Economía

Solo el 12% de los conectores para la recarga de vehículos eléctricos se hallan en áreas rurales de Castilla y León

Ninguno de las instalaciones de alta potencia disponibles en la Comunidad se encuentran en los pueblos

Distribución puntos de recarga en Castilla y León
Distribución puntos de recarga en Castilla y LeónECODESECODES

Solo el 12,3 por ciento de los conectores para la recarga de vehículos eléctricos en Castilla y León se encuentran en áreas rurales. Así lo desvela el informe “Puntos de recarga para la movilidad eléctrica en España” , realizado por la Fundación Ecología y Desarrollo -Ecodes- y el Observatorio de Sostenibilidad, donde se analiza la capacidad y despliegue de la actual red de recarga de vehículos eléctricos en la red de carreteras de España, con el objeto de valorar si permite el despegue del vehículo eléctrico como alternativa al motor de combustión.

En el caso de la Comunidad, la conclusión principal es clara: los núcleos urbanos, con un total de 215 puntos de carga de los 388 instalados y 592 conectores de los 1.021 disponibles, concentran la infraestructura de recarga. Las demás conexiones se distribuyen entre carreteras principales (101 y 303, respectivamente) y áreas rurales (72 y 126).

El informe también destaca de que ninguno de los 32 conectores de alta potencia disponibles en la Comunidad se encuentra en zonas rurales, lo que implica que haya un único conector de alta potencia cada 2.945 kilómetros cuadrados. Una situación de alarmante desequilibrio territorial que, además del precio, lastra la electrificación del parque de vehículos y la movilidad sostenible.

En la Comunidad, la actual distribución de puntos de carga se concentra al máximo en las áreas urbanas, condicionado por estrategias comerciales de oferta y demanda y se observa que los tramos más largos sin disponibilidad de carga se sitúan preferentemente en las áreas más interiores, quedando la franja costera mediterránea y del atlántico sur mucho mejor cubierta.

No desarrollar esta distribución de puntos de carga en todo el territorio condenaría a la España interior o medio rural a seguir apostando por el uso de vehículos de combustión interna, destaca el informe. Actualmente, en Galicia, Cantabria, La Rioja y Navarra no hay un solo conector de alta potencia. Y a estas comunidades se suman hasta 9 provincias: Castellón, Guadalajara, Guipúzcoa, Huesca, Jaén, Palencia, Segovia, Soria y Teruel.

Es decir, en el 28 por ciento de la superficie de la España peninsular no hay ni un solo punto de carga público de alta potencia. Algo que carece de toda lógica en un momento en el que la seguridad e independencia energética es la prioridad absoluta de Europa desde el comienzo de la guerra en Ucrania.

Y es que la realidad está clara, existe un punto de carga cada 349 kilómetros cuadrados en la España rural frente a cada 4,11 kilómetros cuadrados en las áreas urbanas.