Peñafiel: el gran escaparate de la agroalimentación en Castilla y León

Peñafiel, villa vallisoletana milenaria y agraria, además de cuna de los vinos de la Ribera del Duero, tiene también un potencial alimentario importante, con el cordero lechal como plato estrella, pero también con el queso Flor de Esgueva y las galletas de Santiveri, como productos gastronómicos de relevancia. Un municipio abrazado por su medieval castillo en lo alto -sede también del Museo Provincial de Vino de Valladolid que gestiona la Diputación- y actualmente inmerso en unas obras de ampliación de la barbacana que permitirán antes de que termine este año según las previsiones una visita integral a la fortaleza y no solo de una parte, como hasta ahora.

La villa peñafielense tiene un enorme potencial turístico también, ya que cuenta con varios monumentos importantes, entre ellos las iglesias de San Pablo, de San Miguel de Reoyo o de Santa María, sede del Museo de Arte Sacro, además de la medieval y única plaza del coso, donde se celebran los festejos taurinos de agosto en las fiestas patronales y ahora también en mayo desde este año, así como la tradicional Bajada del Ángel del Domingo de Resurrección, declarada de Interés Turístico Nacional, y que atrae cada año a miles de personas al municipio ribereño.

Pues todo esto, turismo, gastronomía y agroalimentación, es lo que ahora se va a unir en torno al Centro de Promoción de Agrolimentaria de Castilla y León, inaugurado este viernes con retraso debido a la pandemia, ya que el proyecto se inició en 2018 con varias inversiones, entre ellas la colocación de una copa de vino gigante como monumento en un pequeño parque que está justo enfrente, con un acceso directo al centro.

Ubicado en pleno casco histórico de Peñafiel, en la plaza de San Miguel de Reoyo, este Centro de Promoción Agroalimentaria de Castilla y León será a partir de ahora el “gran escaparate” que tendrán las empresas agroalimentarias de la Comunidad, el sector primario, puesto que allí tendrán las puertas abiertas para realizar cualquier actividad que les ayude a dar a conocer sus productos, como catas, degustaciones, talleres, jornadas o exposiciones, entre otras. De hecho, el espacio, de tres plantas, cuanta con una cocina bien equipada para elaborar los productos que sean necesarios.

“Será un centro dinámico y muy vivo, que se aprovechará también del gran tirón turístico que tiene Peñafiel”, destacaba en la inauguración el alcalde de la Villa peñafielense, el popular Roberto Díez, convencido de que este espacio será un “revulsivo” tanto para el municipio y su comarca, como para las empresas agroalimentarias de la Comunidad.

El edificio, una casa burguesa decimonónica cedida al ayuntamiento por un vecino, ya acogió hace años un Museo de la Radio, y aúna el carácter de vivienda tradicional con el nuevo uso que se le quiere dar.

En la planta baja se encuentra la recepción de visitantes para información general, realización de eventos promocionales y zona de degustación, donde se encuentra también la cocina.

La primera planta enseña al visitante la cocina tradicional de Castilla y León y los platos identificativos de las nueve provincias, además de los productos agroalimentarios de Peñafiel y su comarca y las diferentes familias de productos agroalimentarios de Castilla y León con identificativos y marcas de calidad garantizadas.

En la segunda planta se muestra un audiovisual dedicado al lechazo, producto estrella de la gastronomía de Peñafiel, y hay una zona expositiva, ‘De oficios y beneficios’, para dar visibilidad a algunos de los muchos vinculados a la alimentación.

La primera de la muestras que ya puede verse, organizada y preparada por la Universidad de Valladolid de la mano de José Luis Alonso Ponga, tiene como protagonista a los pastores, en la que pretende ilustrar este oficio, el del pastoreo, “desde el mito, lo religioso y literario”, decía el comisario de la exposición, quien señalaba que en el apartado de los ‘beneficios’, presentados bajo el epígrafe “del campo a la mesa”, se enseñan algunos de los productos alimenticios proporcionados por ese ganado que el pastor ha cuidado. “Queremos mostrar lo que es este mundo y explicar porqué están ahí el lechazo y los quesos”, apuntaba.

En la tercera planta hay una zona de comunicación y un espacio que podrán utilizar los empresarios y hosteleros de Peñafiel y comarca para que puedan mostrar sus productos y elaboraciones.

El consejero de la Presidencia, Jesús Julio Carnero, era el encargado de inaugurar el Centro, que ya impulsó hace cuatro años cuando era presidente de la Diputación de Valladolid. Carnero destacaba las posibilidades y oportunidades que ofrece este nuevo espacio agroalimentario de Peñafiel “como elemento dinámico” para expresar lo que es la localidad y la comarca, la Ribera del Duero, y su potencial agroalimentario.

“En este centro se muestra la manera de ser de los castellanos y leoneses de antes pero también lo que somos y lo que hacemos y lo que tenemos que seguir expresando para conquistar el futuro”, decía el consejero, mientras recordaba la vocación municipalista de Castilla y León, que refrendaba con los más de 20 millones de euros que se van a destinar a los municipios este año dentro de los Fondos de Cohesión, de los que 3,2 millones se dirigen a la provincia de Valladolid, y 66.000 euros a la localidad de Peñafiel, un dinero que ha servido, entre otras cosas, para equipar este centro agroalimentario.

Finalmente, ponía en valor la colaboración público-privada que ha existido en este proyecto que en su opinión debe seguir primando siempre independientemente de los colores políticos.

El presidente de la Diputación de Valladolid, Conrado Íscar, por su parte, aseguraba que este espacio agroalimentario pone una vez más de relieve la “calidad” que tiene la provincia de Valladolid. Un centro ya de referencia que acompaña al Museo del Vino que abrieron hace más de 20 años, y “que apuesta por el sector primario”, por lo que siempre -decía- contará con la cooperación de la institución provincial.

Íscar destacaba también las posibilidades que se abren también para la marca Alimentos de Valladolid, “que cada vez cuenta con más productores y empresas”, apuntaba, y dejaba la puerta abierta a promover las visitas a Peñafiel uniendo el Museo del Vino con este nuevo Centro de Promoción Agroalimentaria de Castilla y León.