La batalla que sentó las bases del nacimiento del Reino de Castilla

La localidad burgalesa de Atapuerca ha vuelto a revivir este domingo la épica batalla entre los reyes Fernando I de León y conde de Castilla y su hermano el rey de Pamplona, García III, durante la tradicional Representación Histórica de la Batalla de Atapuerca, que este año ha cumplido su vigésimo octava edición con cientos de asistentes, llegados de diferentes partes del país, se acercaron hasta la ladera de la iglesia de San Martín para presenciar en directo este conflicto bélico, declarado Fiesta de Interés Turístico de Castilla y León.

La representación conmemora el suceso que tuvo lugar el 1 de septiembre de 1054, cuando Fernando I y su hermano García III se enfrentaron en una batalla que sentó las bases para el nacimiento del futuro reino de Castilla. Sin embargo, para entender el origen de esta contienda, hay que tener en cuenta los hechos que ocurrieron unos años antes. En 1037, tuvo lugar la Batalla de Tamarón, un enfrentamiento entre las tropas del rey leonés Vermudo III y el por entonces conde de Castilla, Fernando Sánchez. Este último pidió ayuda a su hermano García para resistir ante el rey leonés, y le ofreció a cambio una serie de territorios del norte de Burgos, entre ellos, Atapuerca. Fernando vence en la contienda y, durante 17 años, Atapuerca pasa a formar parte del reino navarro.

Sin embargo, unos años después, Fernando I de León se arrepintió de su decisión e intentó negociar la devolución de estas tierras. Las negociaciones no prosperaron y acabaron con un enfrentamiento entre las tropas castellanas y las navarras, que finalizó con la muerte del rey García III. Fernando I de León resultó victorioso y recuperó los territorios del norte de Burgos.

Cerca de 200 actores y 25 caballos dieron vida este domingo este conflicto familiar que cada año atrae a unos 5.000 espectadores. La Asociación Amigos de Atapuerca organiza desde hace 28 años este evento, cuya programación de actividades comenzó el viernes 18 y se mantendrá hasta el jueves 24 de agosto. Tras la representación de la Batalla de Atapuerca, tuvo lugar el desfile de las tropas, una actuación de batucada y el baile de los Gigantones de la Batalla.