El Canal de Castilla, corredor ecológico y cultural

El Canal de Castilla se construyó entre los siglos XVIII y XIX, concretamente entre los años 1753 y 1849, para favorecer el transporte del cereal desde la meseta castellana hasta los puertos del norte de España. Una obra de ingeniería hidráulica espectacular en la época, en plena Ilustración española, que algunos, como la presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, comparan con la fibra óptica de este siglo XXI, que quedó paralizada tras la irrupción del ferrocarril, que impidió su desarrollo e impulso definitivo.

Pero el Canal de Castilla se ha consolidado en las últimas décadas como recurso turístico de relevancia a lo largo y ancho de los 207 kilómetros por los que discurre su cauce en las provincias de Palencia, Valladolid y Burgos, como así se pone de manifiesto en los datos de visitantes, y ahora se le pretende dar unnuevo impulso como corredor ecológico y cultural.

Al menos así se desprende del anuncio que ha hecho este jueves la presidenta en funciones de la Confederación Hidrográfica del Duero (CHD), Diana Martín, durante la inauguración del IV Congreso Internacional Canal de Castilla “Paisaje Cultural de Castilla y León”, que se desarrolla en la capital palentina desde hoy hasta el próximo sábado, y donde se van a debatir los nuevos usosque se le quieren dar a este canal, ligados principalmente al turismo pero también a la industria. Un encuentro en el que también se abordará el abastecimiento y riego o las estrategias de gestión, gobernanza y participación, y en el que se ahondará igualmente en la dimensión patrimonial de los paisajes del agua.

La CHD invertirá cerca de 10 millones de euros, en concreto 9,6, dentro de la Estrategia 2021/2024 que lleva a cabo este organismo estatal de la Cuenca del Duero, que contempla la restauración y modernización de las infraestructuras del canal, la consolidación de las edificaciones vinculadas, la integración en el entorno y el paisaje, así como la optimización de la gestión en el uso del agua, con el impulso a la constitución de comunidades de regantes, así como la modernización de las zonas regables.

Objetivo: impulsar su conservación y ponerla en valor. De hecho, el proyecto actual recoge actuaciones a en todo el recorrido eincluye el establecimiento de cobertura vegetal autóctona en todo el recorrido, el acondicionamiento de los caminos de sirga y de las zonas de esparcimiento aledañas, así como la adecuación de las zonas húmedas.

Larga vida al canal

La presidenta de la Diputación de Palencia, Ángeles Armisén, por su parte, reivindicaba el potencial del Canal de Castilla a nivel turístico, así como su legado histórico, pero también y sobre todo por lo que supone en aquellos municipios que encuentran nuevos usos a sus aguas.

Armisén, además, apuntaba en este Congreso que desde la Diputación de Palencia y desde el Consorcio para la Gestión turística del Canal se lleva este compromiso a sus acciones y presupuestos, al ser una prioridad estratégica, al que se pone de manifiesto conla inclusión del Canal en la Red de Destinos Turísticos Inteligentes, como modelo innovador donde esta infraestructura es pionero.

“No nos valen los textos o las imágenes, porque hay que vivirlo y ser canalero por un rato para saber incorporar esa experiencia a las decisiones, que sería una seña más de una actuación conjunta y coordinada, que se convierte en uno de los objetivos de este Congreso”, destacaba la presidenta de la institución provincial palentina, en declaraciones recogidas por Ical.

Finalmente, Armisén aseguraba que este Canal tiene y tendrá una larga vida, porque combina turismo, industria, patrimonio, cultura o agricultura.

Será el cuarto cónclave sobre este emblemático y romántico canal, tras los celebrados en 1990, 2004 y 2010, y del que saldrá una hoja de ruta sobre lo que se pretende en el futuro de esta obra de ingeniería civil.

Objetivo: ofrecer respuestas a la sociedad al futuro de un legado excepcional, así como a las administraciones responsables, con un conjunto de experiencias que orienten las buenas prácticas en su gestión; y ayudar a identificar los problemas que plantea la gestión de estos conjuntos, aportando ideas y experiencias imaginativas.