
Curiosidades
El encantador pueblo castellano sin mar pero con faro
Un lugar especial donde el legado de los indianos sigue muy presente

La provincia de Soria es un tesoro por descubrir, que ofrece numerosas alternativas par disfrutar de este caluroso mes de agosto.
Su riqueza medioambiental, su gastronomía o las innumerables rutas de senderismo son una opción inmejorable para quienes buscan tranquilidad, belleza rural y paisajes que enamoran además de descansar unos días de asueto en esta zona de Castilla y León.
Y es que esta provincia castellana guarda algunos de los pueblos más auténticos y pintorescos de España, donde el tiempo parece haberse detenido. Sus calles empedradas, casas de piedra, iglesias románicas y plazas tranquilas invitan a pasear sin prisa y a desconectar de verdad.
Soria cuenta con rincones muy peculiares dentro de sus fronteras. Además de los innumerables tesoros naturales e incluso dispone de construcciones que llaman la atención de vecinos y turistas, como por ejemplo las casas de indianos, que se encuentran en numerosos pueblos.
Aquellos sorianos de los siglos XVIII y XIX que se fueron a hacer las américas, como se decía entonces, y que con los años regresaron a casa con mucho dinero después de triunfar en la vida y ensus profesiones. Indianos que llegaron a formar la Sociedad Filantrópica de El Royo y Derroñadas, con sede en Buenos Aires.
Un dinero que después usaron para construir casas, algunas muy llamativas, con pináculos y grandes torres.
Entre ellas, la de Derroñadas, una pedanía de El Royo donde apenas viven una veintena de personas, que puede presumir de contar con uno de estos pináculos o terretas más vistosos y peculiares de la zona, con más de cien años de historia a sus espaldas.
Entre sus singularidades, que se asemeja a un faro de mar que señaliza y avisa a los navegantes, de cualquier incidencia y de que se acercan a tierra firme.
Cuenta con cristales azules y blancos y una cúpula moscovita de zinc. Y en su interior sobresalen unas escaleras de madera que llevan a un mirador donde hay unas espectaculares vistas de esta bella zona de la provincia soriana.
Ubicado en la comarca de El Valle, a los pies de la Sierra Carcaña, Deroñadas es una tierra fértil repleta de vegetación. En su entorno prosperan dehesas, arboledas de pino y robles, y árboles de ribera a orillas del Duero, que discurre por su término.
Ahora pertenece a El Royo, pero en su día lo fue de la Comunidad de Villa y Tierra de Soria, lugar entonces conocido como Ronadas.
Además, de la antigüedad de sus primeros asentamientos son testigo la aparición en la zona de industria lítica del Eneolítico y de la Edad del Bronce, además de un castro de la I Edad del hierro.

Personajes ilustres
Dos de los personajes ilustres de Derroñadas son los hermanos Hermenegildo y Eusebio García Sanz, cuya generosidad sirvió para mejorar la formación de miles de sorianos a través de la fundación del Asilo de Ancianos y del Colegio de Niñas de los Sagrados Corazones en la localidad.
Estas dos instituciones, asilo y escuela, se instalaron en un edificio cedido por los fundadores, cuya impronta en la zona fue y sigue siendo grande. La labor de estos hermanos allí se centró en el campo de la enseñanza y la atención a los ancianos.
Hoy en día, el colegio se abre sobre todo en verano para actividades, como encuentros y campamentos estivales.
Sus instalaciones han acogido también reuniones familiares o comidas anuales de antiguas alumnas. Actividades que ayudan a la conservación del edificio.
A pocos minutos de El Royo se encuentra una senda entre árboles que susurran donde se escucha el murmullo del agua cayendo entre piedras y pozas de agua cristalina. Se trata de El Chorrón, una joya para quienes aman el senderismo suave y los baños naturales.

Cascadas donde el visitante puede parar, descansar y, como no, darse un chapuzón.
Un buen lugar para pasar estos días calurosos de agosto alejado del bullicio del sol y la playa.
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