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PP y PSOE escenifican su alejamiento y Mañueco insiste en gobernar solo

El líder popular acusa al socialista Tudanca de romper el diálogo y de ser una «marioneta» de Pedro Sánchez

Si alguien tenía alguna esperanza de que PP y PSOE pudieran ponerse de acuerdo para una posible abstención de los socialistas en cualquier fórmula, ya sea total o solo de los procuradores que necesitara Fernández Mañueco para ser investido presidente de la Junta, que lo vayan descartando u olvidando.

Y es que si algo que quedado claro en esta primer encuentro de la ronda de contactos con todos los partidos que Mañueco ha emprendido hoy con el socialista Luis Tudanca para sondear en este caso la disposición del partido del puño y la rosa a facilitar un Gobierno en solitario del PP, es que esta posibilidad es inviable o más bien utópica a tenor de lo dicho por unos y otros tras la reunión.

El dirigente popular empezaba calificando este encuentro de “decepcionante”, defendiendo su autonomía también a la hora de negociar cuando decía que tiene las manos libres y la mente abierta para trabajar por los castellanos y leoneses, porque así se lo ha mandado el PPCyL, el PP nacional y lo han dicho los ciudadanos en las urnas, e insistiendo, una vez más, que descarta de plano repetir elecciones, que su apuesta es gobernar en solitario y que su compromiso y responsabilidad es conformar un Gobierno fuerte y estable para cuatro años de legislatura.

Mañueco no cerraba del todo la puerta al PSOE, pero sí que dejaba claro que para que pudiera existir un mínimo acuerdo o consenso, Tudanca y los suyos deberían de cambiar de actitud, además de asumir su derrota en las urnas y el papel que a partir de ahora han de tener en la oposición.

En este sentido, el candidato popular echaba en cara a dirigente socialista su “nula” disposición a llegar a un entendimiento. “Nosotros hemos venido a este encuentro a hablar de Castilla y León mientras que ellos a seguir las instrucciones de Sánchez”, decía, decepcionado Mañueco, para quien lo que ha quedado claro también en este encuentro es que Tudanca es una “marioneta” del presidente del Gobierno.

El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, tras la reunión con Fernández Mañueco
El secretario general del Partido Socialista de Castilla y León, Luis Tudanca, tras la reunión con Fernández MañuecoPhotogenic/Claudia AlbaEuropa Press

Tudanca, en la rueda de prensa previa, había denunciado que Mañueco y los del PP que le acompañaban se habían levantado de la mesa en cuanto el socialista mencionó la palabra corrupción, asegurando que el candidato popular antes del encuentro que si salía la palabra corrupción en la conversación se levantaba y se iba, un extremo que Mañueco negó que dijera, que no ha habido ninguna condición previa antes del encuentro y que hasta hoy no había hablado con Tudanca desde la convocatoria de elecciones.

Mañueco afeaba a Tudanca que durante este encuentro le haya puesto encima de la mesa hasta siete puntos para intentar llegar a algún acuerdo, como crear un grupo de trabajo con un programa legislativo; colaborar con el Gobierno de España e ir de la mano contra la despoblación; poner en marcha un calendario “creíble” y “lógico” de infraestructuras pendientes; o forjar acuerdos de Comunidad entre distintas fuerzas para renovar instituciones o incluso reformar el Estatuto, pero que en todas ellas “solo ha recibido rechazos, excusas, evasivas o silencios”.

Luis Tudanca, por su parte, decía que ha salido “estupefacto” de la reunión, porque Mañueco le ha trasladado que quiere gobernar en solitario con la abstención del PSOE o de Vox para seguir haciendo oposición al Gobierno de España, culpaba al PP de que por convocar elecciones ha abierto la puerta de las Cortes y la Junta a la “extrema derecha”, en referencia a Vox.

Al respecto, decía que le ha preguntado a Mañueco por la Mesa de las Cortes y que no le ha contestado nada, y que por ello su sensación es que lo tiene pactado con Vox ya para tener mayoría en ella, e insistía en que su única línea roja para facilitar la investidura es que el PP haga un cordón sanitario a Vox y lo aísle en toda España “como se está haciendo en toda Europa”, señalaba.

El presidente del PP en funciones de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en una rueda de prensa después de una reunión con el PSOE
El presidente del PP en funciones de la Junta, Alfonso Fernández Mañueco, en una rueda de prensa después de una reunión con el PSOEPhotogenic/Claudia AlbaEuropa Press

Sobre ello, Mañueco contestaba que no ha hablado con nadie de la Mesa de las Cortes “porque ahora no toca”, que tampoco él está donde está para juzgar a nadie ni a ningún partido sino para ejercer su responsabilidad, como fuerza más votada, de intentar formar un Gobierno estable.

El presidente de la Junta en funciones reprochaba también a Tudanca que le preguntara por la Mesa de las Cortes o que le hablara de ayuntamientos o de otras regiones en lugar de hablar de proyectos para la Comunidad, por lo que concluía diciendo que lo que ha hecho Tudanca en este encuentro “no es más que poner excusas y excusas siguiendo las instrucciones de Sánchez para romper el diálogo y eso no es lo que nos han pedido los ciudadanos”.

Por otro lado, Tudanca, preguntado por la posibilidad de que si no hay acuerdo entre el PP y el resto pudiera ser candidato a la Junta y recibir el apoyo de Vox ante una ruptura de relaciones total entre los populares y los de Abascal, aseguraba que él nunca será presidente con la acción u omisión de la extrema derecha.

Pese a todo, ni uno ni otro daban por cerrada la puerta, más por estética que por convicción, y tanto Mañueco como Tudanca aseguraban que su disposición al diálogo sigue intacta, aunque en el caso del PSOE mantienen como línea roja a Vox y el PP, según Mañueco, no tiene ninguna salvo el mandato de los castellanos y leoneses.

Y aunque tanto el líder popular como el socialista no cerraban la puerta definitivamente, lo cierto es que en sus declaraciones escenificaban su alejamiento y por eso Mañueco ya mira a Vox. De hecho, el popular se reunirá este miércoles con los de Santiago Abascal, cuyo candidato Juan García-Gallardo se muestra firme en su deseo de entrar en el Gobiernoaunque también dispuesto a ceder en sus pretensiones.

Crisis en Génova

En lo que se refiere a la crisis interna que vive el PP, Fernández Mañueco lanzaba un mensaje de tranquilidad a los alcaldes y concejales, afiliados, simpatizantes. “Saldremos de esta”, decía el candidato popular, quien defendía una solución rápida y eficaz a este problema “que debe atajarse cuanto antes”, aunque no se posicionaba en favor de Isabel Díaez Ayuso o de Pablo Casado, de la posibilidad de que Feijoó entre en acción para liderar la nave o sobre si debe celebrarse un Congreso Extraordinario “por respeto y lealtad” al partido y los suyos.

Si bien, sí que insistía en que está convencido de que el PP volverá a salir de esta y reforzado como lo ha hecho en otras ocasiones.

Tudanca aseguraba, por su parte, que esta crisis que vive el PP afecta a las negociaciones, y preguntado por este periódico sobre si compartiría que Pedro Sánchez, aprovechando la debilidad del PP tras esta crisis interna, pudiera convocar elecciones generales, aseguraba que también en esto los socialistas no son como ellos.