Ferrán Adriá, embajador de Atapuerca

El prestigioso chef y copropietario de elBullirestaurante, Ferran Adriá, es ya oficialmente nuevo embajador de Atapuerca, el quinto de la Fundación. Y lo es tras haber sido nombrado como tal en un sencillo acto en la sierra burgalesa que se encuentra en estos momentos en plena campaña de excavación, presidido por los tres codirectores Juan Luis Arsuaga, Eudald Carbonell y José María Bermúdez de Castro, quienes han agradecido al restaurador su compromiso, con el que respalda el Proyecto Atapuerca.

Adriá, que recibió un diploma acreditativo, de una tarjeta de acreditación y de una insignia frente al yacimiento de la Galería, en la Trinchera del Ferrocarril, aseguraba que se enamoró de la historia durante una visita que hizo a Atapuerca. “Si no conoces la historia, no conoces el presente”, decía el cocinero mientras explicaba desde hace varios años está intentando descifrar el genoma de la cocina y que ha sido fantástico todo lo que ha aprendido en Atapuerca de los tres codirectores.

De hecho, las hipótesis y teorías de los científicos sobre la evolución humana en Atapuerca son para Adriá “un referente” que utiliza para elaborar un “amplio estudio” sobre la cocina, donde “la historia ocupa un papel fundamental”.

Ferrán Adriá se refería a su colección de libros dedicados a la Historia de la Restauración Gastronómica en Occidente, ‘Los orígenes de la cocina’, editados por Bullipedia, cuyo primer volumen fue ‘Paleolítico y neolítico’ y al que le seguirán otros siete volúmenes más que completarán en 2024 la colección.

La Fundación Atapuerca firmó en 2016 un convenio de colaboración con la Fundación el Bullifoundation para cooperar en estudios sobre la historia y la evolución de la gastronomía. Gracias a este acuerdo, la Fundación Atapuerca actúa como consultora en sus preguntas relacionadas con la Prehistoria e identifica para cada caso concreto a los científicos adecuados, facilitando su colaboración para conseguir la información necesaria.

El codirector del proyecto Atapuerca, Juan Luis Arsuaga, destacaba en el acto que “lo local y lo universal pueden estar relacionados” y que “éste es el milagro de la cocina y de la gastronomía”. “Los restaurantes forman parte de la geografía local, se extiende por todo el mundo y se conoce por todas partes”, decía Arsuaga, mientras aplaudía que este reconocimiento le da la llave para entrar en los yacimientos sin pedir permiso”.

Arsuaga, además, aprovechaba este acto para hacer público que durante una hora, el nuevo Embajador y su mujer, así como el cardiólogo y novelista y uno de los jugadores de baloncesto más relevantes de los años 70 y 80, Juan Antonio Corbalán trabajarán ‘in situ’ en las excavaciones arqueológicas de la sierra burgalesa para que “se ganen la comida”.

La Fundación Atapuerca creó la figura de ‘Embajador de la Fundación Atapuerca’ en 2017 para reconocer y fomentar la implicación personal en el apoyo al Proyecto Atapuerca, y en darle mayor visibilidad pública. La Fundación considera esencial para la continuidad de este proyecto científico de prestigio mundial implicar en su divulgación a personas que por distintas razones puedan contribuir a que el Proyecto Atapuerca consolide el amplio respaldo social del que goza.

Hasta ahora, la Fundación Atapuerca ha nombrado embajadores a Olvido Gara (Alaska), que excavó en Atapuerca hace años; y Embajadores a Juan Antonio Corbalán, cardiólogo, novelista y uno de los jugadores de baloncesto más relevantes de los 70 y los 80; a Santiago Jiménez, fallecido en agosto de 2020, que fue director del Museo de Arnedo en La Rioja y eficaz valedor de Atapuerca; y a Alberto Velasco, ex director de Relaciones Institucionales de Mahou San Miguel, principal apoyo de los yacimientos durante varios años.

Los próximos nombramientos serán los de Ignacio Mariscal, consejero delegado de Reale, el lunes 11 de julio; y el 20 de julio el también cocinero Andoni Aduriz.

.