Naturaleza
El osezno de la osa que se despeñó en la Montaña Palentina está vivo
Los equipos de grabación automática instalados en las diferentes cavidades de la osera han registrado imágenes de la cría en buenas condiciones
Buenas noticias en la Montaña Palentina. Y es que durante esta última noche, los equipos de grabación automática instalados en las diferentes cavidades de la osera han podido registrar imágenes del osezno en buenas condiciones, según informan fuentes de la Consejería de Medio Ambiente.
Los técnicos de la Junta y de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León monitorizan la cueva desde el pasado lunes con cámaras endoscópicas y pértigas, pudiendo confirmar entonces que la osa estaba viva, aunque se desconoce el alcance de las lesiones.
Los trabajos de control y seguimiento de agentes medioambientales y celadores de la Consejería de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio y Patrullas Oso de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León sobre la osa adulta y su osezno, que sobrevivieron al ataque de un oso en la Montaña Palentina y se refugiaron en una osera, siguen avanzando.
Durante esta última noche se ha podido finalmente confirmar que el osezno se encuentra con vida, con el registro de imágenes en la entrada de la cueva, gracias a las cámaras instaladas.
Ahora la prioridad es seguir aportando alimentación de soporte, tanto a la osa como al osezno, e intentar comprobar el alcance de las lesiones de la osa para valorar su viabilidad, o si, por el contrario, el osezno tuviera que ser capturado para lograr su supervivencia y llevado a instalaciones especializadas hasta que alcance el peso y edad adecuadas.
Este protocolo ya se aplicó con éxito en los años 2019 y 2020 con los oseznos Saba y Éndriga, que, tras su paso por las instalaciones de aclimatación en condiciones de semilibertad que la Junta posee en la finca de Valsemana (León), pudieron ser reintroducidos con éxito en la Cordillera Cantábrica.
Los técnicos de la Junta y de la Fundación Patrimonio Natural de Castilla y León monitorizan la cueva desde el pasado lunes con cámaras endoscópicas y pértigas, pudiendo confirmar entonces que la osa estaba viva, aunque se desconoce el alcance de las lesionesdebido a la imposibilidad de acceso a la zona, ya que la cueva tiene una longitud de galería de más de 15 metros. Las cámaras de visión en tiempo real instaladas en la entrada de la cavidad han permitido captar ahora los movimientos del osezno.
Al parecer, un macho adulto de oso pardo, en plena época de celo, se enfrentó a una hembra acompañada de una cría, acabando los dos adultos despeñados por un gran cortado de varias decenas de metros.
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