Ciudad Rodrigo, mucho más que Carnaval y toros

La localidad salmantina de Ciudad Rodrigo está de fiesta desde hoy y hasta el martes. Son los días grandes en este municipio limítrofe con nuestros vecinos de Portugal que festejan a Don Carnal con los toros y la tauromaquia como grandes protagonistas. De hecho, durante los meses que preceden a esta fiesta,el Bolsín Taurino celebra sus tientas, donde se ofrece la posibilidad a los maletillas, aprendices de toreros, de ganarse en concurso la lidia de un novillo en la plaza mirobrigense.

De hecho, el Carnaval del Toro en Ciudad Rodrigo puede ser considerado el más antiguo de España, al menos así lo prueba un documento de tiempos de los Reyes Católicos en el que se recrimina a la ciudad el excesivo gasto en fiestas taurinas.

Asimismo, Ciudad Rodrigo puede presumir y, de hecho lo hace, de contar con un singular coso taurino, todo él de madera y de traza cuadrangular, que se construye en apenas tres días en la Plaza Mayor, y que es una tradición centenaria muy arraigada en la localidad. Tal es así, que está declarada Bien de Interés Turístico Cultural (BIC) de carácter inmaterial. Un tradición que se mantiene desde al año 1418 cuya supervivencia está garantizada por el arraigo y el relevo generacional.

Abuelos, padres e hijos levantan un entramado de vigas, tablas, largueros, forros o cuñas, todo bien aferrado con las conocidas puntas de "veinte-ciento" y alguna otra brida, y constituido por cuarenta y siete tablaos, que se obtienen en una subasta popular, y cinco puertas.

La elección de Reina y Damas de Honor del Carnaval, la romería de San Blas y la preparación de disfraces y de carrozas son algunos de los pasos previos para unas fiestas que se viven con una gran intensidad y que atraen cada a año a miles de personas.

Los encierros, y especialmente el del Aguardiente o el que se celebra a caballo el domingo de Carnaval, en el que desde las dehesas vecinas expertos caballistas y garrochistas conducen a los toros bravos hasta la ciudad, son los protagonistas de las fiestas, además de los disfraces, desfiles, charangas y peñas que llena de alegría y diversión durante cinco días a la antigua Miróbriga.

Pero ciudad Rodrigo es mucho más que carnaval y toros, ya que ofrece numerosas opciones para disfrutar de este municipio y sus alrededores en todos los ámbitos, desde lo cultural, hasta la naturaleza pasando por lo gastronómico o patrimonial.

Y en esta ruta de cada viernes en La Razón recomendamos una visita a Miróbriga, sino ahora en el Carnaval del Toro, para cualquier momento del año porque merece la pena.

Declarado Conjunto Histórico Artístico en 1944, Ciudad Rodrigo tiene un patrimonio alucinante, rincones repletos de historia, y está considerado como uno d elos pueblos más bonitos de España.

Estos son algunos de los lugares más destacados que no hay que dejar de visitar en Ciudad Rodrigo:

Castillo de Ciudad Rodrigo,

Cuando uno llega a Ciudad Rodrigo el castillo sobresale de sus murallas y del resto del conjunto urbano. Su origen incierto lo une a la defensa del vado natural del río Águeda y a su puente antiguo. Si tienes pensado hacer noche, desde 1931 es uno de los Paradores de Turismo más antiguos de España y uno de los mejores lugares donde dormir en Miróbriga. En su primitiva construcción intervino Fernando II y, más tarde, en 1372, Enrique II de Trastámara, artífice definitivo de la fortaleza. El paseo por sus jardines, o el recorrido bordeando la impresionante torre principal constituyen un viaje a la historia.

El Verraco

Para los que gustan de tradiciones, el Verraco de Ciudad Rodrigo, del siglo IV antes de Cristo y situado en la Plaza del Castillo del municipio, es una de ellas. Realizado en piedra, el verraco es un símbolo característico de las poblaciones prerromanas, y este lugar es un buen sitio para un selfie.

Muralla

Ciudad Rodrigo tiene un pasado bélico sin igual. Y es que hasta once veces ha estado en guerra a lo largo de la historia, con la Guerra de la Independencia contra los franceses como protagonista. De ahí, la importancia de su muralla, que se conserva en buen estado a día de hoy y se puede recorrer dando un paseo. En el recorrido el turista se encontrará varios cañones antiguos. Con ellos se rinde homenaje a quienes liberaron Ciudad Rodrigo en 1810 contra las tropas de Napoleón. Como curiosidad, desde el aire la muralla tiene forma de estrella. Y no te pierdas las puertas distribuidas a lo largo de la Muralla, que son dignas de ver. la Puerta del Conde, la del Sol, la de la Colada, que conduce al río Águeda, o la de Amayuelas, frente a la fachada de la catedral.

Catedral de Santa María

La Catedral de Ciudad Rodrigo está dedicada a Nuestra Señora Santa María y fue declarada Monumento Nacional en 1889. Además, es parte del Camino de Santiago, así que si quieres puedes ir desde el Pórtico del Perdón de la Catedral de Ciudad Rodrigo al Pórtico de la Gloria de Santiago de Compostela, pasando también por el Santuario de Nuestra Señora de la Virgen de la Peña de Francia.

Es un templo católico de Ciudad Rodrigo, en España. Su construcción, promovida inicialmente por el rey Fernando II de León en torno a 1168 y continuada por sus sucesores en el trono, se llevó a cabo entre los siglos xii y xiv. Pertenece por su estilo al llamado «grupo de Salamanca». Se proyectó como románica, y aún conserva trazas en su perímetro exterior, pero la prolongación de las obras durante varios siglos hace que se clasifique de tardorrománica de transición al gótico

Como curiosidad, en la fachada de la Catedral de Ciudad Rodrigo hay marcas de balas de cañón que puedes ver desde la Plaza de Herrasti. El motivo es que durante la Guerra de la Independencia, la torre fue utilizada como polvorín. Aún se aprecia recuerdo de aquella época.

Plaza de Herrasti o del Rey

Es una de las principales plazas de Ciudad Rodrigo, en cuyo centro se encuentra el monumento al General Pérez de Herrasti que dirigió la defensa de Miróbriga ante el sitio de los franceses, a los héroes de la Independencia. Junto a esta plaza está uno de los edificios más importantes en la ciudad, como el Seminario Diocesano, las casas de las familias más importantes de Ciudad Rodrigo siglos atrás y el museo más curioso de Ciudad Rodrigo: el del orinal. Es el único museo de orinales de España y uno d elos tres que hay en el mundo junto al de Berlín y Hong Kong.

Plaza Mayor

La Plaza Mayor es el centro de la ciudad y ha sido testigo de innumerables acontecimientos y celebraciones a lo largo de los siglos. Desde festejos taurinos, procesiones, conciertos, mercados e incluso ejecuciones. En torno a ella se desenvolvió siempre toda actividad, como lo demuestran los edificios que la circundaban, de los que sólo queda el Ayuntamiento. Junto a él estuvo la antigua iglesia de San Juan, en cuyo claustro se reunía el consistorio. También se celebraba aquí el mercado chico; se vociferaban los pregones y en sus portales estaban instalados los oficios de los escribanos y notarios.

Frente al ayuntamiento se hallaban las carnicerías públicas, construidas en el siglo XVI. Hasta entonces estuvieron allí las Tres Columnas romanas, que la ciudad tomó como emblema al menos desde el siglo XIII. En 1580 se ensanchó la plaza en el lugar donde se encuentra la antigua cárcel y la Audiencia, que tuvo corredores para ver los toros, fiesta que aún hoy se celebra en este lugar los días de carnaval. Actualmente sigue siendo la Plaza Mayor en el núcleo central de la vida urbana.

Palacio de los Águila o Casa del Príncipe

También llamado Palacio de Altares, es un edificio renacentista de los siglos XVI y XVII, y es el palacio de mayores dimensiones de la ciudad. Cuenta con dos patios interiores, uno de ellos plateresco, y con una capilla privada. Perteneció a uno de los linajes más importantes de la ciudad. En el año 2000 fue restaurado y desde entonces su función es museística, acoge exposiciones temporales. Ahí se hospedó la reina de Inglaterra en 1692 en su viaje hacia Portugal. En la capilla estuvo el calvario que don Antonio del Águila, obispo de Zamora, encargó a Juan de Juni para presidir su capilla del convento de San Francisco.

Desde 2010 alberga el Centro Hispano-Luso de Estudios de Patrimonio, dedicado a la protección, conservación, investigación y promoción del patrimonio cultural español y portugués.

Casa de la Marquesa de Cartago

Su construcción comenzó en la última década del s. XIX, sobre los solares de casas pertenecientes al mayorazgo de Corbalán que habían recaído en el marqués de Espeja. Su promotora —descendiente de éste— fue doña Concepción Narváez y del Águila, marquesa de Cartago. De estilo neogótico, destacan el dintel de la portada, con los escudos de Narváez y Águila; el balcón esquinado y la decoración de las ventanas en las que se toman como motivos ornamentales la flor de lis y el águila, símbolos del linaje. Murió esta señora sin finalizar la obra y los nuevos propietarios la reformaron y terminaron en 1953.

Siega verde

En los alrededores de Ciudad Rodrigo se encuentra el yacimiento de Siega Verde, descubierto en 1988 y declarado Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO en 2010, que alberga uno de los mayores conjuntos de arte rupestre Paleolítico al aire libre de toda Europa.

A orillas del río Águeda, en torno al puente de La Unión, se han localizado más de 440 figuras de animales y signos abstractos de estilo Paleolítico que las sociedades cazadoras y recolectoras del Paleolítico Superior dejaron plasmadas sobre las rocas de esquisto mediante diferentes técnicas de grabado, demostrando, así, la capacidad de abstracción y expresión que el Homo Sapiens ha tenido desde sus orígenes.

Durante las visitas guiadas puede hacerse un viaje en el tiempo, unos 17.000 años atrás, que nos transporta hasta esa última “época glacial” en la que habitaban por estas latitudes animales como caballos salvajes, uros, bisontes y renos, entre otros. Junto al yacimiento arqueológico se sitúa el centro de interpretación que complementa y ayuda a comprender el discurso gráfico del yacimiento.

Y para comer, si visitas Ciudad Rodrigo, no dejes de probar el farinato, típico de la provincia de Salamanca pero especialmente en Miróbriga, donde forma parte de su cultura etnográfica. De hecho, en 2007 se reconoció la Marca de Garantía «Farinato de Ciudad Rodrigo», un original embutido hecho de manteca de cerdo, pan migado, pimentón y especias.

Como tradición se compaña de huevos fritos, aunque marida a la perfección con arroces o pastas y se usa en todo tipo de rellenos, croquetas o empanadas. Tal importancia tiene, que a los habitantes de Ciudad Rodrigo, además de mirobrigenses se les llama farinatos.