Proponen un reconocimiento conjunto para las ciudades que celebran la Bajada del Ángel

La localidad burgalesa de Aranda de Duero volvió a recrear hoy su tradicional Bajada del Ángel, Fiesta de Interés Turístico Regional, que se celebra cada año el Domingo de Resurrección. La ciudad arandina acogió hoy un encuentro de ciudades españolas que celebran esta fiesta, con la asistencia de los alcaldes de Peñafiel (Valladolid), Roberto Díez y Muros (La Coruña), Inés Monteagudo. Ambos dirigentes pudieron disfrutar en primera persona de este evento, que también se celebra en sus respectivos municipios, aunque con algunas variaciones.

El evento dio comienzo en el Ayuntamiento de Aranda de Duero, donde la alcaldesa Raquel González dio la bienvenida a los alcaldes, poniendo en valor esta fiesta tan importante para Aranda, que según explicó cuenta con una gran tradición, y cada año reúne a cientos de personas. Por su parte, la alcaldesa de Muros señaló que se trata de un evento “muy bonito” que se da en muy pocos sitios de España, algunos de ellos tan “distintos y separados” como Muros y Aranda de Duero.

Así, indicó que en su localidad se desarrolla de una forma similar al arandino, aunque tiene una mayor duración y allí se denomina ‘Fiesta de la Palomita’. Además, allí, una vez el ángel de la Resurrección baja del cielo a bordo de un globo azul, anuncia a María la resurrección de su hijo con la frase “No más luto, Reina Soberana, tu hijo ha resucitado”.

El alcalde de Peñafiel, Roberto Díez, explicó que la ‘Bajada del Ángel’ de su localidad, Fiesta declarada de Interés Turístico Nacional se celebra siempre en la Plaza del Coso, aunque también guarda muchas similitudes con la Bajada de Aranda. “Es el momento en que más visitantes recibimos. Hay un interés importante por las tradiciones”, afirmó, poniendo en valor la importancia de este tipo de celebraciones, que generan “riqueza y vida en el medio rural”. Así, destacó la importancia de “apostar” por seguir promocionando las tradiciones, también de forma conjunta, y señaló que en los próximos años quieren abordar el reconocimiento de esta fiesta como de Interés Turístico Internacional.

Reconocimiento conjunto

Durante su intervención ante los medios de comunicación, la alcaldesa de Aranda de Duero propuso a los alcaldes de Muros y Peñafiel unirse para pedir un reconocimiento conjunto para las localidades que acogen esta Fiesta de la Bajada del Ángel, recordando que se celebra en muy pocos lugares de la geografía española. Una propuesta que fue aprobada por ambos ediles, e incluso la alcaldesa de Muros señaló que se podría crear un “itinerario cultural para las Palomitas de España”, en alusión al nombre que recibe su fiesta.

Explicó así que en Muros estuvo hablando con la parroquia encargada de llevar a cabo esta fiesta, pedir la declaración de la Semana Santa de Muros como de Interés Turístico Gallego, aunque ella quería centrarlo más en la Fiesta de la Palomita, que aseguró que es “singular, distinto y no se realiza en otro sitio de Galicia”.

Ante esta propuesta, Raquel González indicó que se podría organizar en Muros o Peñafiel otro encuentro de ciudades que celebran esta fiesta, de forma que los alcaldes puedan ver cómo se realiza allí, dado que no tienen la oportunidad de viajar el Domingo de Resurrección para verlo, porque tienen que estar en sus ciudades.

Segunda oportunidad

Ana Maté del Pozo, la pequeña que el pasado mes de abril tuvo la oportunidad de anunciar a la Virgen de la Misericordia el regreso de su hijo Jesús, volvió hoy a colocarse sus alas y sobrevolar el cielo arandino. A las 12.10 horas, el globo que simboliza una nube se abrió y de él emergió la pequeña, que lanzó al aire dos palomas y la pequeña descendió hasta la Virgen para retirar el manto negro que portaba, logrando así su ansiado reencuentro con Cristo Resucitado.

A diferencia de la vez anterior, donde el enganche que unía a la menor y su globo se quedó atascado, la pequeña pudo descender sin problemas, mientras pataleaba con una gran sonrisa en el rostro y ante los aplausos de todas las personas que allí se congregaban. Pese a celebrarse fuera de la Semana Santa, las inmediaciones de la iglesia de Santa María volvieron a llenarse de curiosos, que grabaron, hicieron fotos, aplaudieron y felicitaron a la pequeña cuando se posó en el suelo.