Deportes
40 años de alegrías, sufrimiento y, sobre todo, mucho fútbol
El Estadio José Zorrilla de Valladolid apaga velas con la esperanza de poder volver a celebrar un ascenso del conjunto blanquivioleta a la Primera División
Corría el sábado 20 de febrero de 1982 cuando los vallisoletanos se vestían con sus mejores galas para dar la bienvenida a un miembro más de “su familia”, su nuevo Estadio de Fútbol, que también llevaría el nombre del insigne escritor “José Zorrilla”.
El campo iba a estar un poquito más alejado del centro de la ciudad, dónde estaba situado el antiguo, en el Paseo de Zorrilla, pero daba igual, lo importante es que llegaba el fútbol moderno a la capital vallisoletana y al conjunto blanquivioleta. La fiesta ese día fue completa. El Real Valladolid se llevaba el triunfo ante el Athletic Club por 1-0, con un gol del leonés Jorge Alonso, que batía a Andoni Zubizarreta en el minuto 84.
Atrás se dejaban 40 años del Antiguo Estadio José Zorrilla, en el que se vivieron los inicios de un humilde club, que poco a poco se fue colando en el corazón de los amantes del balompié, pero que se situaba en la élite con un campo del siglo XX, y que se convertiría en una de las sedes de la próxima Copa del Mundo, que acogía en ese año 1982 España.
El nuevo campo se construyó en terrenos del Pago de “La Barquilla”, propiedad de la Diputación Provincial, quien los cedió al Ayuntamiento de Valladolid, que afrontó el presupuesto de las obras con subvenciones oficiales del Consejo Superior de Deportes y de la Real Federación Española de Fútbol (RFEF).
Además, se edificó al margen derecha del río Pisuerga, junto a la Avenida del Monasterio de Prado, en la zona oeste de la capital vallisoletana, para potenciar esa área de la ciudad, junto a un centro comercial.
A partir de ese 20 de febrero de 1982 el Estadio José Zorrilla se convirtió en la “casa” de los blanquivioletas, pero también acogería varios encuentros de índole nacional e internacional.
Antes de la celebración del Mundial de fútbol, el campo vallisoletano celebró la final de la Copa del Rey, el 13 de abril de 1982, entre el Real Madrid y el Sporting de Gijón que ganó el conjunto merengue por un ajustado 2-1, con goles de Manolo Jiménez en propia puerta y Ángel de los Santos por parte de los madrileños, y de Enzo Ferrero, que suponía el empate, por parte de los asturianos.
Además, durante la Copa Mundial de Fútbol de 1982 el Estadio José Zorrilla fue junto a San Mamés, sede de los partidos de la fase de grupos correspondientes al “Grupo D” que formaban las selecciones de Inglaterra, Francia, Kuwait y Checoslovaquia, acogiendo, los encuentros, el 17 de junio de 1982 Checoslovaquiz-Kuwait, con empate a 1 en el marcador; el 21 de junio el Francia 4-Kuwait 1; y el 24 de junio el Francia 1-Checoslovaquia1.
En estos partidos, más concretamente en el que disputaron Francia y Kuwait, se dio la anécdota de que en el palco, un hombre ataviado con túnica y turbante se ponía en pie y hacía claros gestos con la mano, invitando a los jugadores de la selección de Kuwait que se retiraran del campo. Era el jeque Fahid Al-Ahmad Al-Sabah, presidente de la Federación Kuwaití de Fútbol y hermano del emir del pequeño país del Golfo Pérsico, que molesto con el arbitraje, incluso bajó al terreno de juego para pedir a los futbolistas de su país que se fueran.
Posteriormente, el campo blanquivioleta, el 29 de octubre de 1986 se llenaba para acoger la final de la Eurocopa Sub-21 entre España e Italia, que daba el primer título de estas características para el combinado nacional. La selección española se llevó el triunfo en la tanda de penalties por 3 a 0, después de una intensa prórroga, a la que se llegó con un triunfo por 2 a 1, con goles de Eloy Olaya y Roberto Fernández, que empataban la eliminatoria.
También la selección absoluta española ha jugado hasta en tres ocasiones en el Estadio José Zorrilla, dos partidos amistosos y uno oficial. El primero fue el 11 de marzo de 1992 con una victoria frente a Estados Unidos por 2 a 0.
El único oficial fue contra la República Checa el 8 de junio de 1997, también con un triunfo del combinado nacional por 1 a 0.
El último encuentro internacional en el Estadio José Zorrilla fue el 1 de marzo de 2006 en otro triunfo frente a Costa de Marfil por 3 a 2.
En cuanto a partidos relevantes que acogió el campo vallisoletano también destacan los que el conjunto blanquivioleta disputó en competiciones europeas, en dos ocasiones en la Copa de la UEFA, en las temporadas 1984-1985 y 1997-1998; y una en la Recopa de Europa en la temporada 1989-1990.
Pero no sólo fútbol ha acogido el Estadio José Zorrilla. Son célebres los conciertos de música, entre ellos el de Michael Jackson en 1997, y más recientemente, la final de la Copa del Rey de Rugby en los años 2016 y 2017, y de la Liga de 2018, en la que se proclamó vencedor el VRAC Quesos Entrepinares. En todas ellas se registró un lleno absoluto.
Evolución del Estadio
Evidentemente durante estos 40 años el Estadio ha ido cambiando su aspecto para adaptarse a los nuevos tiempos.
En su concepción el Nuevo Estadio José Zorrilla contaba con 30.000 localidades, aforo que aumentó a 33.000 espectadores con la construcción de la actual Tribuna Norte, que se levantaría en 1986. Sin embargo, en 1995, siendo así el primer estadio español en adecuarse a la Nueva Normativa FIFA para espectáculos y eventos deportivos, su capacidad fue reducida a 26.512 localidades (todos sentados).
Asimismo posee 120 palcos privados, pensados especialmente para las empresas. En 2009, una nueva reforma en el palco provocó la pérdida de 270 plazas. El nuevo aforo quedó establecido en 26.252 localidades.
En 2019 se eliminó el foso, bajando el césped, haciendo que se aumente la capacidad del estadio en 1.366 espectadores, por lo que la capacidad actual es de 27.618 espectadores.Además, los banquillos están integrados en la grada como es habitual en los campos ingleses.
Durante estos 40 años el Estadio José Zorrilla ha vivido muchas alegrías, alguna que otra tristeza, como el descenso de la pasada temporada, pero lo que sí que ha vivido es mucho fútbol. Ahora se encuentra en Segunda División, pero con muchas opciones de volver a donde se merece, a la Primera División del fútbol español.
Tal es el arraigo del campo vallisoletano con la ciudad, que muchos sectores lo han reconocido con numerosas muestras de cariño. La última es la ONCE que la ha dedicado el cupón del próximo 23 de febrero.
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