Cultura
El DA2 de Salamanca ofrece un amplio recorrido cronológico por la vasta trayectoria de Lee Friedlander a través de 315 fotografías
La muestra retrospectiva, organizada por el Ayuntamiento y la Fundación Mapfre con motivo del vigésimo aniversario de la capitalidad europea de la cultura, puede visitarse en el espacio de arte contemporáneo hasta el 25 de septiembre
El Domus Atrium 2002, el museo DA2 de Salamanca, ofrece desde este martes un amplio recorrido cronológico por la vasta trayectoria del fotógrafo norteamericano Lee Friedlander a través de la muestra de un total de 315 instantáneas. La exposición retrospectiva, organizada por el Ayuntamiento y la Fundación Mapfre con motivo del vigésimo aniversario de la capitalidad europea de la cultura, puede visitarse en el espacio de arte contemporáneo hasta el próximo 25 de septiembre.
El acalde de Salamanca, Carlos García Carbayo, fue el encargado de presentar la muestra recordando que la designación de la ciudad en 2002 legó, entre otras, cosas esta espacio, en sus palabras, una “joya arquitectónica y cultural” ubicada en la antigua prisión provincial, reconvertida ahora en centro de artes. “Es el símbolo que mejor representa a la Salamanca vanguardista, que convive en sintonía con la histórica”, manifestó el regidor durante la presentación.
Un espacio que ha servido durante estas dos décadas, según recordó, para impulsar a artistas locales y para exhibir las obras de otros de ámbito nacional e internacional “reflejando los sentimientos e inquietudes de la sociedad actual”. Así, se han mostrado nuevos soportes artísticos y formas vanguardistas de creación, además de un variado programa de actividades didácticas encaminadas a interactuar con los más jóvenes. En definitiva, según García Carbayo, “hacer llegar a salmantinos y visitantes la idea de que el arte contemporáneo no es solo un disfrute estético sino una herramienta de reflexión para comprender el mundo”. El regidor aseguró para concluir que la muestra presentada “no dejará indiferente a nadie”.
El comisario de la obra, Carlos Gollonet, fue el encargado de ofrecer los detalles sobre la muestra, “la más importante” del fotógrafo Lee Friedlander desde al realizada por el Moma, el museo de arte contemporáneo de Nueva York allá por el 2005, cuando realizó “la mayor compra que se ha hecho a un artista vivo” con adquisición de medio millar de instantáneas. “Tanto en número de obra, como en retrospectiva ambiciosa, la siguientes es esta”, confirmó.
Gollonet destacó que el artista, que sigue vivo, trabaja a diario “de forma compulsiva” aunque es “muy cuidadoso” con lo que edita e imprime, de modo que muestra, ya exhibida en Madrid, Barcelona y Berlín, es una exclusiva selección, a pesar de su tamaño. “Para conocer una obra tan extensa, seis décadas de trabajo continuado, y para comprenderla, porque no es una fotografía fácil, es necesario una extensión como esta”, reflexionó.
Además, el comisario subrayó que existen ciertas particularidades respecto a otras exposiciones, como los 50 libros que incluye, todas monografías suyas. “Disfruta más haciendo un libro que haciendo una exposición”, matizó Gollonet. Otra novedad de la muestra es que recupera unas fotos que hizo en España en el año 64 gracias a una beca Guggenheim. “Estuvo un año entero con su familia recorriendo el país y hay fotos de Barcelona, Madrid y Andalucía, porque tenía conocidos allí”, matizó. Eso sí, la foto más próxima a Salamanca es de Burgos.
Entre las series específicas, el comisario mencionó la importancia del jazz. No es solo una afición, hay una relación en la improvisación de este tipo de música y lo que él hace con la cámara”, aseguró. Con 16 años, el fotógrafo cruzaba el país para seguir a las bandas de jazz del momento. Esa afición coincide con sus primeros encargos, que eran de portadas de discos.
La exposición está organizada de manera cronológica y muestra una evolución que “no deja de sorprender”. El comisario reconoció que “hay mucho texto”, pero explicó que le parecía “importante” para entender el recorrido y conocer algunas de sus claves. “Es uno de los fotógrafos más influyentes del siglo XX, pero sigue siendo difícil pillarlo para mucha gente, tal vez porque a veces resulta frío y distante, por eso esas explicaciones, que recogen sus innovaciones y cambios, son imprescindible para entender los que han hecho progresar a la fotografía”, resumió Carlos Gollonet.
Otra de las salas traslada al espectador a la “prolífica y creativa” década de los años 60. “Es entonces cuando irrumpe en el estrecho panorama de la fotografía artística como un torbellino de ingenio que va a romper con todos los modelos tradicionales de presentación de la realidad”, añadió. Así, propone un recorridos por las salas de retratos y autorretratos, donde muestra una “clara ruptura con lo anterior”, así como otra de pantallas de televisión en las que ofrece su lado “humorístico e irónico”.
Por último, el comisario mencionó una seria de fotos de calles en las que muestra “un universo que se fragmenta y se destruye en un paisaje muy complejo que se acerca mucho más al arte pop”. Además, también hay desnudos “sin atisbo de mirada ‘voyeur’ o de erotismo, y el proyecto titulado ‘American monuments’, una serie con con encuadres originales donde “cuesta hasta encontrar el monumento”, concluyó.
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