Sociedad
Aconsejan no interrumpir la rutina de las personas mayores que viven en residencias
Los psicólogos de Castilla y León advierten que puede ser perjudicial y tener consecuencias negativas a corto y medio plazo
Interrumpir las rutinas de las personas mayores que viven en instituciones residenciales puede ser perjudicial, según advierte a las familias el Colegio de Psicólogos de Castilla y León (COPCYL). “La nostalgia y el cariño en estas fechas señaladas nos mueven a sacar a las personas institucionalizadas de sus centros, pero hay que tener en cuenta que a veces estas acciones pueden tener consecuencias negativas”, explica la psicóloga Marta Abril, responsable del grupo de trabajo de ‘Psicología del envejecimiento’ del COPCYL.
Los pacientes que presentan una mayor problemática son aquellos con deterioro cognitivo por una patología demencial o con estado asistido, por lo que es importante valorar el grado y la evolución de cada caso antes de sacarlos de sus residencias.
“Estas personas deben pernoctar en sus centros porque las noches son mucho más complicadas para ellos, les provocan una desorientación en tiempo y espacio, por lo que sería más recomendable realizar las salidas durante el día”, señala Marta Abril, que aconseja además mantener los horarios y rutinas habituales, seguir las indicaciones de los expertos sobre las movilizaciones físicas y ajustarse en la medida de lo posible a sus tiempos en cualquier actividad.
En el caso de residentes sin ningún deterioro cognitivo y con un estado físico válido, las salidas de las instituciones pueden llevarse a cabo durante unos días sin problema. “Lo primero sería consultar a estas personas si desean salir o no de los centros, porque a veces son ellos mismos los que no quieren abandonar su día a día”, explica la psicóloga del COPCYL. Y añade: “En el caso de que respondan que sí, los familiares tienen que informarse con detalle sobre los tratamientos médicos y farmacológicos, dietas y demás rutinas para ajustarse lo máximo posible a ellos”.
Cada vez más centros residenciales ofrecen la posibilidad de que los familiares puedan acompañar a las personas mayores durante las comidas o cenas de Navidad y Año Nuevo, e incluso presentan fechas alternativas. “Lo más importante es pasar un tiempo con nuestros seres queridos, aunque no coincida con las celebraciones tradicionales, sobre todo pensando en no alterar las rutinas de estos pacientes institucionalizados y adaptándonos siempre nosotros a ellos de forma flexible y abierta”, concluye Marta Abril.
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