Infraestructuras
¿Cuál es la localidad más pequeña de España con una estación de AVE?
Se trata de un municipio en la provincia zamorana que cuenta con 24 vecinos y una monumental iglesia con un tesoro en su interior
Puede un pequeño pueblo de apenas una veintena de habitantes albergar una monumental estación de AVE en España. La respuesta es sí y una realidad desde el pasado año. Hasta entonces este curioso ranking lo encabezaba un municipio en la provincia de Huesca, concretamente el de Tardienta. Durante varios años tuvo ese honor, pero todo ello cambió el 22 de julio de 2021, cuando se inauguraba una estación en una pequeña localidad en la provincia de Zamora. Concretamente en Otero de Sanabria, a escasos kilómetros de Puebla de Sanabria.
¿Pero por que aquí? La razón hay que buscarla en que la estación de Puebla, que uno no debe perderse por su belleza, no tenía las condiciones necesarias, por su orografía y colocación, para albergar una infraestructura de tan alto calado. La estación en sí, está pensada para toda la comarca de Sanabria y forma parte de la línea férrea de alta velocidad que une Olmedo con Galicia, entre las estaciones de Zamora y Porta de Galicia. Aunque la línea se inauguró en 2020, los trenes solo circulaban sin parada comercial o para paradas técnicas, y durante casi nueve meses se tuvo que establecer una servicio de carretera entre Puebla de Sanabria y La Gudiña.
Una línea que fue planificada allá por el año 2007, pero la crisis económica la fue retrasando hasta que el Gobierno de Mariano Rajoy la retomó una década después para hacerse realidad el pasado año y el sueño de llegar a Madrid desde estas tierras en menos de dos horas, concretamente una hora y 56 minutos. Eso sí, el volumen de pasajeros no es muy amplio y si uno espera encontrarse con una estación con cafetería o tiendas que se vaya olvidando. El silencio predomina en estos lares, solo interrumpido por la llegada de los trenes, cuatro diarios. Y en algunos de ellos no se baja ni sube nadie. En verano suele haber más movimiento.
Pero eso sí, esta localidad además del encanto de sus vecinos cuenta con un pequeño tesoro desconocido para gran parte de los españoles: la iglesia parroquial de Santo Tomás Apóstol, que alberga en su interior una gran multitud de punturas que cubre su techado, y que se conoce como la pequeña “Capilla Sixtina” sanabresa. Una pequeña iglesia que acumula una gran diversidad de estilos arquitectónicos, desde el visigótico al románico, pasando por toques mudéjares, renacentistas y barrocos.
Y en sus cubiertas y columnas, dibujos realizados en el año 1773 por Petrus Sopeña, donde se pueden ver ciudades idealizadas acompañas por figuras vegetales y animales. Una Iglesia que se puede visitar todavía en este mes de octubre, aunque en fines de semana únicamente.
Y a escasos kilómetros de esta localidad dos lugares imprescindibles que uno no de puede perder. Por un lado Puebla de Sanabria, una villa medieval y uno de los pueblos más bonitos de España, con calles empedradas y fachadas y balconadas coloridas que respetan la arquitectura tradicional. Y en la cumbre un castillo que merece la pena visitar sin olvidar la paz que irradia el frío río Tera a su paso por la localidad con una vereda paseable.
Y a escasa distancia, para los amantes de la naturaleza el siempre enigmático Lago de Sanabria, el más grande de España, un paraje espectacular, con infinidad de posibilidad, sobre todo senderistas y para los amantes de la bicicleta.
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