Al borde de la exclusión severa uno de cada seis hogares de Castilla y León

Uno de cada seis hogares de Castilla y León, que suponen el 18 por ciento del total, se encuentra al borde de una situación de exclusión severa. Una situación que ha crecido en un 54 por ciento entre las personas más frágiles, según el informe de Cáritas de la Comunidad, presentado este lunes por el arzobispo electo de Valladolid, Luis Argüello, y el presidente de la entidad, Jesús Martín de Lera.

La brecha de género, de nacionalidad y de edad dentro de un contexto de pandemia aún vigente, las consecuencias de la guerra en Ucrania y el alza de precios, son las principales preocupaciones emanadas de este informe. «Lo que vemos es que las dificultades van a crecer, por eso vamos a necesitar más recursos pero también personas dispuestas a dar tiempo de calidad para acompañar, intercambiar a través de una relación horizontal con el beneficiado y no desde la superioridad que dar el hecho de saber que es quien le va a pagar una factura», ha apuntado Argüello.

Cáritas, a través de sus once diócesis en Castilla y León, manejó en 2021 un presupuesto de 35,5 millones de euros, de ellos 24,6 suministrados por fuentes privadas y 10,8 procedentes de fondos públicos, que sirvió para atender a 122.611 personas a través de diversos programas. El programa de Acogida y Asistencia benefició a 73.335 personas, la mayor cifra y absorbió buena parte del presupuesto (6 millones), como consecuencia del aumento de la exclusión social en el 18 por ciento de los hogares: 101.000 personas, un 31,1 por ciento más respecto a 2018, debido a la incidencia de la pandemia.

«Nos preocupan las familias, el aumento de los precios, de los suministros, de la cesta de la compra, ahora de nuevo y con mayor intensidad», ha apuntado por su parte el sacerdote Antonio Jesús Martín.

Martín ha llamado la atención sobre los inmigrantes carentes de una situación administrativa irregular, «personas invisibles» que por tanto «no pueden acceder a ingresos y rentas mínimas, y a otro tipo de ayudas por cauces oficiales», entre los cuales figuran numerosos ucranianos que no llegan a través de los canales institucionales, ha apostillado, y que la crisis sanitaria económica tiene rostro femenino en forma de exclusión.