Economía
Castilla y León consume 46.000 toneladas menos de carburantes que antes de la pandemia hasta abril
Rafael Pizarro arremete contra el Gobierno por su gestión de la crisis, denuncia los problemas de tesorería que sufren y lamenta que la bonificación no discrimina por renta
Castilla y León sigue lejos de sus niveles prepandemia en consumo de carburantes en el primer cuatrimestre del año, con casi 46.000 toneladas menos, en un contexto de inflación galopante, desaceleración del crecimiento de la economía y apuesta por la movilidad sostenible, aunque se gasta más que en los mismos meses del año pasado, muy marcados por la COVID.
El presidente de la Agrupación de Vendedores al por Menor de Carburantes y Combustibles de Castilla y León (Avecal), el burgalés Rafael Pizarro, advierte de que a medida que se avancen nuevos datos se podrá constatar un “parón importante en el consumo” en una situación que “da vergüenza y no puede aguantar nadie”. A su juicio, la gente “hará un sobre esfuerzo en vacaciones, pero en septiembre pintarán muy feas” y se terminará de hundir el mercado y la recuperación porque no hay visos de que la escalada se detenga. “Se producirá un frenazo total a la economía”, vaticina.
Asimismo, denuncia los enormes problemas de tesorería que sufren las estaciones de servicio y carga contra el Gobierno, que ahora baraja elevar la bonificación por litro otros diez céntimos, cuando no ha abonado en muchos casos las aportaciones de mayo. En este sentido, critica duramente una medida que no discrimina por renta, de la que se aprovechan desde el extranjero en las fronteras y los veraneantes, cuando se podía hacer a través del IRPF, conforme a las rentas.
Las cifras
Los datos publicados por la Corporación de Reservas Estratégicas de Productos Petrolíferos (CORES) indican que en Castilla y León se consumieron para transporte 597.964 toneladas entre enero y abril, un 10,4 por ciento más que en el mismo periodo de 2021 (541.694), aunque el dato representa un 7,1 por ciento por debajo del dato prepandemia (643.767).
La mayor movilidad de particulares respecto al año pasado y el encarecimiento del carburantes provocó un crecimiento del consumo de la gasolina 95 del 33,6 por ciento, hasta las 83.237 toneladas; frente a una merma del 3,7 por ciento de la 98, con 3.960. Asimismo, el consumo de gasóleo por la mayor actividad económica que en 2021, se incrementó un 7,5 por ciento, con 510.767 toneladas. Sin embargo, en comparación a 2019, sólo se elevó el consumo de gasolina 95, un 5,5 por ciento, mientras que la 98 se desplomó un 24,4 por ciento, y el gasóleo mermó un 7,1 por ciento.
Un auténtico disparate
El presidente Avecal, Rafael Pizarro, constató que la escalada de precios responde esencialmente a la situación de los mercados internacionales por la guerra de ucrania, agravado ahora por la ruptura de relaciones con Argelia, por reconocer el plan marroquí sobre el Sáhara Occidental. La escasez de gas “hace que suba todo” y se disparen los precios, dijo, porque las crisis actuales de la guerra y las malas relaciones africanas se unen a una “gran demanda”, con la reactivación económica tras la pandemia. “Había más demanda que oferta”, dijo.
Pizarro expuso que en este contexto las estaciones de servicio lo están “pasando francamente mal” porque “los precios son un auténtico disparate” y una “parte muy importante” se la llevan los “comisionistas, que ganan por litro” y “cuanto más caros, menos litros se venden y menos ingresos”. Además, reprochó que si la operación de repostaje se hace con tarjeta profesional “un tercio de lo que se ingresa se va a la comisión bancaria”, dos céntimos por litro de los seis que ganan, es decir, el uno por ciento por transacción a dos euros el litro.
Aseveró que entorno al 50 por ciento del precio que abona el consumidor son impuestos, lo que les convierte en recaudadores de más de 20.000 millones para sostener el estado del bienestar, y encima el Ejecutivo les exige adelantar 20 céntimos por litro de bonificación, lo que les está generado enormes problemas de tesorería, cuando hay gente que “todavía no ha cobrado mayo”.
El alto ejecutivo lamentó además la “incertidumbre tremenda” que viven y defendió que “las cosas se deben hacer de otra manera”, porque ahora se plantean elevar la bonificación otros diez céntimos, “y ni siquiera se han puesto en contacto con el sector”.
Pizarro también criticó este sistema porque es “lineal” para todos, tanto para el rico como para el pobre, para un extranjero que viene de vacaciones o para el que cruza la frontera. Así, apeló que se presenten facturas a la declaración del IRPF y se ayude a quienes lo necesitan de verdad. “Esto es un desastre”, dijo, para trasladar que existe “mucho margen” para bajar precios a través de impuestos, el IRPF, el IVA o los Especiales. “Cada vez nos parecemos más a las economías hispanoamericanas, esto no se ve ni en Venezuela”, resumió.
Provincias
El consumo por provincias, respecto al año anterior, descendió en Palencia (37.592 toneladas), un 24,7 por ciento; en Zamora (59.915), un 3,9 por ciento; y en Soria (26.084), un 0,4 por ciento. Por el contrario, aumentó a dos dígitos en Burgos (92.719 toneladas), un 27,6 por ciento; en León (117.125), un 21,9 por ciento; en Valladolid (106.094), un 21,1 por ciento, y en Ávila (30.609), un 10,4 por ciento. Además, se elevó en Salamanca (90.449), un 7,9 por ciento; y en Segovia (37.377), un seis por ciento.
En cuanto al consumo respecto a 2019, antes de la pandemia, sólo se elevó en León y Valladolid, un 8,6 y dos por ciento, respectivamente, y se contrajo un 24,4 por ciento en Soria; un 19,5 por ciento en Zamora; un 14,3 por ciento en Segovia; un 13,4 por ciento en Palencia; un 13,2 por ciento en Ávila; un 10,2 por ciento en Burgos; y un siete por ciento en Salamanca.
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