Agricultura

El campo de Castilla y León registra unos daños de 45,4 millones en el primer semestre, según Agroseguro

Los cultivos de herbáceos extensivos fueron los que arrojaron unas mayores indemnizaciones, con 22,9 millones

Cultivo de cereal listo para ser cosechado
Cultivo de cereal listo para ser cosechadoSergio Gomez

El campo de Castilla y León registró en el primer semestre del año unos daños de 45,4 millones de euros, de un total de 515 millones en todo el país, según las indemnizaciones estimadas por Agroseguro. En el conjunto del país, se produjo un aumento de la siniestralidad del 12 por ciento, puesto que entre enero y junio de 2021 se contabilizaron 458 millones y en este periodo de 2020, 353 millones, un 25 por ciento menos.

Esto, según informó Agroseguro, constata, de nuevo, el aumento de los fenómenos meteorológicos cada vez más adversos y graves durante la última década, y muy especialmente desde 2017, resultando en ratios de siniestralidad por encima del equilibrio en cinco de los últimos seis años.

Enero y febrero de 2022 fueron meses relativamente estables atmosféricamente, registrando únicamente siniestros puntuales por viento en plátano en las islas Canarias y en cultivos de cítricos del litoral mediterráneo, así como heladas de carácter muy local en frutales y algunas hortalizas de producción invernal, como alcachofa y lechuga, en la Región de Murcia. La falta de lluvias durante todo el invierno acrecentó la incertidumbre sobre la evolución de los cereales, pero, por fortuna, marzo discurrió con lluvias frecuentes y generalizadas en todo el territorio nacional, y muy especialmente en el este y mitad sur de la península.

La llegada del mes de abril se caracterizó por las intensas heladas sufridas en gran parte del país durante los primeros días del mes, que causaron elevadísimas pérdidas de producción en cultivos cuyo ciclo anual se encontraba en floración o en estadios iniciales de crecimiento de brotes y frutos, así como en aquellos otros que presentan una gran sensibilidad a bajas temperaturas en estado de maduración.

No solo las bajas temperaturas –hasta menos ocho grados en algunos puntos del interior–, sino también su persistencia durante las horas nocturnas originó graves daños en los cultivos de frutales, almendro, cereza, hortalizas de ciclo invernal y caqui, además de afectar a algunas zonas de viñedo y al rendimiento de determinados cultivos herbáceos extensivos.

Los meses de mayo y junio han registrado, en general, temperaturas excesivamente altas (con olas de calor en todo el territorio durante el mes de junio) y prácticamente sin precipitaciones. Esto ha provocado que se haya acrecentado la sequía existente en el nordeste y sur peninsular, así como los daños por asurado en el centro y meseta norte del país. Esta situación está afectando fundamentalmente a los cultivos herbáceos, más sensibles a este tipo de eventos. De hecho, se han contabilizado unas indemnizaciones en la Comunidad de 22,9 millones.

También en estos dos últimos meses se han producido tormentas de pedrisco: en mayo fueron de gran intensidad en Castilla-La Mancha (sobre todo Albacete) y en la Región de Murcia, con la uva de vino y la fruta como principales cultivos afectados, y en junio se hicieron sentir en Aragón y Castilla y León, donde provocaron daños en cultivos herbáceos y fruta. En ambos eventos también se vieron afectadas algunas hortalizas como el brócoli, la cebolla, la lechuga, la patata o el tomate, entre otros.