Turismo
El Valle del Tiétar, una escapada ideal para el fin de semana
Cuenta con unos pueblos pintorescos, luminosos y llenos de tradición
Para los amantes de la gastronomía, la naturaleza y las escapadas de fin de semana, el Valle abulense del Tiétar, conocida como la Andalucía de Ávila, ofrece unos parajes únicos durante todo el año, y con el objetivo de descubrir las poblaciones y rincones más interesantes que atesora este paraíso.
El Valle del Tiétar es la comarca abulense que goza de un clima más benigno, al sur en la frontera con Extremadura. Protegida del frío por la cadena montañosa de Gredos, su altitud media sobre el nivel del mar es de 400 metros. Los contrastes de altitud entre las cumbres y el fondo del valle, favorecen la creación de multitud de hábitats ricos en flora y fauna.
Sus pueblos son pintorescos y luminosos, que poco o nada tienen que ver con el resto de las villas castellanas. El valle se comunica con la capital por el Puerto del Pico, de bellas y espectaculares vistas, que recorre una milenaria Calzada Romana.
Localidades más destacadas:
Arenas de San Pedro es la capital de la comarca, de un importante pasado histórico en el que se encuentran importantes huellas. El conocido como Puente Romano es en realidad un puente del siglo XVI mandado construir por los Reyes Católicos, probablemente sobre los restos de algún puente romano, en este puente se cobraban los derechos de mercancías y del ganado trashumante.
El Castillo de la Triste Condesa, Doña Juana de Pimentel. Es escenario actualmente de eventos culturales veraniegos.
El Palacio del infante don Luis de Borbón atrajo a la villa a todo tipo de artistas. De estilo neoclásico, dicho palacio fue después colegio y seminario. El Santuario de San Pedro de Alcántara es probablemente la muestra más valiosa del neoclásico abulense... Disfrutar Arenas en su plenitud nos llevará, tranquilamente, una jornada.
A tres kilómetros de Arenas se ubica Ramacastañas. En las afueras de esta localidad el visitante puede tropezar con un capricho de la naturaleza, las Cuevas del Águila, unamagnifica gruta caliza de estalactitas y estalagmitas, situadas a la orilla del Río Tiétar en las laderas de este sistema montañoso, y que sorprenden tanto por los tesoros naturales de su interior como por las panorámicas que se divisan desde el exterior.
En belleza, vistas y singularidad compiten los pueblos del llamado Barranco de las Cinco Villas:Cuevas del Valle, Villarejo del Valle, San Esteban del Valle, Santa Cruz del Valle y la capital de la comarca Mombeltrán.
La comarca de las Cinco Villas, con multitud de alojamientos rurales, hostales y campings es una zona de gran belleza y atractivo turístico.
En Mombeltrán el visitante encuentra el impresionante Castillo de los Duques de Alburquerque. Esta villa está llena de encanto y tipismo.
Candeleda recibe su nombre de las luces nocturnas que alumbraban a pastores y carboneros. Sorprende por sus edificios de cal, canto y madera y por sus naranjos y sus palmeras.
La Iglesia parroquial data del siglo XV, con importante retablo de cerámica talaverana, pero lo más característico es el Santuario de Nuestra Señora de Chilla, del siglo XVIII. El camino hasta el santuario es lindo como pocos, y una vez aquí se contemplan Gredos y Extremadura. Mención especial merecen la Ermita de San Blas, el Rollo y el Barrio de la Judería.
Si el turista decide alojarse por esta zona, puede visitar El Raso, lindando ya con tierras extremeñas. De interés son su Castro prerromano, poblado amurallado, necrópolis y santuario del siglo II a de C. y sus pinturas rupestres.
Este territorio tiene más atractivos que añadir, como la posibilidad de realizar rutas a caballo y senderismo. Descenso en piragüa y pesca se pueden practicar en el Embalse de Rosarito.
Extraordinarios por su ubicación, en plena cara sur de la Sierra de Gredos, y especial arquitectura resultan también El Arenal, Guisando, El Hornillo, Guisando y Poyales del Hoyo, más al sur, con varios talleres artesanales.
Volviendo hacia el este, en el centro del valle se sitúa Lanzahíta, de afortunado microclima que permite cultivar las más variadas especies hortícolas y frutícolas, son famosos sus espárragos y sus sandías. La Iglesia parroquial de San Juan Bautista, de estilo gótico, es del siglo XVI.
Un poco más allá, Pedro Bernardo, el Balcón del Tiétar por sus incomparables vistas. Cuestas empinadas, calles estrechas, pasadizos, casas, balcones, dinteles... arquitectura popular tan hermosa que le han llevado a ser declarado Conjunto Histórico Artístico.
Piedralaves es un increíble despliegue de la naturaleza y de la arquitectura popular con empinadas calles estrechas que resuelven de forma increíble las casas y edificios. La Iglesia de San Antonio de Padua es de finales del siglo XVIII, del siglo XVII la Cruz de los Enamorados.
En el límite sureste de la provincia se encuentra La Adrada, obligado es contemplar su Castillo, fortaleza de don Alvaro de Luna. Muy cerca se encuentra Sotillo de la Adrada, importante centro comercial de la comarca y con bellos rincones, calles y arquitectura.
También merece la pena descubrir los bellísimos pueblos serranos que son Gavilanes, Mijares, Casavieja, Casillas... con sus calles empinadas y sus bonitas casas y sus simpáticas gentes, y, más al sur, Higuera de las Dueñas y Fresnedilla.
Gastronomía
Sorprende la gran variedad de platos típicos de nuestro Valle del Tiétar. Entre ellos destacan:
PATATAS REVOLCONAS (también llamadas meneás, meneadas, revueltas o removidas): Son un guiso típico del Valle del Tiétar, que consiste en unas patatas cocidas con pimentón de Candeleda, laurel y ajo, hasta el punto de que casi se deshagan en puré. Para servir se añaden por encima tropezones de tocino y chorizo fritos hasta que queden bien crujientes. Es un plato fácil de preparar, económico y es muy posible que tenga un origen pastoril.
TORTILLA de TARALLOS de Lanzahíta: Espárrago silvestre que crece en los alrededores de la localidad en los meses de primavera. Se preparan haciendo un sofrito con cebolla, miga de pan (para quitar el amargor) y tacos de tocino. Todo ello envuelto en huevos haciendo una tortilla.
CARNES: Las carnes de Ternera Negra Avileña, raza autóctona de Ávila. El cuchifrito, carne de cabrito cocido en caldereta. La Sopa de cachuela (Se refríe la cebolla y los ajos, se añade la asadura para rehogarla. Después se añade el pan, las especias, el vino y el agua que admita.Todo ello se cuece teniendo en cuenta que al final debe quedar una sopa espesa) o de tomate, ya fueran condimentadas con resto de matanza o con el fruto de la tomatera. La Asadurilla, frito de asadura de cerdo o cabrito rehogada con especias, orégano, cebolla y pimientos.
Somarro, carne de cerdo a las brasas. El Salmorejo, ejecutado con hígado de cerdo y especias. El Burrajo, frito del relleno de morcilla. El Sofrito, hecho a la sarten con tomate, pimiento, ajo y cebolla. El Rin-ran, gazpacho que se servía en cazuela de barro a base de pimientos, cebolla, pimentón, ajo y trozos de pan duro disuelto en agua y vinagre; era almuerzo obligatorio de los segadores, quienes hacían una pausa a las doce para degustarlo como refresco. La Sopa de ajo con torreznos y huevo escalfado. Las Patatas guisadas: se hacen en sartén con pimiento, cebollas, pimentón y ajo, a fuego de leña muy lento.
Las Carillas (judías). Se trata de poner las carillas en remojo el día anterior y, antes de cocinarlas, escurrir y pasar por agua fría para eliminar los azúcares que sueltan durante el remojo. Cubrir con agua fría las carillas en una cacerola y ponerlas a fuego con el chorizo, la pancita y la hoja de laurel. Cuando empiecen a hervir, «asustarlas» con un cucharón de agua fría para que queden más blandas y, cuando vuelvan a hervir, bajar el fuego al mínimo y tapar la olla. Entre tanto, en una sartén, elaborar un sofrito con el ajo y la cebolla. Añadir el tomate y el pimentón cuando esté pochado. Agregar el sofrito a la cacerola y dejar cocer hasta que las carillas estén listas.
Las Migas, con trozos de pan atrasado humedecidos en agua y fritos con aceite, ajos y pimentón con torreznos y chorizo. Se corta todo el pan a rebanadas finas, se pone en una fuente honda y se le echa un poco de agua templada con sal. Se deja reposar unas horas, cubierto con un paño. Se pelan los ajos y cortan en láminas. Se corta el chorizo en rodajas y la panceta en taquitos. Se pone una sartén honda al fuego con el aceite. Echar los ajos y cuando estén dorados, bajar el fuego y agregar el chorizo y la panceta, darle vueltas y cuando haya soltado la grasa agregar el pan y seguir moviendo con la rasera, cortando y moviendo constantemente para evitar que las migas se peguen y para conseguir que queden sueltas, cuando el pan se ve en forma de migas, sueltas y doradas, apartar la sartén del fuego.
La Ensalada de patatas: se asan patatas pequeñas sin pelar en el rescoldo, cubiertas de ceniza; se trocean a cachuelo en olla de barro, se le pican cebolla y se rehogan con aceite de oliva y vinagre.Por último, las típicas patatas al calderillo: es el plato típico de la zona de Mijares. Plato de pastores, vaqueros y cabreros. Patatas colorás, partidas en finas rodajas y guisadas en calderillo y fuego de leña, sal, pimientos, tomates, ajos y pimentón de Candeleda.
POSTRES: Cortaíllos, en forma de roeles y hechos con harina, huevos, anises y azúcar, cocidos en horno de leña. Flores, pasta finísima de harina y huevos, troquelada con un instrumento en forma de flor y largo mango de hierro. Natillas y arroz con leche, postres obligados en matanzas y bodas que se preciaran de tal. Arrope, dulce hecho a partir de calabaza endurecida con cal y melaza de higos negros. Buñuelos de huevos y harina candeal. Hornazo, bollo con huevo, miel y azucar. Palomitas, torta de granos de maiz mezclados con miel y tostados en sartén. Calostros, especie de yogurt dulce a partir de las primeras leches que dan las vacas después del parto.
Restaurantes
Los mejores sitios para disfrutar de estos manjares son:
- El Mirador de Gredos: Está situado en El Raso, en la pedanía de Candelega. Su carta se divide en seis partes: guisos y sopas, revuetlos, de la huerta, ensaladas, pimientos rellenos, raciones, ternera, buey, cerdo, cabrito, del corral, pescados, mariscos, postres caseros y helados, y excelente carta de vinos.
-Restaurante Asador Los Carretero: Está situado en la localidad de Candeleda, entre las comarcas del Valle del Tiétar y La Vera, que conforman la vertiente sur de la sierra de Gredos. Los sabores de este restaurante lo componen platos tradicionales donde los productos de la tierra y los de temporada fundamentan la riqueza gastronómica del Valle del Tiétar. Su carta e divide en seis apartados que ofrecen más de treinta propuestas gastronómicas que harán las delicias de nuestros comensales.
- Restaurante Cuevas del Águila: Está ubicado en la localidad de Arenas de San Pedro. Cuenta con una variada carta con entrantes fríos y calientes. Estupendos guisos, sopas o verduras de primeros platos. Especialidad en carnes, asados y chuletón de Ávila de primera calidad y excelentes postres, entre los que destacan los de elaboración propia como la tarta de queso. También dispone de tres menús con diferentes opciones y precios.
- El Rinconcito de Gredos: Ubicado en el municipio de Cuevas del Valle, este establecimiento permite saborear la mejor cocina tradicional con productos de la tierra de primera calidad. Cocina 100% casera donde destacan las carnes a la brasa de leña.
Su entorno natural, en plena Sierra de gredos a los piés del Puerto del Pico en el barranco de las cinco villas le posiciona en un paraje ideal para la realización de actividades al aire libre de todo tipo como senderismo, escalada, paseos y rutas a pie o caballo.
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