Cultura
La espectacular y coqueta iglesia que tiene la torre románica más alta de España
Cuenta con más de 55 metros de altura
España se caracteriza por su riqueza monumental, de todo tipo de estilos y características. Son numerosos los templos que son un referente en el mundo, y una de las áreas en los que más ha destacado es el patrimonioreligioso, y más concretamente en el estilo Románico. De ellos destaca una impresionante y coqueta iglesia que cuenta con la torre románica más alta de España, con más de 55 metros de altura.
El arte románico fue el primer gran estilo claramente cristiano y europeo que agrupó a las diferentes opciones que se habían utilizado en la temprana Edad Media (romana, prerrománica, bizantina, germánica y árabe) y consiguió formular un lenguaje específico y coherente aplicado a todas las manifestaciones artísticas. No fue producto de una sola nacionalidad o región, sino que surgió de manera paulatina y casi simultánea en España, Francia, Italia, Alemania y en cada uno de esos países surgió con características propias, aunque con suficiente unidad como para ser considerado el primer estilo internacional, con un ámbito europeo.
En España se extendió en la mitad norte llegando hasta el río Tajo, en plena época de Reconquista y repoblación, en especial tras la conquista de Toledo (1085) que aseguró la paz al norte del Duero y favoreció en gran medida su desarrollo. Entró tempranamente en primer lugar por tierras catalanas de los condados de la Marca Hispánica donde desarrolló un primer románico y se extendió por el resto con la ayuda del Camino de Santiago y de los monasterios benedictinos.
Dejó su huella especialmente en edificios religiosos (catedrales, iglesias, monasterios, claustros, ermitas…) que son los que han llegado al siglo XXI mejor o peor conservados, pero se construyeron también en este estilo monumentos civiles correspondientes a su época, aunque de estos últimos se conservan bastantes menos (puentes, palacios) y militares (murallas como las de Ávila, castillos de Pedraza y Sepúlveda y torres). Tal esfuerzo constructor sólo puede entenderse como consecuencia de la pujanza de la sociedad de los reinos cristianos, capaces incluso de extraer recursos (pago de parias) de los divididos reinos taifas, según asegura Wikipedia.
Las iglesias siempre han sido de los edificios que más han llamado la atención en este estilo. Y uno de los elementos predominantes de estos templos son sus campanarios. Se trata de una edificación o estructura construida para disponer las campanas.
En Occidente pueden estar situados en lo alto de una torre, que puede estar adosada o exenta, en una basílica, catedral, iglesia, capilla o edificio público civil, donde se colocan las campanas o en espadañas, con la finalidad de convocar la asistencia de los feligreses al servicio religioso o a los ciudadanos en general.
Una iglesia puede tener más de un campanario y cada uno albergar una o más campanas. Actualmente muchos campanarios en vez de campanas tienen un carillón, instrumento musical conformado por varias campanas.
La tradición atribuye a San Paolino, obispo de Nola (en el siglo V), la paternidad del uso de las campanas como reclamo para las reuniones, pero se remonta a 561 el primer informe de Gregorio de Tours que atestigua el uso de una campana colocada en una torreta especial para llamar a los fieles.
Esta construcción se difundió rápidamente a partir del siglo VIII cuando el Papa Esteban II ordenó la construcción de una torre campanariocon tres campanas en la Basílica de San Pedro. Luego empiezan a desarrollarse en la Edad Media campanarios de planta circular en la Basílica de San Apolinar Nuovo del siglo VII o en la Basílica de San Apolinar in Classe, del siglo IX, las dos en Rávena (Italia). Con el fin de señalar las funciones religiosas se añaden a todos los edificios religiosos, sobre todo con la difusión de los relojes mecánicos, para marcar el paso del tiempo con el tañido de las campanas.
Pues la iglesia con la torre más alta de estas características en nuestro país se encuentra en Valladolid. Se trata de la bellísima “Iglesia de La Antigua”, que está considerada como una de las joyas del románico de Castilla y León gracias a su esbelta torre con más de 55 metros de altura. Es el único elemento del siglo XIII, junto con el pórtico norte, pues el resto del templo es de estilo gótico, ya del siglo XIV. Su origen no está claro para los historiadores, si bien se apunta a que podría haber sido una parroquia para uso del conde Ansúrez en el siglo XI, según apuntaba Juan Antolínez de Burgos.
Posiblemente sea una de las parroquias con más historia de Valladolid. Bajo el actual edificio se han encontrado restos de unos baños romanos.Aunque tradicionalmente asociada con el conde Pedro Ansúrez, lo cierto es que su existencia aparece por vez primera en la documentación en 1177.
De esta construcción primitiva no se conserva nada. Las partes más antiguas del actual templo datan de finales del siglo XII o primeros años del XIII, y son de estilo románico: la galería porticada situada al norte del edificio, y la esbelta torre, situada a los pies, con planta cuadrada y cuatro pisos, con ventanas en los tres últimos, rematada con flecha piramidal.
El resto del templo fue reedificado probablemente en el siglo XIV, bajo el reinado de Alfonso XI de Castilla, siguiendo el estilo gótico y con notables influencias de la Catedral de Santa María de Burgos. Esta iglesia del siglo XIV se organizaba en tres naves, rematadas por tres ábsides poligonales, sin girola, y crucero manifestado solo en los alzados y no en la planta. La planta presenta varias irregularidades, pues el eje del templo tiene una ligera desviación frente a los de la torre y galería porticada.
Las bóvedas eran de crucería sencilla y se apeaban sobre pilares de núcleo cilíndrico con columnillas adosadas. Los plementos de la capilla mayor están calados, como sucede en la catedral burgalesa. La iluminación se resolvía con esbeltos ventanales ojivales geminados con derrame exterior e interior en los ábsides, sencillos huecos pareados en la nave central y dos grandes rosetones, cuya tracería original se desconoce, en los dos hastiales de los cruceros.
El edificio sufrió múltiples reformas, debido a su carácter de parroquia populosa y por su deficiente cimentación, construido al lado de uno de los ramales del río Esgueva. Hacia 1500, se adosó a su flanco sur una casa rectoral y el ábside lateral del lado del Evangelio fue transformado, añadiéndose una sacristía. Adosada a ella, se disponía la casa de las mujeres emparedadas.
En esos momentos, también se realizó un coro alto soportado por una bóveda de crucería estrellada, sobre el tramo de los pies de la nave central. A mediados del siglo XVI, el arquitecto Rodrigo Gil de Hontañón, debido a la ruina del edificio, replanteó el sistema de contrarrestos, construyendo nuevos arbotantes y contrafuertes y reformando y abriendo varias ventanas.
La torre también fue reformada, pues se dispusieron antepechos en todos sus huecos y su cuerpo bajo se forró con un grueso muro de piedra de más de dos metros de espesor para aumentar su estabilidad. Asimismo, en el siglo XVI se realizó un estimable retablo mayor, tallado por Juan de Juni entre 1550 y 1562, que enmascaró el interior del ábside central.
Hacia 1706 se añadió la capilla de Nuestra Señora de la Soledad y las Ánimas, adosada al ábside lateral sur. Varios retablos de estilo barroco fueron asentados en el interior durante los siglos XVII y XVIII, contribuyendo a enmascarar más el espacio gótico, escasamente valorado durante el barroco. En algún momento, los dos grandes rosetones de los cruceros fueron cegados.
El Campanario
La torre, uno de los símbolos de Valladolid, se encuentra a los pies del edificio. Se trata de un elemento de gran magnitud, lo que la sitúa, junto con el de la iglesia de San Esteban (Segovia), el campanario románico más alto de España. Posee planta cuadrada y cuatro pisos al exterior, separados por impostas ajedrezadas, rematándose con una fecha de base cuadrada y con teja cerámica al exterior, que se configura interiormente a partir de dos falsas cúpulas por aproximación de hiladas (a la manera de la cubierta de un chozo) consecutivas.
En el cuerpo bajo de la torre se albergan dos estancias superpuestas: un baja, cubierta con bóveda de cañón apuntado y que hoy es capilla bautismal, a la cual se entra por el interior de la iglesia a través de una sencilla portada de arquivolta simple sobre jambillas, y otra alta, más pequeña que la anterior, a la cual se accede desde el coro del templo por una portada tardorrománica de arquivolta simple; desde esta última se sube, por una escalera de caracol, hasta los niveles del campanario, en donde el interior de la torre es hueco mientras que en los muros se abre una serie de ventanas agrupadas de forma que van generando una tensión ascensional, lo que enfatiza la esbeltez de la torre, a lo que también contribuyen las impostas exteriores de ajedrezados, dispuestas rítmicamente.
Las ventanas poseen arcos de medio punto sin abocinamiento y moldurados apeados sobre columnillas con capiteles de tema vegetal o geométrico que se disponen en las jambas de los huecos. También es de advertir la valoración plástica y el énfasis dado a las esquinas de la torre a través de disponer en ellas de columnillas similares a las que se disponen en las jambas de los huecos. La torre posee actualmente seis campanas. La más antigua, de 1599, se ubica al lado norte y su iconografía sigue aún formas góticas. Al lado este existe otra de finales del siglo XIX. Las restantes campanas datan de 1914 menos una, refundida hace pocos años.
Su entorno está cargado de leyenda. La cruz indica el lugar donde hubo un cementerio al que se le ha atribuido un milagro, al aparecer el cuerpo de un niño con vestimenta romana en perfecto estado, según dicen, por la arena que fue traída de Tierra Santa, según asegura Wikipedia.
Durante la realización un aparcamiento subterráneo para vehículos, aparecieron numerosos y valiosos restos: las únicas evidencias constructivas de época romana en la ciudad (siglos I-III), correspondientes a una construcción romana de cierta entidad, junto a 51 enterramientos de la necrópolis medieval de la Iglesia de la Antigua, el patio de un palacio renacentista bajo el que se presume la existencia de otros restos medievales y romanos, la bóveda del cauce del río Esgueva, con los restos del antiguo Puente del Bolo de la Antigua y la manzana de edificios del siglo XVIII que se mantuvo en pie hasta hace 25 años.
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Valladolid de fiesta
Además, en estos momentos es una época ideal para visitar la Iglesia de “La Antigua”, ya que la ciudad se encuentra celebrando las Ferias y Fiestas en Honor a la Virgen de San Lorenzo, y la ciudad cuenta con un variado y completo programa de actividades, en el que la cultura, la música, y, como no, la gastronomía, protagonizan la mayoría de las iniciativas.
Hasta el próximo domingo 8 de septiembre, Día de la Patrona, la capital vallisoletana cuenta con más de un millar de actividades para todos los públicos, y lo que es más importante, muy comprometidas con las personas con discapacidad.
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