¿Dónde se encuentra la catedral natural bajo tierra con las estalactitas y estalagmitas más singulares?

Castilla y León es una comunidad histórica y una tierra de reyes en la que hay pueblos milenarios, y un región que cuenta con un patrimonio artístico y monumental casi inigualable, en la que se puede disfrutar de la mejor gastronomía gracias a una amplia y variada despensa, y que ofrece al que quiera visitarla una naturaleza espectacular.

Hay multitud de zonas naturales de gran belleza y de gran valor medioambiental, innumerables rutas de senderismo y lugares también bajo tierra que podrían incluirse entre las maravillas del mundo. Espacios descubiertos por geólogos aventureros que, además, se encuentran en un buen estado de conservación y que por ello pueden visitarse y son de hecho de los más visitados.

En este caso, desde estas líneas, queremos destacar uno de esos lugares que el turista amante de la naturaleza y de disfrutar de nuevas sensaciones no debería perderse y ha de conocer en algún momento de su vida. Se trata de las Cuevas del Águila, una Catedral Natural bajo tierra que atrae por lo inédito de su paisaje kárstico, en medio de la tónica granítica de la sierra de Gredos y sus alrededores.

Estas grutas se encuentran en la provincia de Ávila, en pleno Valle del Tiétar, entre los ríos Arenal, Avellaneda y Tiétar, y están situadas en una zona relativamente extensa, formada por calizas cristalinas fuertemente plegadas que la erosión del aire ha dejado reducida a unos cerros de poca altura sobre estos ríos.

Su descubrimiento se produjo en la tarde del 24 de diciembre de 1963, o sea, hace casi medio siglo, casi al azar, como suelen producirse estos hallazgos de relevancia mundial.

Un grupo de cinco chavales que merodeaban la zona, en la que estaban de caza, observaron un agujero del que manaba vaho debido a la diferencia de temperatura entre el interior, unos 220 grados, y el exterior en ese momento, más frío por la época invernal de ese día.

Los chicos, curiosos y valientes, se acercaron para ver que se cocía allí dentro y, ayudados de cuerdas y linternas, se adentraron en la gruta que recorrieron al principio agachados durante un buen tramo hasta llegar a la gran sala principal. Después estuvieron perdidos por su interior casi cinco horas, pero lograron encontrar de nuevo la salida para dar cuenta de su descubrimiento.

La cueva se abrió al público unos meses después, en julio de 1964 y desde entonces es un lugar muy visitado debido también a que es transitable prácticamente en su totalidad.

De hecho, más de un kilómetro de recorrido de estas grutas ha sido pavimentado salvando los desniveles con escalones y.

Además, están muy bien iluminadas mediante un contraste de luces y sombras bien llevado que realza el espectacular conjunto de estalactitas y estalagmitas que forman grupos escultóricos singulares que están "bautizados" con diversos nombres como el Pórtico de la Gloria, la Virgen del Pilar o el Nacimiento.

A estas cuevas también se las conoce como Romperrropas, que se encuentran en las inmediaciones de Ramacastañas, una pedanía de Arenas de San Pedro,

Las Cuevas están formadas por varias naves y la principal tiene 20 metros de altura en su punto más elevado, que es el de su bóveda.

La visita, que dura unos 40 minutos, se realiza a pie, por lo que se aconseja llevar calzado apropiado, teniendo en cuenta también que en el interior la humedad es del 100% y que la temperatura es de unos 15 grados todo el año. .

Horario de visitas:

Otoño-invierno:

De 10:30 a 13:00 y de 15:00 a 18:00 horas.

Primavera-verano:

De 10:30 a 13:00 y de 15:00 a 19:00 horas.

Tarifas:

Los adultos abonarán 8 euros mientras que los menores de 5 años no pagan.

Una vez en esta zona, el turista, puede aprovechar para realizar alguna excursión a caballo, típicas en esta zona conocida como la Andalucía abulense mientras que, para los más deportistas, hay posibilidad de hacer varias rutas en bicicleta de montaña.

El Aula Museo Abejas del Valle en Poyales del Hoyo o el Centro de Interpretación del Parque Regional de la Sierra de Gredos, son otras opciones para disfrutar de un fin de semana apasionante, en el que el turista no debe dejar de probar y degustar algunos de los platos típicos de esta zona, como las Patatas Revolconas, el Chuletón de Ávila hasta la Paletilla de Cabrito.