Sociedad

Museo sin hogar: la muestra que da voz a los sin techo y removerá conciencias

Monseñor Argüello respalda una interesante exposición que permanecerá hasta el 19 de marzo en el Convento de los Agustinos Filipinos de Valladolid

Foto de familia del arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, tras inaugura el "Museo sin hogar" en el aula magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid, junto al delegado episcopal de Cáritas en Valladolid José Colinas, entre otros.
Foto de familia del arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, tras inaugura el "Museo sin hogar" en el aula magna del Estudio Teológico Agustiniano de Valladolid, junto al delegado episcopal de Cáritas en Valladolid José Colinas, entre otros.Leticia PérezAgencia ICAL

Hasta el próximo 19 de marzo, Día del Padre, el claustro del convento de los Agustinos Filipinos en Valladolid acoge una interesante exposición llamada a remover conciencias puesto que muestra una “lacerante realidad” existente en la sociedad de nuestros días, y que no es otra cosa que el día a día de las personas que viven en la calle sin un techo en el que cobijarse.

“Museo sin Hogar. Esperanza sin cobertura” esta el título de esta muestra inaugurada este lunes por el arzobispo de Valladolid, Luis Argüello, quien ponía en valor la labor de Cáritas y advertía de las consecuencias de la falta de vínculos que amenaza hoy a la sociedad. “Con este proyecto tocan las emociones y ayudan a tomar conciencia”, decía Monseñor Argüello, quien reconocía que “a veces, de manera extraña, hay personas que se sienten mejor en la intemperie, y que eso también es un interrogante”.

Un total de 23 piezas forman parte de esta exposición acompañadas por textos en los que pueden leerse mensajes como “Somos personas. Somos personas con un corazón que siente, padece y se alegra. Sentimos todas y cada una de tus miradas. Todas y cada una de tus palabras. A veces duelen y a veces reconfortan. Acércate. Pregúntame. No soy ni más ni menos que una persona”.

Una muestra también que, en palabras del delegado Episcopal de Cáritas Diocesana de Valladolid, José Colinas, quiere dar voz y visibilidad a la vida y el día a día de las personas que viven esta situación de exclusión.

El educador del Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Diocesana de Valladolid Alberto Díez Domínguez, por su parte, explica que con esta muestra han querido también rendir un merecido homenaje a los voluntarios de la oenegé. “Los museos se encargan de guardar cosas bellas y valiosas. En Cáritas pensamos que nuestros voluntarios, nuestros recursos, nuestros técnicos y sobre todo nuestros participantes son bellos y valiosos. Por eso hemos hecho este museo”, decía, Díez, en declaraciones recogidas por Ical.

De la misma forma, la voluntaria del Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Diocesana de Valladolid Noemí GonzálezCuesta, contaba que un total de120 personas han trabajado en este proyecto, de las cuales medio centenar son personas sin techo. “Queremos contar cómo se sienten las personas que están en la calle y cómo ve la sociedad a estas personas”, resumía.

A continuación, durante el segundo semestre del pasado año realizaron un intenso trabajo en equipo, que culminó el 22 de noviembre con la inauguración de la exposición en la sala Valentín Palencia de la Catedral de Burgos, desde donde se ha trasladado a Valladolid antes de concluir su itinerario en Salamanca a partir de marzo.

Víctor Rollón Santos, uno de los participantes en el Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas Diocesana de Valladolid, explicaba, visiblemente emocionado, que la exposición muestra lo que sufren quienes viven en la calle, y “enseña las situaciones y procesos” por las que han pasado. En ese sentido, quiso aprovechar su intervención para agradecer su labor a Cáritas, particularmente al centro de día de Valladolid. “Si no fuera por su ayuda los que vivimos en la calle no podríamos asearnos, desayunar, cambiarnos de ropa, hacer papeles, buscar un trabajo...”, destacaba, mientras enumeraba que ha tenido que vivir en la calle, dormir en cajeros, albergues, en la cárcel, en una pensión y que ahora, gracias a Dios, ha conseguido un techo, un hogar, en una habitación compartida con otro compañero que conoció en el albergue.

Exposición

La muestra se expande por dos de los cuatro pasillos del claustro del Real Colegio Seminario de los Padres Agustinos de Valladolid, y se estructura en seis espacios donde se muestra la evolución que viven quienes padecen esta realidad, bloques que aparecen enlazadas a través de huellas con nombres de personas sin techo que fueron usuarios del servicio de acogida de Cáritas, y que lamentablemente ya han fallecido.

Así, en la sala ¡Por qué? Tres piezas de arcilla intentan dar respuesta a las causas que llevan a una persona a quedarse sin hogar. Causas personales, familiares, sociales o económicas, que combinadas con malas decisiones o simplemente mala suerte juegan un papel determinante. “Cada persona sin hogar tiene una historia”, recalcan.

En la sala ‘Fuera de cobertura’ se plantea la pregunta de qué sucede cuando alguien pierde la cobertura sanitaria, social o legal, quedando desprotegido, sin recursos ni oportunidades. En ‘Camino de sueños’ aparecen seis camas donde se reflejan poéticamente los anhelos, miedos y temores de las personas sin hogar, mientras que en ‘Resistiré’ se muestra cómo la calle te atrapa y desgasta física y mentalmente.

Los dos últimos espacios son ‘Cómo me ven’, donde tres fotos y tres audios descargables a través de códigos QR muestran cómo vemos a las personas sin hogar, y por último el espacio ‘¿Y ahora qué?’ invita a la reflexión en un “salón de la esperanza” para “soñar con un futuro en el que el sinhogarismo sea cosa de museo”.