Naturaleza

¿Cortar o arrancar las setas al recolectarlas? Esto es lo que dicen los expertos

Al monte no se puede salir de cualquier manera, y menos a recoger el producto estrella del otoño, ya que es una actividad que requiere de una serie de pautas importantes que hay que conocer

Los primeros ejemplares de setas ya empiezan a asomar en Castilla y León
Temporada de setas en Castilla y LeónIcalLa Razón

Con el otoño avanzado, aunque ya estamos en el denominado invierno meteorológico que arranca el 1 de diciembre, y tras el frío de estos últimos días y las lluvias, la temporada de setas está que arde y este producto estrella de esta época del año ya rebosa en los montes, caminos y bosques de la comunidad.

Sobre todo las seta de cardo, un hongo comestible, apreciado por los restauradores por su excelente calidad, su sabor dulce y carnosa textura, que se llama así porque crece en las raíces muertas del cardo corredor, una planta silvestre de la que se alimenta, pero también los níscalos, muy típicos en cualquier zona de Castilla y León y exquisitos en los guisos.

Pero dicho esto, y como todo en la vida, al monte no se puede salir de cualquier manera, y menos a recoger setas, ya que es una actividad que requiere de una serie de pautas importantes que hay que conocer.

Lo primero y más importante es saber a qué se va, para conocer también donde hay que ir. Una cosecha variada y colorida suele delatar al que empieza en estas lides así como al que no cuenta con conocimientos micológicos.

Además, el buen recolector tiene siempre en mente varias cosas: la prudencia y la observación, pero también la humildad, la curiosidad y el mimo a la naturaleza así como ser una persona fuerte en lo mental e inasequible al desaliento.

La indumentaria, que sea cómoda, es importante también en una jornada de setas, así como el material que se utiliza. En este sentido, la cesta y la navaja o el cuchillo son la parte mollar del asunto. Sin ambas herramienras no sería posible una buena faena, que diría un taurino, pero también y sobre todo son fundamentales para que el recolector no haga un destrozo a la naturaleza.

La cesta es muy importante ya que no solo sirve para almacenar las setas sino que ayuda también a esparcir esporas mientras se recorre el monte y que las setas vuelvan a crecer en la próxima temporada. También permite airear el producto evitando que los hongos se descompongan rápido. Pero no todas las cestas son iguales.

Las más típicas y tradicionales son las de mimbre, aunque también se usan las de malla, tela de rejilla o nylon que también cumplen esta esencial función de "inseminar" el campo. Muchos "seteros" utilizan mochilas, que para esta función se denominan fungimochilas, que también permitan la dispersión de las esporas, además de llevar refuerzos laterales que ayudan a proteger los productos micológicos recogidos.

El buen recolector siempre tiene en cuenta no ransportar las setas en bolsas, ya que no transpiran y se pudren antes y porque impide la mencionada dispersión e las esporas. También se recomienda colocar los hongos en la cesta o en la mochila con el sombrero hacia abajo, para que no les entre tierra entre las láminas.

En cuanto a las navajas y cuchillos, tampoco vale cualquiera, ya que esta debe estar diseñada para hacer más fácil el corte y, sobre todo, no hacer daño al hongo. Las hay de varios tipos, desde un cuchillo con cepillo hasta una navaja tranchete para recoger níscalos o setas de cardo principalmente.

Recogida de setas y cardos en la Sierra abulense de Gredos
Recogida de setas y cardos en la Sierra abulense de GredosRicardo Muñoz/Ical

En este sentido, muchos se preguntan cuál es la mejor forma de recolectar setas y si hay que coartarlas o arrancarlas. Expertos micólogos como Miquel Teres cuenta que él es más partidario de arrancar y luego cortar, por que si solo te dedicas a cortar el micelio de un hongo lo puedo contaminar a otro.

"El micelio -explica- es el hongo en sí. El árbol que da la fruta y puede estar bajo tierra o dentro de la madera. Es como una semilla y por cruce de micelios fructifica, por lo que si se arranca la seta y, una vez arrancada, la corto, no se contamina ningún micelio", señala en un video. Esto se aplicaría a todo lo que sean setas conocidas que sean comestibles, ya que, según afirma, las que no se conocen es mejor arrancarlas y llevarlas enteras para ser identificadas.

Además, el experto asegura que si cortas una seta antes de arrancarla, por ejemplo un amanita phalloides que te puede matar, no ves el pie y, por lo tanto, no se puede determinar con fiabilidad si es una u otra. Por eso recomienda siempre arrancar las setas pero con cuidado y tapar siempre el agujero donde se ha arrancado el hongo y así el micelio continúa trabajando perfectamente.

Y como consejo final, otros expertos recomiendan que a la hora de cortar hay que llevarse siempre la volva, que es de donde nace el pie de la seta, ya que puede ayudar a identificarla.

Otras herramientas útiles aunque no imprescindibles para salir a por setas son los bastones típicos que se usan para hacer senderismo, ya que reducen el cansancio, aligeran la carga de los brazos y permiten mantener el equilibrio ante cualquier traspiés.

Y los equipos de orientación como brújulas, relojes digitales, silbatos o GPS son muy necesarios en determinados momentos. Y tampoco está de más incluir en el equipaje micológico una guía de setas, sobre todo quiene estén empezando en este mundo.