Medio Ambiente

Adaptarse a la economía circular para "fortalecerse" o desaparecer

Así lo afirma el consejero Juan Carlos Suárez-Quiñones, durante la entrega de los I Premio de Sostenibilidad Ambiental

Suárez-Quiñones entrega el Premio de Sostenibilidad Ambiental a la Azucarera Acor
Suárez-Quiñones entrega el Premio de Sostenibilidad Ambiental a la Azucarera AcorRubén Cacho/Ical

El consejero de Medio Ambiente, Vivienda y Ordenación del Territorio, Juan Carlos Suárez-Quiñones, invitó hoy a las empresas a adaptarse a la economía circular para “fortalecerse” o, en caso contrario, les advirtió del riesgo de desaparición. “Es una cuestión de competitividad y supervivencia. No habrá competitividad sin una perspectiva ambiental en las empresas”, explicó, durante su intervención en la entrega de la primera edición de los Premios de Sostenibilidad Ambiental, organizados en colaboración por su departamento y el Norte de Castilla.

En declaraciones recogidas por la Agencia Ical, sostuvo que en un contexto mundial de “agotamiento de las materias primas críticas para el funcionamiento de la industria, de costes crecientes y dependencia exterior, agravado por la invasión rusa de Ucrania, y la crisis energética, o se hace economía circular o no habrá industria que resista”.

Suárez-Quiñones participó en la entrega de los galardones, celebrada en el PRAE de Valladolid. A los Premios se han presentado 30 candidaturas (cinco grandes empresas, 17 pymes y ocho asociaciones). En las cuatro categorías, Acor se alzó con el Premio a la Gran Empresa Innovadora; Trovan Tecnology, en pyme innovadora; la Asociación de Empresarios del Polígono de Villalonquéjar (Burgos), en la modalidad de Otras organizaciones innovadoras; mientras que recibieron dos menciones especiales Carburos Metálicos y L`Oreal.

En este sentido, el consejero recordó que estas empresas forman parte ya del nuevo conjunto de sociedades que llevan por bandera conceptos como “sostenibilidad, economía circular o cambio climático”, que constituyen “grandes desafíos y retos medioambientales” y a la vez “oportunidades” para modernizar y hacer más competitiva la economía y afrontar la situación climática.

A día de hoy, dijo, la economía lineal es la “norma general”, de tal manera que en la Unión Europea, la mitad de los materiales terminan en vertederos y el 95 por ciento del valor de los mismos y de la energía se pierde después del primer ciclo de vida de los productos. “Esta situación tiene los días contados”, sentenció el consejero.

Suárez-Quiñones ensalzó que en Castilla y León cada vez son más empresas las que orientan ese cambio de modelo, “conscientes de los beneficios que ello reporta”. El consejero ofreció un dato: en la Comunidad se contabilizan 6.018 empresas con una relación significativa con el medio ambiente, bien por disponer de una autorización ambiental, por estar adheridas al Sistema de Gestión y Auditorías Ambientales (EMAS), fabricar productos reconocidos con etiqueta ecológica o dedicarse a la recogida, traslado o tratamiento de residuos.

También abogó por utilizar materiales circulares para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero, ya que la gestión de éstos es responsable de dos tercios de las emisiones globales de CO2. A su juicio, se trata de avanzar en “hacer de la prevención de residuos un principio rector del modelo de producción e implantar la cultura de ‘residuo cero’.

Igualmente, recordó que el objetivo de la Junta es convertir a Castilla y León en un “territorio competitivo e innovador, libre de emisiones de carbono y que sustente su economía sobre un modelo regenerativo, basado en el uso eficiente de los recursos naturales”. Para conseguirlo, añadió el consejero de Medio Ambiente, el Gobierno autonómico aprobó la Estrategia de Economía Circular de Castilla y León 2021-2030.

Más tiempo, talento y recursos

“No podemos quedarnos en pasos cortos, en pequeños avances”, opinó Suárez-Quiñones, quien apostó por “redefinir” los modelos, los productos y los servicios, para lo que es necesario, dijo, “prestar más tiempo, más talento y más recursos económicos”.

Con este objetivo, asumió el papel de las administraciones públicas para actuar como líderes en el impulso de la economía circular y reiteró el reconocimiento de las empresas por su implicación.