Cultura
El Cronicón de Oña (Burgos) reivindica potencial turístico y económico
Hasta el 15 de agosto se podrán ver la representación teatral, a las 22 horas, en el Patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador de Oña
La recreación histórica de El Cronicón, que narra el pasado de Castilla a través de los hechos que llevaron a la fundación del Monasterio de San Salvador de Oña (Burgos), celebra su treinta y cinco aniversario con una reivindicación de su potencial turístico y económico, además de su contribución al conocimiento de la historia y el patrimonio artístico burgalés.
La representación teatral vuelve a los escenarios este viernes 11, convertida en una de las señas de identidad de Castilla y León por la calidad de su interpretación, del vestuario y del montaje de luz y sonido, además de ser la recreación “más antigua”, ha recordado a EFE Berta Tricio, presidenta de la Asociación Cultural El Cronicón de Oña.
Hasta el próximo 15 de agosto, el Patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador de Oña acogerá cinco sesiones teatrales, a partir de las 22:00, por las que pasarán alrededor de 1.600 espectadores, lo que da prueba de la dimensión cultural y turística de la iniciativa, que ha crecido año tras año.
El Cronicón cuenta con ayuda económica de la Diputación de Burgos, el Ayuntamiento de Oña y empresas de la localidad y su entorno, pero treinta y cinco años después sigue sin recibir apoyos de la Junta de Castilla y León, ni esta ni ninguna de las recreaciones históricas de la comunidad.
Tricio ha insistido en que este tipo de iniciativas “mueven turismo, economía y sirven para promocionar el patrimonio material e inmaterial”, así que “sería muy conveniente” que la Junta se implicase, y no necesariamente tiene que ser con recursos económicos.
El Cronicón, como otras recreaciones históricas, son un “producto turístico” más de Castilla y León, pero no están incluidas dentro de la promoción turística de la comunidad, ni se llevan a las ferias, se publicitan en la página web o en folletos ni, por supuesto, existe una línea de subvenciones.
De ahí que Berta Tricio haya aprovechado el aniversario para recordar esta antigua reivindicación, aunque el “reto” para la asociación, y para todo el pueblo de Oña, es “continuar”, “seguir haciendo un buen espectáculo”, y parece que el relevo generacional lo tienen asegurado.
Cada vez más niños quieren participar en la recreación histórica, en concreto, en la escena previa a la propia representación de El Cronicón, una escena de calle que se ha recuperado este año en las escalinatas de la iglesia de San Salvador.
Cuenta el “periodo de enamoramiento de Sancho García”, la búsqueda de esposa para consolidar el Condado de Castilla después de haber conseguido una tregua con Almanzor, y que da pie a la historia que narra El Cronicón, con las batallas en el seno del condado, las disputas familiares y la fundación del Monasterio de San Salvador en el año 1011.
El cenobio se convirtió en el centro espiritual y político de Castilla y Navarra, al frente del cual Sancho García puso a su hija Trigidia, y que fue el origen de los momentos de esplendor que vivió la villa condal de Oña, hoy un pequeño municipio de menos de 1.000 habitantes.
La recuperación de la escena de calle ha obligado a la organización a invertir en nuevo vestuario, un gasto que se suma a los habituales de renovación y actualización, sobre todo un año como este en el que le han “dado una vuelta la recreación”.
El Cronicón es “más dinámico”, juega con el monumento, con un espectáculo “más llamativo, emotivo y épico”, ha afirmado la presidenta de la asociación cultural, quien ha destacado además que el cambio de ubicación les ha hecho ganar en teatralización y escenografía.
Con la pandemia de la covid-19, El Cronicón pasó de representarse en el interior de la iglesia de San Salvador a hacerlo en el Patio de San Íñigo del Monasterio de San Salvador, lo que ha permitido “una puesta en escena más dinámica y muy entretenida”.
Un total de 125 actores son los encargados de dar vida a personajes que han marcado la historia de Castilla, los orígenes del reino, bajo la dirección artística de Efrosina Tricio, y con la colaboración de alrededor de 150 voluntarios, los responsables del vestuario, el atrezzo, la iluminación, el sonido y el montaje general.
El Cronicón de Oña es un espectáculo de luz y sonido, elementos ambos sin los que la historia estaría incompleta, ha recordado Berta Tricio, igual que si la representación no pudiera contar con el marco patrimonial del monasterio, la joya del municipio burgalés de Oña
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