Dos aliens en la catedral de Palencia, ¿qué hacen ahí?

El ser humano ha ido dejando su impronta a lo largo de los siglos de mil y una maneras. Construyendo y destrozando por igual. Con auténticas maravillas artísticas y patrimoniales, que muchas de ellas han llegado hasta nuestros días. Y uno de esos grandes monumentos, en especial en Europa y que a día de hoy siguen atrayendo a miles de turistas son sus catedrales. Auténticas joyas de arte labradas a mano y tallada en piedra con un trabajo colosal y titánico por parte de sus creadores para tallar al detalle escenas bíblicas, ángeles y demonios, gárgolas o florituras.

Algunas de estas pequeñas obras, adosadas a un conjunto coral, se han ido deteriorando con el paso del tiempo o por la continua acción del hombre de destruir o expoliar. Ello ha dado que a lo largo de la historia se hayan realizado múltiples restauraciones en fachadas y los “maestros canteros” del siglo XX y XXI han querido dejar sus propias huellas a través de figuras anacrónicas y que se han convertido en un principal reclamo para los turistas que se acercan hasta las catedrales con el fin de buscar al “intruso”.

Una actualización de estas construcciones milenarias para acercarlas a los nuevos tiempos, impregnándolos de la denominada “cultura pop” y que también sirve de homenaje a los maestros canteros de antaño, aunque para muchos arquitectos, o religiosos supone una auténtica aberración. Y la catedral de Palencia no ha escapado a esta originalidad, ya que con más de 700 años de historia, en su fachada cuenta con dos curiosos habitantes, dos alienígenas que rinden culto a la película de los años 90 filmada por Ridley Scott y protagonizada por Sigourney Weaver.

Pero ¿cuál es la razón de que existan estas figuras allí? ¿los maestros canteros de antaño tenían dones especiales y presagiaban este futuro alienígena? Pues no, dichas esculturas no fueron puestas ahí en la Edad Media, sino que se agregaron en el año 1995 con motivo de la restauración de la Puerta de los Reyes y en su arquivolta exterior se esculpieron estas dos figuras. El culpable, el arquitecto Fernando Díaz Pinés, quien quiso hacer un homenaje a esta película "espacial".

No obstante, si uno quiere ver a los extraños visitantes con precisión, es necesario llevar unos prismáticos ya que están colocados a unos 20 metros de altura. Y como curiosidad, tuvieron que pasar bastante tiempo para que alguien se diera cuenta de esta "anomalía".

Pero no es el único elemento que se encuentra fuera de sitio en esta catedral, denominada "La Bella desconocida", ya que otro arquitecto, Jerónimo Arroyo, ya entrado el siglo XX, añadía en uno de los ábsides una gárgola representando la figura de un fotógrafo, en lo que es un homenaje a José Arroyo, que realizó un buen número de fotografías sobre el patrimonio artístico de Palencia.

Es por ello, que además de disfrutar de una magnífica catedral como es la de Palencia, descubrir las figuras de los aliens y del fotógrafo, son un aliciente más.