Invasión rusa

Segovia abre también sus brazos a las familias de refugiados ucranianos

Los municipios de El Espinar y San Rafael acogen ya a catorce de ellos, seis de ellos menores, gracias a la labor de la Asociación Cueva Valiente y esperan a muchos más

El Espinar recibe las primeras familias de ucranianos
El Espinar recibe las primeras familias de ucranianosNacho ValverdeAgencia ICAL

Poco a poco, siguen llegando familias de refugiados ucranianos a Castilla y León, a quienes abre sus brazos para acogerles en su seno. Esta vez han sido catorce de estas personas que huyen de la invasión rusa en su país, seis de ellos menores, lo que han llegado a las localidades segovianas de El Espinar y San Rafael procedentes de un vuelo con 220 ucranianos que salió de Varsovia el sábado y aterrizó a Madrid, desde donde algunos se fueron a Barcelona, otros se quedaron en la capital de España y otros más, en este caso catorce, han acabado en El Espinar y San Rafael alojados en casas de siete familias de ambas localidades.

Todos ellos han conseguido ponerse a salvo gracias a la iniciativa de la Asociación Cueva Valiente, fundada hace 25 años por el entonces párroco de El Espinar Valentín Bravo, quien por aquel entonces promovió varios proyectos de acogida a niños bielorrusos que habían sufrido las consecuencias de Chernóbil, con apoyo de la Embajada de España en Moscú y de la Junta de Castilla y León.

El Espinar recibe las primeras familias de ucranianos
El Espinar recibe las primeras familias de ucranianosNacho ValverdeAgencia ICAL

Una entidad que después se volcó con Benín y, ahora de una forma especial con Ucrania, en coordinación con Mensajeros de la Paz. De hecho, el padre Ángel, fundador de esta ONG, estuvo en El Espinar para dar la bienvenida a las familias ucranianas.

Durante muchos años, varias familias acogieron entre 70 y 75 niños cada verano, durante dos meses y medio, y estos hogares son los que han recibido a este primer grupo de ucranianos en la provincia segoviana. Además, gracias a que muchos refugiados han podido instalarse con familiares y amigos, cincuenta de las setenta plazas que había disponibles continúan estándolo y se han sumado muchas otras, de forma que hay en torno a doscientas plazas en la provincia disponibles para la acogida.

El Espinar recibe las primeras familias de ucranianos
El Espinar recibe las primeras familias de ucranianosNacho ValverdeAgencia ICAL

Uno se asombra pero es la realidad, aunque tal vez la guerra de Ucrania, que nos pilla en Europa, ha hecho que el corazón de tantos se sensibilice hacia ello y tengamos tanta gente que esté dispuesta a acoger”, destacaba el sacerdote, mientras avanzaba que los promotores de esta ayuda están pendientes ahora de hacer los trámites de regularización que ha garantizado el Gobierno, por los que los refugiados obtendrán permiso de residencia y trabajo.

Asimismo, para los seis menores que, junto a sus madres y otros familiares, ya están en El Espinar, ya se está pensando en su escolarización. “Esta mañana hemos hablado con la directora del colegio y están dispuestos a todo, con un programa para dedicar un tiempo a la semana, una hora o dos horas para que estén juntos para aclimatarse con una profesora de apoyo y, poco a poco, incorporarse al colegio”, apuntaba. Si bien, dejaba claro que los niños son esponjas y se aclimatan enseguida.

Bravo fue el primer sacerdote español que tuvo autorización para adoptar a un niño, en este caso, un pequeño bielorruso, que ahora le sigue acompañando en sus labores humanitarias y que hoy también ha estado presente en este acto organizado por el Ayuntamiento de El Espinar.

El alcalde de El Espinar, Javier Figueredo (C); el director de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella (I); el sacerdote fundador de la asociación Cueva Valiente, Valentín Bravo (D), durante el acto
El alcalde de El Espinar, Javier Figueredo (C); el director de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella (I); el sacerdote fundador de la asociación Cueva Valiente, Valentín Bravo (D), durante el actoNacho ValverdeAgencia ICAL

Desde Mensajeros de la Paz, Sergio Mella, trasladaba al alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, su agradecimiento y le transmitía que tiene muchos motivos para estar más que orgulloso de sus vecinos. Además, explicaba que fue “un vuelo duro”, desde Varsovia, en el que se iban conociendo las historias de estas familias ucranianas, “que podríamos ser cualquiera de nosotros”, decía.

Emociones a flor a piel durante las horas de vuelo, con la ayuda de dos únicos traductores para más de 200 personas. Ya en España, fue algo más fácil con la incorporación de Igor y Mika, que colaboran directamente con una ONG polaca que es la que les ayudó a encontrar a las familias vulnerables que más necesitaban una salida, una opción para salir de la frontera y afrontar una nueva vida, huyendo de la guerra.

Agradecimiento eterno

Uno de estos refugiados acogidos en El Espinar es Faig Budaqov, de66 años y ex militar en Ucrania, donde ha vivido los últimos 20 años, que ha llegado al municipio espinariego huyendo de la guerra junto a su mujer, su hija y su suegra. “Es como un sueño pero que no va a terminar porque cuando despiertas sigue la guerra”, lamenta. Todos ellos están viviendo desde el domingo en el hostal La Cigüeña, en El Espinar, mientras piden ayuda a la sociedad internacional.

“Si no hace algo más para que el conflicto acabe, la situación va a ir a peor”, advierte este hombre natural de Azerbaiyán pero que ha vivido en Kiev los últimos veinte años por lo que considera a Ucrania como su patria.

Budaqov ha mostrado su agradecimiento a todos lo que le han ayudado, a él y a su familia, a huir de la guerra, desde que llegaron a Polonia, donde se sintieron muy bien recibidos, hasta su nuevo hogar en Segovia.

”Sabía que la gente aquí estaba ayudando mucho, y ayudan de una forma enorme, pero cuando llegamos no pensábamos que iba a ser así la ayuda que estamos recibiendo, quiero agradecer muchísimo, muchísimo, porque es una ayuda que para nosotros es muy importante y estamos muy agradecidos”, apuntaba.

El alcalde de El Espinar, Javier Figueredo (C); el director de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella (I); el sacerdote fundador de la asociación Cueva Valiente, Valentín Bravo (D), durante el acto
El alcalde de El Espinar, Javier Figueredo (C); el director de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella (I); el sacerdote fundador de la asociación Cueva Valiente, Valentín Bravo (D), durante el actoNacho ValverdeAgencia ICAL

Una de las gerentes del hostal La Cigüeña, Virginia Arnau, por su parte, asegura se enteró de esta necesidad de hogares para la acogida a través de un grupo de WhatssApp, por un llamamiento que hizo el padre Valentín, y decidieron ofrecer una de sus habitaciones para ello.

”Pero claro, llegado el momento, no queríamos separar a la familia, así que acabamos poniendo dos, haciendo una de ellas triple porque la madre no se quería separar de su hija, como es normal”, cuenta Arnau en declaraciones recogidas por Efe, quien ha sido una semana especialmente ajetreada porque estos días se celebraba la tradicional fiesta de los gabarreros en El Espinar y estaba el hostal completo.

Ha reconocido que la comunicación es difícil porque la familia no habla inglés, pero intentan solucionarlo con el traductor del móvil o, para cosas más importantes, con alguno de los intérpretes vinculados a las asociaciones promotoras del programa.

(De izquierda a derecha) El traductor, Igor, Kaig Bubakov, el expárroco de El Espinar, Valentín Bravo, el alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, y el presidente de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella. EUROPA PRESS 14/03/2022
(De izquierda a derecha) El traductor, Igor, Kaig Bubakov, el expárroco de El Espinar, Valentín Bravo, el alcalde de El Espinar, Javier Figueredo, y el presidente de Mensajeros de la Paz, Sergio Mella. EUROPA PRESS 14/03/2022EUROPA PRESSEUROPA PRESS
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El Espinar recibe las primeras familias de ucranianosNacho ValverdeAgencia ICAL