Escapadas

Las cuevas subacuáticas, cascadas y aguas manantiales escondidas de la provincia de Burgos

Son una de las alternativas más buscadas ahora que se acerca el verano para pasar las altas temperaturas

Entrada al pozo azul en Covanera (Burgos)
Entrada al pozo azul en Covanera (Burgos)De EltitomacLa Razón

Castilla y León es un territorio milenario y de su gran riqueza artística, cultural y monumental. Pero, además, cuenta con una naturaleza sin igual también, donde coexisten multitud de zonas y paisajes naturales de gran belleza y de gran valor medioambiental. Se trata de maravillas naturales y un espectáculo para los sentidos.

Y ahora que apenas quedan unos días para que dé comienzo el periodo estival, que además se espera que sea uno de los más cálidos de la historia desde que hay registros, la gran mayoría de los españoles y turistas están buscando ya lugares para pasar lo mejor posible estas altas temperaturas. Y las cascadas y cuevas son una de las alternativas que cada vez tienen más adeptos, por lo fresca que está el agua y por los lugares tan paradisíacos en los que suelen encontrarse.

Y una de estas maravillas está situada en un pueblo de apenas una veintena de habitantes como es Covanera, perteneciente al término municipal de Tubilla del Agua, en pleno valle del Rudrón, y que además es única en el mundo y porque, además, no es muy conocida para el gran público en general, salvo para los autóctonos y, sobre todo, para aquellos amantes del espeleobuceo, una variante de la espeleología combinada con el buceo que se centra en la exploración de cavernas subacuáticas, y que tienen a este lugar en la cima de sus anhelos.

Se rata de "El Pozo azul", conocido también como el “Everest” para los que se dedican a esta arriesgada actividad de bucear por lugares inimaginables y, por desgracia, se ha cobrado muchas vidas de investigadores que intentaron dar conocimiento de este lugar a lo largo de la historia.

Una pequeña calita o laguna a simple vista que vierte sus frías aguas al río Rudrón, de un color azul turquesa que impresiona y de tan solo unos 8 metros de diámetro en superficie y diez metros de profundidad. Un sitio, sobre todo, misterioso, en el que uno se puede darse un chapuzón, especialmente en verano, cuando el calor aprieta ya que sus aguas están a una temperatura de entre 9 y 11 grados, pero que tras sus cristalinas aguas en las que nadan y viven innumerables truchas, entre otras muchas especies de fauna acuática documentadas en el Museo Nacional de Ciencias Naturales, se esconden distintas galerías subterráneas y sifones que parecen no tener fin.

Su nombre se debe a que una surgencia de agua que no brota a nivel de superficie sino en profundidad y es de color azul. En sus profundidades cuenta con una cueva con galerías subterráneas que se sumerge bajo la montaña.

No se conoce el humano que haya conseguido acabar la cavidad y llegar hasta el final. Hasta el momento se han recorrido y explorado 14 kilómetros de túnel en las numerosas expediciones realizadas, la mayoría por espeleobuceadores holandeses, británicos y españoles que han conseguido descubrir numerosos sifones o zonas sumergidas en agua, galerías o burbujas de aire donde hay instalados campos base para el descanso y poder seguir investigando.

Hace doce años, en 201o, el Pozo Azul batió el récord mundial en penetración subacuática que se mantiene hasta hoy, al ser la cavidad con mayor recorrido lineal sumergido del mundo que dejó la distancia en los 14 kilómetros

Para llegar al Pozo Azul desde Covanera hay que recorrer una pista a cruzando el río Rudrón y andar medio kilómetro en paralelo al rio para posteriormente girar por una senda e internarse durante unos 250 metros junto al Arroyo Las Pisas hasta llegar a la surgencia.

Esto es lo que se conoce hasta el momento:

S1: El primer sifón, es muy angosto, superarlo es una de las maniobras más complicadas. Tiene 700 m de longitud y una profundidad variable descendente de 20 metros.

G1: La primera galería se conoce como La Burbuja, por las burbujas de aire que permiten respirar sin dificultad que se reparten a lo largo de los 300 metros por los que discurre un río subterráneo.

S2: Para superar el segundo sifón, tiene una longitud de 5 km y una profundidad variable ascendente de 72 metros. Aquí, los buceadores deben ir anclados a la roca mediante un cabo que sirve de guía. Además de la gran cantidad de agua, la falta de luz, hacen fácil perder la referencia espacial.

G2: La segunda galería es aérea discurre a lo largo de de 500m y se la conoce como Tipperary. De ella sale una galería ascendente de unos 300 m aún se está explorando.

S3: El tercer sifón tiene una longitud de 4 km y una profundidad variable descendente de 40 metros.

G3: La pequeña tercera galería es aérea y solo tiene 180 metros.

S4: El cuarto sifón también es pequeño, unos 140 metros

G4: La cuarta Galería tiene forma de cañón y una longitud de 500 metros.

S5: Quinto sifón sumergido de unos 100 metros.

G5: Quinta galería de unos 600 metros.

S6: El sexto sifón es el último explorado, de momento. Tiene de unos 60m y una profundidad descendente de 12 metros descubierto por le inglés Jason Mallison en 2015.

 

Orbaneja del castillo

Otra de las alternativas a esta cueva se encuentra en el municipio de Orbaneja del Castillo, también en la provincia de Burgos, conocido por su entorno natural enclavado entre las paredes del cañón del Ebro, pero también y sobre todo por la cascada de la Cueva del Agua a más de 20 metros de altura. Tiene 25 metros de desnivel que discurre entre casitas rústicas y atraviesa una amplia plaza, luego cruza un pequeño puente y va formando pozas que se unen al río Ebro a su paso por esta localidad.