Sociedad

Renault dona el archivo de la empresa al Ayuntamiento de Valladolid

El fondo está compuesto por unos 250 metros lineales de documentos entre expedientes y libros en papel, fotografías en distintos soportes y películas en distintos formatos

Una de las imágenes cedidas por Renault
Una de las imágenes cedidas por RenaultRenault

Renault donó el archivo de la empresa del rombo, que tiene su sede social desde su fundación el 29 de diciembre de 1951, al Ayuntamiento de Valladolid, después de la firma de un convenio el pasado 9 de enero entre el alcalde de la capital, Óscar Puente, y el todavía presidente de Renault España S.A, José Vicente de los Mozos.

El fondo documental que recibe el Ayuntamiento está compuesto por unos 250 metros lineales de documentos entre expedientes y libros en papel, fotografías en distintos soportes y películas también en distintos formatos, cuyo volumen exacto no se podrá cuantificar hasta que no avancen los trabajos de identificación y descripción de fondos. Parte de estos fondos –en concreto las fotografías y las películas que se encontraban en las dependencias de la empresa en Madrid- se encuentran depositadas en el Archivo Municipal desde verano de 2017. El resto de la documentación se trasladará a San Agustín en los próximos días.

Este archivo, en el que se resumen los 70 años de andadura de la empresa en sus distintas etapas (FASA / FASA Renault / Renault España), constituye, según un comunicado del Ayuntamiento, un testimonio “imprescindible” para el conocimiento tanto de su historia (con series documentales de un altísimo valor informativo como las Actas del Consejo de Administración, de la Junta de Accionistas y del Comité de Dirección) como de su actividad industrial, documentada en series como los manuales de reparación, los manuales de entretenimiento, los manuales de piezas de recambio, de gran valor para la historia de la técnica y del automóvil.

Este no es el único fondo relativo a FASA con el que contará el Archivo Municipal por que ya custodia los archivos personales de Manuel Jiménez-Alfaro (que contiene valiosa información sobre los orígenes de la empresa y documentos tan icónicos como la memoria original del 4CV) y de Santiago López González, otro de los fundadores de FASA y carismático alcalde de Valladolid entre los años 1961 y 1965. Además, el Archivo Municipal recibió en 2021 una valiosa donación de varios miembros de la asociación cultural Rombo, compuesta por fotografías, grabaciones, carteles, documentos y una colección completa de la revista ‘Rombo’, otra de los símbolos de Renault, presente en la memoria de las familias de todos sus trabajadores.

En breve, se iniciará el tratamiento archivístico de estos fondos documentales –identificación, valoración, descripción- con la finalidad de ponerlos a disposición de la ciudad, de los investigadores y de todos los interesados en el conocimiento de un importante capítulo en la historia de la automoción en nuestro país y de una de las señas de identidad de Valladolid y de los vallisoletanos.

Con la firma del convenio se sella un acuerdo deseado por el Consistorio y la filial de la empresa francesa, ya que las conversaciones para la donación del archivo empezaron en julio de 2017 y se han prolongado hasta el mes de diciembre pasado, en que ambas partes dieron por cerrado el texto definitivo de un acuerdo gracias al cual la memoria documental de la empresa más importante de Castilla y León y una de las más importantes de España (la número 17 en el ranking por volumen de ventas), se conservará en adelante en el Archivo Municipal de Valladolid.

Orígenes vallisoletanos

Los orígenes de la empresa Fabricación de Automóviles S.A. (FASA) se sitúan en los inicios de la época del desarrollismo español y tienen como protagonista al teniente coronel Manuel Jiménez-Alfaro, quien en verano de 1951 obtuvo de la empresa francesa Régie Nationale Des Usines Renault una licencia para el montaje en España del Renault 4CV y que consiguió constituir en Valladolid una empresa dedicada a la fabricación de automóviles junto con cinco destacadas personalidades de la vida jurídica, empresarial y financiera de la ciudad como los abogados Francisco Mateo Martínez y José Luis Gutiérrez Semprún, el futuro alcalde de la ciudad Santiago López González y los industriales Eusebio Caro Rodríguez y Eduardo Fernández Araoz.

Aquella empresa, que contó con cinco millones de pesetas de capital social aportado por muchos accionistas vallisoletanos, y la ciudad en la que nació, desarrollaron pronto una simbiosis que dura hasta nuestros días, pues de la misma manera que no se puede concebir la identidad de la empresa sin sus singularísimos orígenes vallisoletanos y sin su conexión con la ciudad en la que tiene su sede social, tampoco se pueden entender el desarrollo social, económico y urbanístico experimentado por Valladolid a lo largo de la segunda mitad del siglo XX -ni su identidad actual- sin la presencia de la empresa Renault.