Cultura

La catedral del mudéjar que se alza en un pequeño pueblo de Ávila y que no se puede visitar

Se trata de la Ermita de la Lugareja situada en la localidad de Arévalo

Ermita de La Lugareja en Ávila
Ermita de La Lugareja en ÁvilaEduardo Margareto/Ical

Nuestros pasos nos conducen hasta la provincia de Ávila. Concretamente a Arévalo. Lugar emblemático en la historia de España. Su casco antiguo, de hecho, se encuentra declarado Bien de Interés Cultural, y en él se conservan una notable cantidad de arquitectura mudéjar castellana, siendo uno de los lugares más destacados, en este sentido, en el panorama internacional.

Un lugar con un gran número de monumentos y construcciones de època y que cuenta con uno delos principales templos del mudéjar, que numerosos historiadores han llegado a calificar como la catedral del mudéjar, Se trata de la ermita de La Lugareja, también conocida como la Iglesia de Santa María de Gómez Román, y que se halla a escasos dos kilómetros del municipios.

Ermita de la Lugareja, en Arévalo
Ermita de la Lugareja, en ArévaloIcal

El primer documento existente de esta iglesia inacabada -que formó parte de un monasterio, donde en una bula de 1778 se cotaba como un monasterio de monjes- es del siglo XIII. En el año 1245 era entregado a las monjas del Orden del Císter. En los siguientes siglos el edificio se fue deteriorando y el monasterio cayéndose a trozos hasta quedar la actual iglesia, que fue declarada monumento histórico-artístico en el año 1931.

Tiene un ábside triple que se encuentra decorado con una serie de arcos y, sobre el crucero se halla un cimborrio cuadrado, donde se han incorporado grandes pechinas sobre las que se ha construido una gran cúpula. Su interior sorprende al visitante al ser un espacio arquitectónico desnudo y singular, y que cuenta con influencias mudéjares, románicas y cistercienses.

Desafortunadamente en estos momentos se encuentra fuera del circuito cultural y turístico, con sentencias de tribunales de por medio y que de momento no han sido ejecutadas, para permitir su apertura, con marchas de los propios vecinos y reivindicaciones, como la vivida el pasado mes de noviembre.