Medio Ambiente
Un pequeño zoo para crear conciencia ambiental en El Bierzo
La granja escuela Finca Fiyuelo abre sus puertas en la localidad de Las Ventas de Albares con la intención de “divulgar la importancia que tiene la naturaleza en nuestras vidas”
La burra Julieta, el caballo Carbonero, los cerdos Peppa y George, el avestruz Cachuli o las cabras Galleta y Corona son algunos de los compañeros de trabajo con los que comparte su día a día Noelia Fortunato, una joven berciana que este fin de semana pone en marcha en la localidad de Las Ventas de Albares el proyecto de Finca Fiyuelo. Desde esta granja escuela, Noelia se marca el ambicioso objetivo de “divulgar la importancia que tiene la naturaleza en nuestras vidas y crear conciencia para proteger y cuidar el medio natural y rural de un modo integral”.
En un amplio espacio de unos 14.000 metros cuadrados, la finca cuenta con varios ambientes diferenciados para las diferentes especies de animales y plantas que conviven en el entorno. Un pequeño bosque de robles y encinas centenarias es el territorio preferido de los faisanes y los pavos reales, mientras que las ovejas, las cabras, el caballo y la burra prefieren pasar el día en la zona de pastos.
En el estanque, conviven las tortugas de tierra, los patos y los peces y en un territorio mucho más seco un pequeño ecosistema casi desértico es el hábitat de los cactus y las suculentas. El conjunto se completa con una zona de huerto que sirve para alimentar a los conejos o a los cerdos y con la sinfonía de colores que ofrecen las flores de los rosales, las lavandas o los nenúfares.
Junto a los mamíferos, el núcleo zoológico también cuenta con un importante número de especies de aves, desde el avestruz, los faisanes y los pavos reales hasta las gallinas, las perdices, las codornices o las palomas. Capítulo aparte merece la gran variedad de anátidas, aves de la familia de los patos y las ocas. “Tenemos un poco de todo y poco a poco iremos incorporando más especies”, explica Noelia, que avanza que los próximos miembros en sumarse a la gran familia de Finca Fiyuelo serán los reptiles.
Además de la visita libre, la granja escuela también organiza visitas concertadas, con talleres de temáticas variadas, como reciclaje, plantas aromáticas, cuidado de los animales y del huerto, clasificación de los huevos o compostaje. En ese sentido, el abanico de actividades que ofrece este espacio busca adaptarse a cada estación del año y a las inquietudes y necesidades de los visitantes.
Aunque el proyecto de Finca Fiyuelo se dirige al grueso de la población, su principal público objetivo son los más pequeños, bien sea a través de excursiones escolares o en visitas familiares. Noelia cuenta con formación como monitora de tiempo libre y ludoteca, así como en el ámbito de las necesidades educativas especiales, pero recalca que el objetivo final del proyecto, una vez se consolide, es crear empleos cuyos cometidos varíen desde proporcionar los cuidados necesarios a los animales de la finca hasta organizar actividades grupales como cumpleaños o atender visitas escolares.
En ese sentido, la berciana subraya que tanto los animales como las plantas y los árboles requieren de un cuidado constante. “Hay que estar encima de ellos y ojearlos todos los días y ver si hay una plaga de pulgón en los rosales o un animal tiene mal pelaje”, explica. “Los animales hay que sanearlos y desparasitarlos y ese servicio lo tenemos externalizado con un veterinario”, añade. “Soy consciente de que acaba de empezar, está dando los primeros los pasos y queda mucho por hacer, pero queremos poner nuestro granito de arena para el futuro de la comarca”, señala ilusionada.
Un camino tortuoso
Cuando echa la vista atrás para recordar los orígenes del proyecto, Noelia asegura que “siempre ha estado en mente” y apunta que comenzó a fraguarse hace cinco años, cuando empezó a recopilar información sobre los requisitos legales y administrativos para la puesta en marcha de un núcleo zoológico de este tipo. En esa misma época, también comenzó a estudiar el cuidado que requerían algunos de los animales para comprobar si iba a ser capaz de cuidar de ellos.
A finales del 2019 y tras tocar en la puerta de las distintas administraciones, la suerte sonrió al proyecto de Finca Fiyuelo en forma de “maravillosa casualidad” al ponerse en contacto con el Servicio de Iniciativas Emprendedoras (SIE) del Consejo Comarcal del Bierzo. “Estaba abierto el plazo para un curso de marketing digital y para presentarse al Programa Extraordinarias de Zona from Facebook”, recuerda Noelia.
Entre los diez finalistas de toda España, el proyecto de Noelia resultó uno de los escogidos y aunque no logró alzarse con el premio sí pudo darse a conocer en un evento en Madrid. Sin embargo, a principios de 2020 y con todo prácticamente listo para abrir las puertas llegó la pandemia y los planes tuvieron que congelarse. Desde ese momento, la sucesión de “trabajo, papeleo y COVID” ha sido una constante diaria que culmina este sábado con la apertura de puertas al público.
Durante todo el fin de semana, habrá regalos sorpresa para los niños que acudan a visitar la finca, señala Noelia, que avanza que la jornada inaugural incluirá actividades para todos los públicos como un pintacaras para los más pequeños y una degustación gastronómica para los adultos, con corte de jamón. Las entradas, válidas para toda la jornada, pueden adquirirse en el centro de recepción de visitantes al precio de seis euros en el caso de los adultos y de tres euros para niños de entre cuatro y doce años.
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