborrio con decoración exterior de escamas es un auténtico símbolo de la ciudad; y la Puerta del Obispo (en la fachada sur) constituye una de las muestras más bellas de decoración románica. Por uno de los laterales se accede al Museo Catedralicio, en el que podrás ver una extraordinaria colección de tapices franco-flamencos de los siglos XV al XVII.
- Iglesia de Santa María Magdalena: La Iglesia de Santa María Magdalena está considerada la iglesia románica más bonita y elegante de Zamora (también está declarada Monumento Nacional). Se trata de un templo de una única nave reforzada por numerosos contrafuertes, que cuenta con una torre (inconclusa) a los pies y con un ábside semicircular que alberga la capilla mayor. Lo más destacable de esta iglesia es su gran esbeltez y la esmerada decoración de la portada sur (sobre la Rúa de los Francos). Está ornamentada con motivos vegetales y con una curiosa orla en la que aparecen 46 cabezas sonrientes representando el paraíso celestial. Este templo tiene dos curiosidades. La primera es que alberga el sepulcro de una dama desconocida cuya figura yacente aparece empotrada en el muro junto a relieves de animales y seres mitológicos. La segunda, que entre la decoración vegetal de las arquivoltas se esconde un obispo con casulla, mitra y báculo.
- Iglesia de Santa María la Nueva: Levantado a comienzos del siglo XII bajo la advocación de San Román, este templo fue incendiado por el pueblo zamorano durante el Motín de la Trucha (en el año 1158), para quemar a los nobles que había reunidos en su interior. Fue reconstruida por orden real, cambiando su nombre por el actual de Santa María la Nueva, estando catalogada como Bien de Interés Cultural. De su estructura primitiva románica conserva la cabecera, el ábside semicircular decorado con siete arcos sobre columnas de delgados fustes, y la fachada sur. En su interior destacan una pila bautismal del siglo XII y un Cristo Yacente del siglo XVII, obra de Gregorio Fernández. Frente a esta iglesia se emplaza la escultura al “Barandales”, personaje que desde el siglo XVI abre las procesiones de la Semana Santa zamorana.
- Murallas de Zamora: El emplazamiento de la ciudad en una zona estratégica, a orillas del Duero y en plena Vía de la Plata, hizo necesaria la construcción de un recinto amurallado defensivo entre los siglos XI y XIII. Llegó a tener tres, de ahí que tuviera el título de “Zamora, la bien cercada”.
- Puente de Piedra o Puente Nuevo: Construido en el siglo XII sobre el río Duero, el Puente de Piedra es uno de los cinco que posee la ciudad, aunque en su época era el único paso posible para comunicar los barrios del arrabal con el centro histórico. De estilo románico, este puente consta de dieciséis arcos apuntados y una longitud de 250 metros. Fue levantado para sustituir el destruido puente romano, por ello también es conocido como “Puente Nuevo”. Inicialmente tenía dos torres en sus extremos, que cumplían una triple función: elemento de vigilancia, control de mercancías y cobro tributario del portazgo.
- Palacio de Arias Gonzalo o Casa del Cid: Situado frente a la Catedral, el Palacio de Arias Gonzalo es una de las muestras de arquitectura civil románica que se conservan en España. La parte más antigua del edificio es la fachada que se encuentra adosada a la Puerta del Obispo, formando parte del primer recinto amurallado de Zamora. El edificio debe su nombre al aristócrata zamorano y albacea del rey Fernando I, Arias Gonzalo, aunque también es conocido como Casa del Cid, pues existe la leyenda de que el mismísimo Rodrigo Díaz de Vivar se crio en esta vivienda. Actualmente es una casa particular, pero está declarada Monumento Histórico Artístico.
- Iglesia de San Pedro y San Ildefonso: El segundo templo en tamaño e importancia de la ciudad, también cuenta con la declaración de Monumento Nacional. Fue levantada sobre una anterior iglesia visigoda y guarda los restos de San Ildefonso, primer obispo de Zamora. Iniciada en el siglo XII, fue renovada durante el siglo XV con una cubierta a base de bóvedas de crucería gótica. De su primitiva construcción románica se conserva la portada, la capilla mayor, un rosetón, y el muro meridional. A los pies del edificio se levanta una torre de origen románico alterada con elementos barrocos. Es la sede de la Real, Muy Antigua e Ilustre Cofradía de Caballeros Cubicularios de San Ildefonso y San Atilano de Zamora.
- Iglesia de Santiago El Viejo o de los Caballeros: Situada extramuros de la ciudad, junto al río, la Iglesia de Santiago El Viejo o de los Caballeros es una de las más conocidas de Zamora. Está muy ligada al romancero zamorano, ya que según cuenta la leyenda, en ella fue nombrado caballero El Cid Campeador por el rey Fernando I de Castilla. Fue construida en el siglo XII, aunque reformada posteriormente debido a las frecuentes crecidas del Duero. Es de destacar la portada con dos arquivoltas de medio punto, el arco triunfal (único en Zamora) y las curiosas representaciones de los capiteles interiores. A pesar de su sencillez y reducidas dimensiones, esta iglesia también está declarada Monumento Nacional.
- Iglesia de Santiago El Burgo: Declarada Monumento Nacional, la Iglesia de Santiago El Burgo es uno de los templos que mejor conservan su estructura románica original de finales del siglo XII. Tiene planta basilical con tres naves divididas en cuatro tramos y en la cabecera tres ábsides planos. Lo más destacable del templo es su fortísima torre y la portada de la fachada sur, con sus capiteles colgantes decorados con motivos vegetales y temas históricos, sobre el que se haya un precioso rosetón con doble celosía de piedra. Su interior escondeel retablo mayor dedicado a Santiago, la antigua mesa de altar románica y la capilla de los Villareal, de estilo renacentista.
- Castillo de Zamora: Una de las obras más importantes de esa primera cerca de murallas fue la construcción del Castillo de Zamora, a mediados del siglo XI. Situado en la parte más alta de la ciudad, se asienta sobre roca y se adapta de forma natural a la superficie irregular del terreno. Tiene planta romboidal, sobre la que destacan tres torres (dos pentagonales y una heptagonal), además de la Torre del Homenaje, la más alta, que servía de último reducto de defensa. El castillo está flanqueado por un foso de gran profundidad, al que se accedía a través de un puente levadizo. Tras varios años de reformas, actualmente alberga el Museo Baltasar Lobo. El castillo y su parque anexo son un excelente mirador sobre el río Duero y el conjunto catedralicio.
¿Qué comer?
La provincia zamorana se caracteriza por la comida de cuchara. En una tierra eminentemente ganadera como ésta predominan las carnes.
Platos Típicos:
Arroz a la zamorana: El arroz a la zamorana no tan sólo es uno de los platos más típicos de dicha provincia, sino que también es muy popular en el resto de la comunidad de Castilla y León. Es un plato fuerte y contundente, por lo que, aunque por supuesto puede consumirse durante todo el año, es recomendable especialmente durante la época de frío.
Dos y pingada: El dos y pingada es un plato muy popular en Zamora. Aunque se toma durante todo el año, es muy típico consumirlo el Domingo de Resurrección después de la procesión, como una manera de despedir la Semana Santa. La receta, aunque exquisita, no puede ser más sencilla. Se trata de dos huevos fritos junto con dos o tres magras de cerdo pasadas por la sartén y un trozo de pan para acompañar el plato.
Sopas de ajo: Las sopas de ajo son un plato muy popular en la provincia de Zamora, donde existe la costumbre de tomarlas en plena calle. Se trata de una receta tradicional, elaborada con ingredientes de lo más humildes y fáciles de encontrar en cualquier despensa: ajos, pan duro, huevos, pimentón… Poco más se necesita para preparar esta sopa tan rica como reconfortante, que trasnporta a los sabores más esenciales de los guisos pero que necesita muy poco tiempo de cocción y está lista en pocos minutos.
Bacalao a la tranca: Esta receta consiste en un bacalao que previamente hemos tenido que desalar durante 48 horas en un recipiente con agua que debemos ir cambiando al agua por los menos cuatro veces hasta que esté completamente desalado. Una vez desalado, cocemos el bacalao durante unos cinco minutos y lo retiramos del fuego y dejamos un poco de agua. Por otro lado ponemos en una sartén con un poco de aceite de oliva los ajos laminados y cuando estén dorados, los quitamos del fuego y añadimos el pimentón para que no se queme. Cuando lo tengamos mezclado lo añadimos por encima al bacalao, es un plato que se puede acompañar de una patata cocida y un huevo cocido.
Queso zamorano: La Denominación de Origen Queso Zamorano abarca los quesos elaborados y curados en la provincia de Zamora con leche procedente de ovejas pertenecientes a las razas conocidas como churra y castellana.
Dulces: En la provincia de Zamora podemos encontrar una gran variedad de dulces, todos ellos exquisitos y elaborados de forma artesanal. De entre los más populares podemos citar: Las cañas zamoranas, en forma de tubo y rellenas de crema.
- Las aceitadas, de forma cilíndrica y elaboradas con aceite, azúcar, huevos, harina y anís. En Zamora es típico de Semana Santa.
- El rebojo zamorano, un pan dulce que se parece mucho a un bizcocho. Sus ingredientes son la harina, levadura, azúcar, mantequilla y la ralladura de media naranja o medio limón.
- Las flores de carnaval, un dulce en forma de flor cuyos ingredientes son la leche, huevos, canela, sal, harina, azúcar y aceite de oliva. Con todos estos productos se elabora una masa y se hacen las flores, que posteriormente se fríen.
- El bollo maimón, un bizcocho ideal para mojar en el café con leche o en el chocolate a la taza, que se elabora con harina, huevos, harina y ralladura de limón, y se cubre con azúcar glas.
- Los amarguillos, un exquisito dulce en forma de galletitas, crujientes por fuera y tiernos por dentro, elaborados con almendra molida, clara de huevo y azúcar glas. Opcionalmente, algunas personas añaden canela, ralladura de naranja o ralladura de limón. Una vez hechas las galletas se ponen almendras crudas por encima.
Oferta museística
Para completar la visita, la capital zamorana ofrece una amplia y variada oferta museística.
Museo Catedralicio: El Museo Catedralicio de Zamora fue inaugurado en 1926 con el objetivo de albergar obras procedentes tanto de la propia Catedral como de otras parroquias de la diócesis, con el objeto de ser mostradas al público. El museo tiene su acceso desde el claustro de la Catedral. En él se expone parte de una magnífica colección de tapices flamencos, entre los que destaca el de Tarquino Prisco, obra maestra tejida en Flandes hacia 1475 y los de la Guerra de Troya entre otros. Otras obras destacadas son la custodia procesional, cuya obra original fue finalizada por Pedro de Ávila en 1515, la Virgen con el Niño y San Juanito, labrada en mármol blanco de Carrara en el siglo XVI y atribuida al escultor burgalés Bartolomé Ordóñez.
El Museo Etnográfico de Castilla y León: Está ubicado en la ciudad de Zamora, es uno de los cuatro que conforman la Red de Museos Regionales de Castilla y León. El edificio fue construido especialmente para ser la sede de un museo etnográfico con carácter regional donde tiene cabida la investigación, conservación y divulgación de la cultura tradicional de esta Comunidad Autónoma. La exposición permanente del Museo abarca todo lo concerniente a la vida tradicional de las personas que habitaron estas zonas a través de los tiempos, teniendo en cuenta la religión, los mitos, las fiestas, el tiempo meteorológico, los enseres utilizados, los lugares habitados, los trajes utilizados, etc.
Museo Baltasar Lobo: Situado en la antigua “Casa de los Gigantes”, así conocida por albergar en su día a las gigantillas y cabezudos de las fiestas de la ciudad, se encuentra este museo de escultura contemporánea dedicado a Baltasar Lobo Casquero, escultor zamorano nacido en el año 1910 en Cerecinos de Campos, provincia de Zamora que desde muy joven muestra unas dotes asombrosas para la escultura, que se desarrollan con el aprendizaje del oficio. Horarios: Del 17 de octubre al 25 de marzo. De martes a domingo:10.00 a 14.00 y de 16.00 a 18.30 h. Lunes cerrado.
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