Sociedad
El “pinchazo” del Húmedo leonés era de un insecto
Los análisis médicos descartaron que se tratara de un caso de sumisión química
Decenas de mujeres de entre veinte y treinta años han denunciado en las últimas semanas que han las han pinchado -con la aguja de una jeringuilla, explican la mayoría- en brazos y piernas cuando estaban disfrutando de algún evento multitudinarios, como conciertos, festivales, fiestas populares e incluso en alguna discoteca de toda España. De hecho, las fuerzas de seguridad del Estado investigan al menos 60 denuncias de “pinchazos”.
No recordar nada, confusión, rigidez en los brazos, pérdida de la voluntad, son algunos de los síntomas que dicen haber tenido, aunque salvo una, en el resto no se han encontrado restos de ninguna droga, por lo que muchos investigadores y expertos, teniendo en cuenta que pinchar con una jeringuilla requiere un tiempo para que el líquido se inocule en el organismo, creen que se puede estar ante una moda juvenil o la gracia de muchos jóvenes que ven en ello poco menos que una travesura o gamberrada a pesar de las consecuencias que pueden tener si les pillan.
Tal es así que, desde la Policía y Guardia Civil avisan de que, en cualquier caso, se trata de una agresión, por lo que insisten en l a conveniencia de denunciar, porque solo así se puede abordar esta problema de forma completa.
El caso es que en León, el pasado jueves una joven de 22 años fue atendida en el Complejo Asistencial Universitario de la capital leonesa después de manifestar que podría haber sido víctima de un pinchazo químico al notar un fuerte escozor cuando se encontraba en un establecimiento del Barrio Húmedo de la ciudad pasadas las tres de la madrugada.
La chica, que llamó a su padre quien la acompañó al centro sanitario, tenía un ligero dolor de cabeza, pero no había perdido la conciencia y descartó haber sido objeto de ningún tipo de ataque sexual.
De hecho, tanto en todos los casos detectados en España no ha habido víctimas de posteriores delitos sexuales y se rechaza de momento que el móvil de estas accones sea cometer un delito sexual por sumisión química.
Pero los resultados de los análisis médicos descartaron que se tratara de un caso de sumisión química. De hecho, parece ser que el pinchazo no fue más que la picadura de un insecto por la herida que presentaba en su cuerpo, aunque la Policía mantiene la investigación abierta.
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