Sociedad

Cáritas advierte una "cronificación" de la pobreza y la exclusión social en Castilla y León

El número de personas beneficiadas se mantiene estable por encima de las 118.000, pero se incrementa un 18% la inversión para hacer frente a sus necesidades

Jesús Fernández González y Antonio Jesús Martín de Lera presentan la Memoria
Jesús Fernández González y Antonio Jesús Martín de Lera presentan la MemoriaRubén Cacho/Ical

Caritas Castilla y León advirtió hoy de una “cronificación” de la pobreza y la exclusión social en Castilla y León, debido, principalmente, a la precariedad laboral, la falta de vivienda, la llegada de inmigrantes en situación de irregularidad y la salud mental. El pasado año, según la memoria autonómica presentada hoy, el número de beneficiarios por los distintos programas de Cáritas se mantuvo estable en la Comunidad, por encima de las 118.000 personas, pero la organización tuvo que incrementar los fondos un 18 por ciento, hasta los 46,1 millones de euros, para hacer frente a las necesidades.

El presidente de Cáritas Castilla y León, Antonio Jesús Martín de Lera, que esta mañana presentó la memoria de la organización correspondiente el pasado año, recalcó que Castilla y León “no es ajena” a la pobreza y la exclusión social que afecta al conjunto de España y que se viene manteniendo en los últimos años. Así, indicó que mientras el número de beneficiarios se mantiene, el incremento de los fondos pone de manifiesto que las personas que acuden a Caritas necesitan, cada vez más, “ayudas más intensas”.

A su vez, Martín de Lera explicó que la pobreza en Castilla y León “tiene rostro de mujer”, dado que suelen ser las que demandan ayuda, aunque detrás de ellas está toda la familia. Así, indicó que el perfil de la persona que se acerca a Cáritas es el de una mujer de entre 30 y 50 años, desempleada o con un empleo precario y con problemas de vivienda, aunque cada vez son más las personas mayores que piden ayuda al no poder cubrir sus necesidades básicas con la pensión.

Entre los motivos de pobreza y exclusión, Martín de Lera destacó en primer lugar la precariedad laboral y aseguró que en un contexto de subida constante de los precios, “tener un trabajo no es una garantía para vivir con dignidad”. En segundo lugar hizo referencia a la crisis habitacional y explicó que el aumento de los precios de alquiler y la falta de vivienda social provoca que cada vez sean más las personas que no pueden acceder a un hogar adecuado que satisfaga sus necesidades básicas.

Además de la llegada de inmigrantes en situación de irregularidad, a los que Cáritas acompaña hasta lograr su plena integración, también se refirió al “preocupante” incremento de los problemas de salud mental que se viene registrado y que se han convertido en uno de los principales factores que aumentan la exclusión social.

Para Martín de Lera, una de las principales características de los problemas de salud mental es su trasversalidad. Según indicó, se trata de un problema que se detecta en muchos de los programas de Cáritas y, en muchas ocasiones son el origen de otros problemas como la falta de vivienda o las adicciones. Además, subrayó que se trata de un problema serio que debe afrontar toda la sociedad y que requiere de una mayor implicación de las administraciones públicas.

Voluntarios

Por su parte, el obispo de Astorga, Jesús Fernández González, agradeció el esfuerzo y compromiso de los 4.151 voluntarios y 1.083 trabajadores de la entidad, así como de los donantes y socios comprometidos con los valores de “solidaridad, amor y ayuda a los que más lo necesitan”.

Además, también resaltó que detrás de los números hay personas reales víctimas de la pobreza y la desigualdad, a la vez que recalcó que el compromiso y el esfuerzo de voluntarios y trabajadores de la entidad se sintetiza a la perfección en el lema de este año: “Allí donde nos necesitan abrimos camino a la esperanza”.