La Alianza UPA-COAG denuncia que terrenos afectados por determinados incendios en Castilla y León siguen sin ser considerados susceptibles de recibir pagos PAC

La Alianza UPA-COAG reclama al Gobierno regional que actúe con responsabilidad y con suficiente criterio cuando se produce un incendio en nuestra comunidad autónoma, sea de la gravedad que sea, a efectos de las consecuencias que para los ganaderos tiene posteriormente este tipo de siniestros.

En este sentido, nuestra organización reclama una coordinación entre las consejerías de Medio Ambiente y de Agricultura para que ningún ganadero afectado por un incendio, tenga mayor o menor foco mediático y sea o no considerado gran incendio, reciba la penalización de que la superficie afectada sea considerada “inadmisible” a efectos PAC.

Productores de la región siguen recibiendo a día de hoy notificaciones de los controles de la PAC, donde les indican “que su superficie se ha visto afectada por un incendio, y que por lo tanto la superficie admisible para la PAC es 0 hectáreas".

La Alianza UPA-COAG considera inconcebible que ganaderos que no tienen ninguna responsabilidad en este tipo de incidentes sean doblemente penalizados, en primer lugar por el desastre medioambiental en sí y en segundo lugar porque se les quema la superficie de pastos y rastrojeras y esa superficie afectada no les sirve para la PAC.

Se trata de un verdadero despropósito que sigamos a día de hoy con estos problemas administrativos que se resolverían si se modificase de una vez por todas la Ley de Montes de Castilla y León, que recoge una limitación de aprovechamiento de la superficie afectada durante cinco años, lo que implica directamente una penalización a efectos PAC para los propietarios o beneficiarios del uso de esos terrenos incendiados.

La Alianza UPA-COAG reclama al Gobierno regional que aborde esta problemática de forma urgente y generalizada para cualquier tipo de incendio, para que no se repitan más casos en los que los terrenos de uso ganadero se ven castigados por los llamas en primer lugar e inmediatamente después por decisiones políticas que no tienen ningún sentido y son muy perjudiciales para los intereses de los productores.