Los secretos y misterios que encierran las murallas de Ávila

Bien merece una visita esta vieja capital castellana. No solo por su patrimonio universal, coronado por las murallas que rodean la ciudad, sino por el encanto que destila la cuna de Santa Teresa y por las maravillas que encierra una ciudad que sorprende, aún hoy, a sus propios vecinos y a los miles de visitantes que se dejan caer. Y si todo ello lo acompañamos con la gastronomía local... Pero vamos a detenernos en la que es sin duda, el principal atractivo abulense, su muralla, que es hoy por hoy una de las construcciones medievales mejor conservadas de Europa. Una muralla que en su día llegó a ser el punto de separación entre el campesinado y la nobleza.

Pero retrocedamos a su origen. ¿Cuándo y por qué se construye esta muralla? Hay que remontarse hasta el año 1085 cuando Alfonso VI quiere repoblar esta zona pero también fortificarlas, entre ellas también Segovia y Ávila. Unas obras que comienzan durante el año 1090 y que llevarían otros nueve para su finalización, aunque algunas estudios recientes indican que la construcción prosiguió también en el siglo XII. En el reinado de Felipe II se hizo una amplia restauración que han resultado, a la postre, cruciales, para su actual conservación. Pero también parte de culpa tuvieron sus moradores ya que los propios ciudadanos y campesinos reparaban los adarves y limpiaban los fosos mientras que los ciudadanos e hidalgos velaban por ella.

¿Cuáles son sus dimensiones? Pues su perímetro alcanza los 2.500 metros, contando con un total de 2.500 almenas, 88 torreones, tres portenas y una extensión que llega a las 33 hectáreas . Si nos fijamos en los muros, tiene unas dimensiones que alcanzan los doce metros de altura por tres metros de ancho. Casi nada. Para su trazado se aprovecharon los desniveles del terreno por lo que no se construyeron nada de taludes ni contrafuertes.

Son nueve las puertas de las que consta la muralla, conocidas también como arcos y en cada una de ellas existe un palacio a los que estaba encomendada la defensa de cada puerta de acceso a la ciudad. La más destacada de todas ellas es las del Alcázar o del Mercado Grande, lugar donde se realizó el destronamiento del rey Enrique IV de Castilla. Las otras ocho puertas son la de la Catedral o de los Leales: la de San Vicente; el Arco de Mariscal, en honor a Álvaro Dávila; el Arco del Carmen o de la cárcel; la Puerta de la Mala Dicha por la que se accedía al barrio judío; la Puerta de la Santa, que nos llevaba a la morada de Santa Teresa; la Puerta del Rastro y una más, la del Puente.

Una catedral entestada en la muralla. Pocas localidades pueden presumir de una catedral entestada en sus murallas. Ávila es una de ellas. Su ábside quedó dentro de ella siendo un elemento más del conjunto defensivo. El cimorro, además, cuenta con un pasillo de ronda sobre un matacán corrido defendido por grandes almenas. En este lugar se forjó la leyenda de Las Hervencias, donde Alfonso el Batallador, molesto por la desconfianza del pueblo, mandó ejecutar a sesenta personas. Pero también hay otra serie de leyendas protagonizadas por Jimena Blázquez, un monje o una princesa mora.

Existen tramos privados. Aunque la propiedad es del Estado y es administrada por el Ayuntamiento de Ávila, hay algunos tramos que pertenecen a manos privadas, como zonas de iglesias, palacios o la misma catedral.

Patrimonio de la Humanidad. Ávila fue inscrita en el año 1985 en la Lista de Patrimonio Mundial de la Unesco.

Escenario de cine y en el mundo de la literatura: La muralla ha quedado plasmada en el cine y en la literatura, como no podía ser de otra forma. La producción con mayor renombre con las murallas de fondo ha sido “Orgullo y Pasión”, protagonizada por Cary Grant, Frank Sinatra y Sofía Loren en el año 1957. Pero también se ha podido ver el adarve abulense en películas como “El caballero negro”, “Los tres mundos de Gulliver”, “Los señores del acero”, “Extramuros” y más recientemente en “Teresa, el cuerpo de Cristo”. En Literatura ha servido de inspiración a Rubén Darío, Enrique Larreta, pero una curiosidad: Dos de las grandes personalidades de la ciudad como son Teresa de Jesús y Juan de la Cruz no hicieron referencia en sus escritos a las murallas.

¿Se puede visitar y recorrer? Por supuesto e incluso hay visitas teatralizadas para conocer su historia, Se puede recorrer su adarve a través de cuatro punto de acceso, la Casa de las Carnicerías, el Arco del Carmen, la puerta del Puente y la puerta del Alcázar. Hay vistas que quitan el hipo.