Sociedad

¿Cuál es la razón por la que se celebra este 23 de abril el Día de Castilla y León?

Los hechos se remontan a una batalla que tuvo lugar hace más de 500 años en tierras vallisoletanas

«Los Comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo» (1862), obra de Antonio Gisbert y expuesto en el Congreso de los Diputados
«Los Comuneros Padilla, Bravo y Maldonado en el patíbulo» (1862), obra de Antonio Gisbert y expuesto en el Congreso de los DiputadosMuseo del Prado

Hoy es fiesta en Castilla y León. Como cada 23 de abril. Una fecha muy especial ya que se conmemoran otras efemérides como el Día del Libro o el Día de San Jorge. Pero en tierras castellano y leonesas este día, que siempre ha generado polémica, por unas u otras razones, y que a día hoy todavía perduran se encuentra vinculado a una reyerta histórica con la realeza y el pueblo como protagonistas que acabó en un baño de sangre.

Hay que retroceder unos 503 años cuando se celebró la Batalla de Villalar, concretamente en la localidad vallisoletana de Villalar de los Comuneros, donde hoy se darán cita cientos y cientos de personas para recordar aquella cita histórica. Pero hay que retroceder unos meses antes cuando un nutrido grupo de nobles, clérigos e incluso campesinos protestaban contra el poder real un año antes, debido a los ingentes tributos que el emperador Carlos I quería sacar de España para sufragar sus batallas en Europa. Querían poner coto al abuso real y establecer otro tipo de Gobierno.

Rápidamente comenzó a fraguarse en algunas ciudades como Segovia, Toledo y Valladolid. Y el movimiento comunero ansiaba que fuera Juana La Loca, la hija de Isabel la Católica la que ocupara el trono, pero eso provocó el enfrentamiento entre la nobleza que unos se pusieron de lado de la heredera y otros de su hijo, que apenas había pisado España y que desconocía el idioma.

La revuelta fue creciendo y el ejército comunero comenzó a tomar varias plazas como Torrelobatón, donde se acuertaló el ejército de Juan de Padilla con el objetivo de llegar hasta Valladolid y Toro. El bando real se instalaba en la localidad de Peñaflor de Hornija esperando los movimientos del ejército contrario. Pero Juan de Padilla cada vez tenía menos apoyos y la situación se iba volviendo más y más crítica. Pero no obstante, decide, partir hacia Toro un 23 de abril en busca de aprovisionamientos y refuerzos para luego partir por distintos pueblos hasta llegar a Villalar de los Comuneros donde les esperaba la tropa real.

 

Fue un visto y no visto, ante la inferioridad ante las tropas de Carlos V. Los tres líderes comuneros, Padilla, Bravo y Maldonado, lucharon hasta la extenuación pero finalmente fueron capturados y al día siguiente en un rápido juicio fueron condenados a la pena capital. En la plaza del pueblo, donde se encontraba la picota donde eran ejecutados los delincuentes fueron decapitados por un verdugo con un hacha de grandes dimensiones.

Los soldados comuneros que pudieron escapar, gran parte de ellos se dirigieron hacia Portugal. La batalla se saldó finalmente con cerca de un millar de soldados comuneros y la captura de otros 6.000. A pesar de esta derrota, la influencia de los comuneros pervivió hasta nuestros días.

Aunque hubo conatos por recuperar esta fiesta a lo largo del siglo XX no fue hasta el año1976 se convoca la primera concentración autonomista en Villalar de los Comuneros, concentrándose allí unas 400 personas. Las personas congregadas en Villalar fueron disueltas por la Guardia Civil. Unos hechos que contribuyeron a reafirmar la importancia posterior de la conmemoración de Villalar. Al año siguiente, en 1977, cerca de 20 000 personas asistieron al Día de Villalar, en una convocatoria conjunta de los dos principales colectivos regionalistas de la época: el Instituto Regional Castellano-Leonés y la Alianza Regional de Castilla y León, pero no fue hasta el año 1986 cuando «se establece como fiesta a todos los efectos en el territorio de la Comunidad de Castilla y León el día 23 de abril de cada año».