Se cumplen dos semanas sin rastro del montañero desaparecido en el Calvitero en Béjar

La búsqueda de José Antonio Martínez sigue dos semanas después de que desapareciera en la ruta del pico Calvitero (Salamanca), donde se intensifica estos días el dispositivo técnico con temor al mal tiempo previsto para el domingo.

Las nevadas obligaron el 7 de enero a suspender el rescate, lo cual sumió en desesperación a la familia del montañero barcelonés, y se teme que vuelva a ocurrir lo mismo. El martes 10 se reactivó el operativo que lidera la Guardia Civil, con más recursos y voluntarios de Protección Civil de Castilla y León que hasta entonces.

Este jueves solo participa en la búsqueda el personal técnico, sin voluntarios, porque van a centrarse en “zonas muy complejas y de riesgo”, según han explicado a Efe fuentes del servicio de emergencias 112 de la Junta.

Hoy han subido a la montaña diez efectivos del Grupo de Rescate Especial de Intervención en Montaña (GREIM) de la Guardia Civil y cinco rescatadores de Protección Civil. Además, volarán el helicóptero de la Guardia Civil y el de la Junta, que ayer no pudieron por la niebla cerrada en el Calvitero.

Ante la movilización de voluntarios montañistas particulares, la Junta ha emitido un comunicado avisando de que actúan “por su cuenta y riesgo”. “La dirección del operativo no se responsabilizará de aquellas personas que por su cuenta y riesgo realicen labores de búsqueda sin formar parte del dispositivo”, ha indicado el 112 en su Twitter.

Doce voluntarios buscan por su cuenta

Al margen del dispositivo oficial, doce montañistas particulares están buscando hoy por su cuenta en la Sierra de Béjar, según ha explicado a Efe el guía Jorge González, que coordina la expedición de voluntarios de hoy y la prevista para el sábado.

“Hoy es un mal día, jueves, y estamos aquí arriba 12 personas, pero para el sábado esperamos ser 60″, ha indicado desde la zona montañosa donde el jueves 29 de diciembre José Antonio Martínez emprendió sin regreso la ruta al pico Calvitero.

En el llamamiento público que ha hecho para reunir a voluntarios, González avisa de que quienes participen deben ser “autónomos en terreno de montaña nevado” y “llevar y saber utilizar el material” de una lista de unos 20 instrumentos técnicos.

Cuando el operativo oficial se suspendió por las nevadas el 7 de enero, la familia del montañista desaparecido pidió voluntarios para seguir buscando y González comenzó a coordinar ese esfuerzo. Su grupo trabaja de manera independiente.

Quince días de desesperación

La mujer del montañero desaparecido, Mercedes, y su hija Carla esperan noticias desde hace 15 días. El último mensaje que tienen suyo fue el audio que les envió el jueves 29 a las nueve de la mañana para avisarles de que comenzaba la ruta al Calvitero.

“Su móvil recibió mensajes de WhatsApp hasta las tres, pero él no los abrió”, ha explicado Carla a Efe. A las seis de la tarde su móvil ya no recibía mensajes ni daba señal. A las ocho se dio el aviso a los servicios de emergencias y esa misma noche el GREIM comenzó a buscarlo.

Era un día de condiciones climatológicas adversas, pero Martínez está acostumbrado a subir a la montaña en invierno, “le gusta”, y “había subido picos más altos”, según ha contado su hija. El mal tiempo ha complicado constantemente las labores de búsqueda.

José Antonio y Mercedes viven en las Franqueses del Vallès (Barcelona) y habían viajado a Ceclavín (Cáceres), el pueblo de ella, para pasar las vacaciones navideñas. Ese jueves, un día sin comidas familiares, el montañero aprovechó para hacer una ruta que tenía en la cabeza desde hacía dos años.

Su coche estaba en el punto de inicio de la ruta, desde donde mandó su último audio, por lo que la Guardia Civil, a cargo de la investigación del caso y del operativo, trabaja con la tesis de que nunca salió de la montaña.