Pandemia
Los hospitales de Castilla y León acumulan 1.290 muertos por COVID entre enero y mayo frente a los 1.575 registrados en el mismo periodo de 2021
Las residencias registran 83 fallecidos en lo que va de 2022, nueve menos que el ejercicio anterior
El COVID sigue muy presente. Y es que una cosa es superar la emergencia sanitaria y otra dejar atrás la pandemia. Los datos corroboran esta afirmación ya que los hospitales de Castilla y León acumularon 1.290 fallecidos por COVID-19 entre enero y mayo de este año, un número que es inferior a los 1.575 registrados en los cinco primeros meses de 2021. Eso sí, con la diferencia de que la primera parte del año pasado estuvo marcado por las restricciones al estar vigente el estado de alarma, que se levantó el 9 de mayo, con medidas como el toque de queda a las 22 horas, el cierre perimetral de la Comunidad, la limitación a cuatro personas de las reuniones familiares y sociales en lugares públicos y privados y la reducción del aforo en los lugares de culto. Frente a ese panorama, está lo ocurrido en 2022 con el levantamiento progresivo de todas las restricciones, incluida el fin de la obligatoriedad del uso de las mascarillas en el espacios interiores a partir del 20 de abril.
Las estadísticas de la Junta consultadas por la Agencia Ical muestran que el COVID se cobra cada semana la vida de entre 60 y 70 castellanos y leoneses, solo en los hospitales. No en vano, a esa cifra hay que sumar las personas que mueren en las residencias de mayores que en lo que va de año ascienden a 83, que supone nueve menos que los 92 contabilizados entre enero y mayo de 2021. Por lo tanto, la Comunidad acumula 1.373 fallecidos por coronavirus, al incluir los muertos en hospitales y en los centros residenciales.
Según los datos facilitados por la Consejería de Sanidad, a 31 de mayo, los hospitales de Castilla y León sumaban 7.721 frente a los 6.431 existentes el primer día del año. Es decir, 1.290 muertos que se reparten entre los 305 contabilizados en los complejos de la provincia de León, los 222 de Valladolid, los 178 de Burgos y los 176 de Salamanca. Por detrás, aparecen Zamora (134), Palencia (116), Ávila (81), Segovia (41) y Soria (37). Tras los muertos en las últimas semanas, León encabezó el listado de fallecidos por COVID en la Comunidad, con un total de 1.573, por delante de los 1.561 de Valladolid, los 1.088 de Salamanca y los 1.005 de Burgos. Todas ellas superan el millar de decesos.
Los fallecimientos registrados a lo largo de 2022 se han producido en un escenario de altísima circulación del virus por la elevada transmisibilidad de la variante Ómicron. Otra vez los datos evidencian esa afirmación, ya que de los 759.856 positivos confirmados el pasado martes contrastan con los 235.000 de un año antes. Es decir, más de medio millón más. El Gobierno de España justificó la retirada de la mascarilla en los interiores con los altos índices de vacunación frente al COVID, con el 92 por ciento de la población con la pauta completa, y el descenso de la incidencia, con la mayor parte del territorio en nivel de riesgo bajo.
Un mes antes de la obligación de llevar mascarilla en los interiores, salvo en los hospitales y centros de salud, centros sociosanitarios y residencias de mayores, además del transporte público, el Ministerio de Sanidad decidió poner fin a las cuarentenas de los casos positivos de coronavirus que fueran asintomáticos y también de los casos leves. La medida, que entró en vigor el 28 de marzo, suponía un paso más hacia la llamada ‘gripalización’ del virus.
Seis olas
A estas alturas y tras seis olas, a falta de que se confirme la séptima, el COVID se ha cobrado más de 7.700 vidas en los hospitales de la Comunidad. Sin duda, las primeras olas fueron las virulentas, cuando aún no se había comenzado la administración de la vacuna contra el coronavirus. La primera ola, que transcurrió desde el inicio de la pandemia en marzo de 2020 hasta el 21 de junio, se saldó con 2.049 fallecidos, seguida de los 1.808 contabilizados en la segunda oleada entre el 22 de junio y el 6 de diciembre de 2020). Las primeras vacunas llegaron a finales de ese año para las personas mayores de las residencias en medio de la tercera ola (del 7 de diciembre de 2020 al 14 de marzo de 2021), con 1.606 decesos en los hospitales de Castilla y León.
La generalización de las dosis contra el COVID entre los ciudadanos con más edad tuvo su incidencia en las posteriores olas como la cuarta (del 15 de marzo al 19 de junio de 2021), con 286 muertos, y la quinta (del 20 de junio al 13 de octubre pasados), con 409 fallecimientos. La declarada como sexta ola, que oficialmente comenzó el 14 de octubre, ya acumula cerca de 1.600 decesos.
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