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Los contratos predoctorales para jóvenes investigadores en Castilla y León se mantienen en torno a 350

Cuatro de cada diez corresponden a la Universidad de Salamanca, con 148, seguida de los 78 de la UVa y los 47 de Burgos y León

Contratos predoctorales en Castilla y León
Contratos predoctorales en Castilla y LeónIcal

Los contratos predoctorales para jóvenes investigadores en Castilla y León se mantuvieron en 2024 en torno a 350, al pesar de los 345 del año 2023 a los 349 del ejercicio pasado, pese a que el presupuesto global destinado a estas ayudas bajó un 12,1 por ciento, hasta los 5,2 millones de euros. La resolución de la última convocatoria de la Junta, correspondiente a 2024, incorporó 90 nuevos contratos a los ya existentes en la Comunidad procedentes de convocatorias anteriores.

El informe de la situación económica y social de Castilla y León, elaborado por el Consejo Económico y Social (CES) y consultado por la Agencia Ical, destaca que, un año más, la Universidad de Salamanca (Usal) lidera el número de contratos predoctorales activos, al concentrar el 42 por ciento. Es decir, los 148 contratos de la institución salmantina suponen casi la mitad del total de los registrados en la Comunidad. En concreto, suma ocho a los contratos existentes un año antes. Le siguen los 78 de la Universidad de Valladolid (UVa), que pierde cuatro, y los 47 de las de Burgos (UBU) y León (ULE), en cada caso. El reparto se completó con los 28 existentes en el Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y uno para la Fundación para la Investigación del Cáncer de la Usal. El año pasado, no hubo ninguna ayuda para el Instituto de Estudios de Ciencias de la Salud (IscCyL o IecsCyL).

El número de contratos tiene su reflejo en el importe destinado a cada organismo. Por ejemplo, la Universidad de Salamanca fue la que dinero recibió, con 2,2 millones de euros, que supuso un 10,8 por ciento menos que en 2023. Le siguió, la UVa, con más de un millón de euros, con un descenso del 7,8 por ciento; la UBU, con 733.446 euros y la de León, 644.926. Por su parte, el CSIC se quedó en 562.108 euros y el centro de investigación del cáncer de la Usal, 23.316 euros.

Estas ayudas, cofinanciadas por el Fondo Social Europeo Plus (FSE+), tienen una duración de hasta cuatro para jóvenes investigadores que desarrollen su actividad en universidades públicas de Castilla y León, universidades privadas sin ánimo de lucro, organismos públicos de investigación con sede en la Comunidad, infraestructuras científico-técnicas singulares, fundaciones privadas del ámbito sanitario que contemplen la investigación entre sus fines estatutarios, así como en entes públicos vinculados a consejerías de la Junta de Castilla y León que recojan la investigación entre sus objetivos en su normativa reguladora.

El objetivo de la administración autonómica, según Ical, es consolidar las capacidades del sistema de investigación de la Comunidad, potenciar su excelencia y mejorar el posicionamiento internacional de los centros y universidades, en busca de la excelencia en áreas científicas. De ahí que la Junta publicara, además, en junio de 2024 las ayudas para financiar la contratación de personal técnico de apoyo a la investigación en las universidades públicas de Castilla y León durante dos años. Dirigidas a jóvenes incluidos en el Sistema Nacional de Garantía Juvenil, con la cofinanciación de la Unión Europea, se convocaron en concurrencia competitiva cien ayudas. De ellas, 65 fueron destinadas a jóvenes con título universitario y 35 a titulados de Formación Profesional.

Por otro lado, hubo una convocatoria de subvenciones del programa de apoyo a proyectos de investigación en ciencia aplicada, cofinanciada por el Fondo Europeo de Desarrollo Regional, para financiar proyectos de investigación y la contratación de personal investigador en universidades, organismos públicos y fundaciones sanitarias. Está dirigida a universidades públicas y privadas sin ánimo de lucro de Castilla y León, organismos públicos de investigación a través de sus institutos en la Comunidad, infraestructuras científico-técnicas singulares ubicadas en la región, y fundaciones del ámbito sanitario.

En 2024 se mantuvieron activos 80 proyectos de investigación, a los que se destinó un total de 1,9 millones de euros, con una disminución del 22,3 por ciento en el número de proyectos vivos (23 proyectos menos) y una reducción del 39,4 por ciento en el importe concedido respecto a 2023.

Por entidades, la Universidad de Salamanca fue, de nuevo, la institución con mayor número de proyectos activos, al concentrar el 37,5 por ciento del total con 30, seguida de la Universidad de Valladolid (23,7 por ciento y 19), la UBU (17,5 por ciento y 14) y la de León (12,5 por ciento y diez planes).

Planes estratégicos de investigación

Además, existen ayudas destinadas a financiar planes estratégicos de investigación ejecutados por estructuras de investigación de excelencia para atraer y retener talento y promover los grupos con capacidades y potencial de liderazgos internacional. No en vano, la idea es que puedan participar en el Programa Estatal de Fomento de la Investigación Científica y Técnica de Excelencia.

La resolución de la última convocatoria, publicada en diciembre de 2024, contemplaba el reparto de 3,1 millones de euros para financiar los programas estratégicos de dos unidades de investigación de la Universidad de Salamanca como ‘Luz y Materia Estructuradas_Lumes’ y la unidad ‘Ibrains-IN-CyL’, del Instituto de Neurociencias de Castilla y León, con una financiación de 850.000 euros y 600.000 euros, respectivamente; y otros dos de la UVa como ‘Unidad del Instituto de Oftalmología Aplicada_IOBA’ y la unidad ‘Laboratory of Interdisciplinary and Disruptive Sciences_Ladis’, financiadas con 850.000 euros cada una. La financiación durante la anualidad de 2024 se redujo a 900.000 euros frente a los 2,7 millones del año anterior, con un descenso del 67 por ciento, aunque vuelve a aumentar para el presente ejercicio, hasta los 3,1 millones de euros.

El CES destacó, según Ical, que en 2024 el ecosistema de investigación, desarrollo e innovación (I+D+i) en Europa ha experimentado una transformación “significativa”, impulsada por desafíos globales como la crisis energética, el cambio climático y la necesidad de una aceleración económica sostenible. “Este contexto ha motivado una revisión y fortalecimiento de las políticas de I+D+i a nivel europeo, nacional y regional, con el objetivo de fomentar la resiliencia, la autonomía estratégica y la competitividad”, añadió. En este sentido, se enmarca el Plan de Transferencia de Conocimiento Universidad-Empresas (TCUE) 2024-2027, que promueve la Consejería de Educación, para potenciar la transferencia del conocimiento generado en las universidades de Castilla y León, fomentado la valorización de la investigación, el emprendimiento universitario y la colaboración con el tejido económico y social de la Comunidad.