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Las borracas "Herminia" e "Ivo" revitalizan a "La Niágara Española"
Las intenstas tormentas de estos días provocan que una de las cascadas más espectaculares recuperen su esplendor

Está claro que nunca llueve a gusto de todos. Y sobre todo cuando lo hace con la violencia que lo ha hecho en los últimos días. Y es que España ha padecido dos borrascas casi seguidas, "Herminia" e "Ivo" lo que ha provocado tormentas, acompañadas de vientos muy fuertes e incluso nieve. Estos fenómenos metereológicos han hecho que incluso ríos hayan estado al borde del desbordamiento, con la peligrosidad que ello conlleva, pero estas intensas lluvias, también han traído buenas noticias, "La Niágara española" ha recuperado su esplendor y se encuentra en un momento ideal para visitarla.
No hay que ir hasta la zona noreste de América del Norte, entre Canadá y Estados Unidos, para observar un salto de agua de esas características en España. Está claro que las Cataratas del Niágara son únicas, pero sin salir de nuestras fronteras hay una que sorprende al que la visita.
El nombre «Niágara» es originario de una palabra iroquesa que significa «trueno de agua». Los habitantes originarios de la región eran los ongiara, una tribu iroquesa llamada los neutrales por los conquistadores franceses, quienes encontraron en ellos ayuda como mediadores de disputas con otras tribus, según señala Wikipedia.
Pues algo muy parecido sucede en uno de los lugares de mayor atractivo turístico del Parque Natural de Arribes del Duero, el "Pozo de los Humos", que es un salto de agua situado en el curso del río las Uces, a su paso por los términos municipales de Masueco en su margen izquierda y de Pereña de la Ribera en su margen derecha, al noroeste de la provincia de Salamanca.
Y la llegada de las borrascas “Herminia” e “Ivo” han hecho alrededor de 50 litros caídos en la zona que conforman Pereña de la Ribera y Masueco, localidades en cuyos términos municipales se encuentra el "Pozo de los Humos", que gracias al aumento considerable del caudal del río Uces, ofrece estos días espectaculares imágenes que hacen honor a este paraje. El flujo de agua permite ver nítidamente las dos corrientes que divide un saliente situado en la larga caída de 50 metros, y es justo ahí, cuando el agua culmina su descenso cuando se produce el efecto que genera ese «humo» tan único de este paraje.
Y es que este salto de agua se produce porque las aguas del río de las Uces se encuentran con un abrupto cambio de las rocas debido a una falla geológico, que pone en contacto un granito con rocas metamórficas, más fáciles de erosionar y que han desaparecido. En este punto el cauce del río se ensancha y busca una forma de continuar, que solo encuentra cuando rebosa por encima del obstáculo y se precipita formando el salto de agua que todo el mundo quiere ver. La granítica pared por la que fluye la cortina de agua tiene una caída libre de 50 metros, que al llegar abajo forma una nube de vapor que se eleva por todo el contorno siendo un espectáculo inolvidable.
Unos pocos metros antes de la caída de aguas del río de las Uces, su torrente se bifurca, dando lugar a que además de la cascada de los Humos haya otra por su parte derecha llamada el Pozo de las Vacas, llamado así según la leyenda del lugar que habla de que allí se despeñó un carro, tirado por dos vacas y cargado de trigo, cuando se dirigía en dirección a un molino cercano.
La ladera que baja hacia el río por la parte de Masueco se llama la Roblea, hay una senda que conduce a la coronación de la cascada donde una pasarela permite asomarse al vacío y por una angosta vereda serpenteante, llamada la Cañada de Zarzalino, se puede bajar al pozo. Por la parte de Pereña se llama Palla Rubia, donde otra senda baja hasta el estanque formado después de la caída. Unos cientos de metros más abajo el río de las Uces tributa al Duero en el paraje llamado el Trincalino en el reculaje de la presa de Aldeadávila. Al no tener embalse regulador, el caudal adecuado en el río río de las Uces para disfrutar del lugar es desde diciembre hasta mayo.
En Palla Rubia hay una cueva natural en la roca donde se pueden apreciar pinturas rupestres. Por la orilla de Masueco, a cien metros del pozo aguas abajo se despeña desde trescientos metros un regato llamado la Cribera y en el mismo estanque del pozo por la parte de Pereña de la Ribera cae desde cincuenta metros otro regato conocido como el de Palla Rubia.
La zona tiene un microclima mediterráneo cálido, en la cual florecen robles, quejigos, enebros, castaños, olivos, jarales, endrinos, escoba rubia, cantueso, alguna encina y matorral.Animales como el jabalí, zorro, perdiz, buitre leonado, alimoche, águila perdicera y multitud de pequeñas aves y roedores pueblan la zona.
Rutas
Es posible disfrutar de esta maravilla desde dos puntos diferentes. En Pereña de la Ribera existe un mirador desde el que se obtienen unas panorámicas espectaculares del Pozo de los Humos desde la lejanía. Un lugar ideal para tener una visión general de la cascada y del entorno natural en la que está enclavada.
Por su parte, en Masueco se encuentra el acceso hasta el propio Pozo de los Humos. Allí se construyeron hace años unas plataformas para poder ver de cerca el fenómeno y sentir prácticamente el agua a unos centímetros.
Para llegar hasta el mirador que hay en Pereña de la Ribera se debe tomar una pista que sale al oeste del pueblo junto al frontón y que se encuentra señalizada. Este camino se puede realizar caminando, durante alrededor de cinco kilómetros, aunque la mayoría de los visitantes van con su vehículo. A menos de dos kilómetros hay un aparcamiento en el que es obligatorio dejar el vehículo entre febrero y agosto con el objetivo de proteger el ecosistema y la anidación de aves. Después de una breve caminata se llega al mirador para disfrutar de la espectacular vista de el “Pozo de los Humos”.
En Pereña de la Ribera también es posible disfrutar de otra cascada menos imponente, pero también con un gran atractivo, el Pozo Airón. El camino para llegar hasta ella también se encuentra señalizado y comienza en la iglesia del pueblo. El recorrido consta de algo menos de siete kilómetros ida y vuelta aunque se puede llegar con el vehículo hasta un pequeño aparcamiento que hay junto al arroyo de los Cuernos. El resto del camino transita por un estrecho sendero enclavado en un entorno con un encanto especial. Este espacio tiene la particularidad de que el visitante puede adentrarse en la cueva que hay detrás de la cascada para admirarla de una manera diferente y muy emocionante.
El segundo recorrido es el de Masueco. El primer tramo, aunque es un camino, se puede realizar con el coche puesto que discurre entre los huertos y parcelas. Hay que dejarlo obligatoriamente en un aparcamiento. A partir de ahí habrá que bajar caminando durante 2,6 kilómetros hasta llegar al verdadero espectáculo natural de el "Pozo de los Humos". Para disfrutar con más cercanía de la cascada se han construido unos miradores elevados que permiten captar unas instantáneas idílicas del lugar.
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