Curiosidades

De La Colilla a Pelabravo o Puercas: conoce los nombres de pueblos más raros y peculiares de España

Una toponimia curiosa y singular, pero también divertida que saca alguna sonrisa a quien se acerca por vez primera a ellos y lee los letreros situados en las carreteras

Cartel de La Colilla a la entrada del municipio
Cartel de La Colilla a la entrada del municipioWikipediaLa Razón

España puede presumir de ser municipalista, con un total de 8.312 localidades, de las cuales 2.248 se encuentran en Castilla y León, la región más amplia y con mayor número de localidades, y entre ellas se encuentra, por ejemplo, el municipio más antiguo de nuestro país: Brañosera, en la provincia de Palencia.

La mayoría de estos pueblos además, son de pequeño tamaño, pero cuentan con un rico y variado patrimonio e historia además de una identidad particular e incluso en muchos casos un nombre característico y peculiar.

Una toponimia curiosa y singular, pero también divertida que saca alguna sonrisa a quien se acerca por vez primera a ellos y lee los letreros situados en las carreteras. Pueblos pintorescos cuyos habitantes han ido creando a lo largo de los siglos denominaciones fruto de acontecimientos históricos, o de la cultura y de las tradiciones locales. de lo más curiosa, tanto que extraña que sean llamados así.

En estas líneas de LA RAZÓN queremos dar a conocer algunos cuyos nombres son de los más raros y singulares de España, en general, y de Castilla y León, en particular.

No están todos los que son, porque la lista es amplia y no se acabaría nunca, pero si que pueden servir de ejemplo para esta información.

En Andalucía, por ejemplo, y en sus ocho provincias hay nombres de pueblos que llaman la atención. Desde Cabezas Rubias, en Huelva, hasta las jienenses de Guarromán o Venta de Pantalones pasando por la localidad almeriense de Matagorda o la gaditana Meadero de la Reina.

Guasa, en Huesca; la localidad asturiana de Entrepenes; la lucense de Villapene; el municipio cántabro de Correspoco; el manchego de Uña; el barcelonés de Berga; el leridano de Bar; el extremeño de Malcocinado; los canarios de El Golfo e Ingenios; el coruñés de Quintopino; el riojano de Cenicero; en Guipúzcoa, Alegría; Cenicientos, en Madrid; o la Chulilla valenciana, son otros ejemplos curiosos de esta particular nomenclatura municipal.

¿Y en Castilla y León?

Pues la comunidad castellano y leonesa también puede presumir de pueblos con nombres muy particulares que los hacen únicos en el mundo.

Es el caso de Villaviudas en Palencia; Muñecas y Recuerda, en la provincia de Soria; Tinieblas de la Sierra y Pesadas, en Burgos, una entidad local menor esta última perteneciente a Villarcayo, pero que es conocida porque en ella pernoctó Carlos V, y por ello está situada en la Ruta Carlos V; y Moratones, Puercas, Cazurra, Peleas de Arriba y Peleas de Abajo, en Zamora.

En tierras vallisoletanas está Pollos, Wamba, Pozal de Gallinas o Ataquines, donde cuenta la leyenda que esta denominación surgió por una anécdota sucedida entre Isabel La Católica y una de sus doncellas. Según se dice, la reina se dirigía a Arévalo desde Medina del Campo cuando se le desató el cordón de seda de uno de sus zapatos. Disgustada, le dijo a Inés, que formaba parte de su corte, «Ata aquí Inés».

En la provincia de Ávila, La Hija de Dios, Aveinte o La Colilla. Este último municipio se llama así en referencia a una antigua batalla entre cristianos y moros en el siglo XII conocida como la batalla en La Colilla ( en castellano antiguo La Coliella )

Y en territorio segoviano son curiosos los nombres de Bernuy de Porreros o Coca, pero también Madriguera, ubicado en la ruta de los pueblos rojos de Segovia por sus antiguas construcciones con muros de arcilla roja autóctona y piedra ferruginosa que a veces contrastan con el gris de la pizarra y el blanco del cuarzo.

Mientras que en la provincia de León destacan Villalibre de la Jurisdicción, así como Calaveras de Arriba y Calaveras de Abajo, dos pueblos con una historia tétrica a sus espaldas. De hecho, cuentan que se nombraron así tras una batalla entre moros y cristianos en la que hubo muchos muertos. La zona quedó llena de cadáveres, y con el tiempo en el terreno empezaron a aparecer calaveras.

Y en la comarca leonesa de El Bierzo se encuentra Calamocos, en alusión a los montes que rodean la localidad que proviene del latín medieval, (calamaucum) que significa además 'gorra en forma de montera o mitra.

En tierras salmantinas están Pelabravo, Buenamadre, Machacón o Diosleguarde, llamado así este último porque según parece hace tiempo había un bosque tenebroso en dirección a Tenebrón (de ahí el nombre) donde había muchos lobos, y cuando alguien se iba a cierto lugar atravesando este bosque tenebroso se le decía Dios Le Guarde para que el Señor le protegiera en el camino.