Sociedad

Esta es la ciudad más vertiginosa y fascinante, a pesar de ser la más pequeña del mundo

Se tiene referencia de ella desde el año 867

Frías, la ciudad más pequeña del mundo
Frías, la ciudad más pequeña del mundoRicardo OrdóñezIcal

El tamaño no importa. Eso es lo que deben pensar los poco más de 300 habiantes de la ciudad más pequeña del mundo. Y es que a pesar de su dimensión, es una de las más vertiginosa y fascinante que cualquiera puede visitar. Esto lo propicia estar cerca a un precipicio o acantilado cuenta con un rico patrimonio monumental que hace las delicias de todo aquel que los visitan. Forma parte de la Asociación de los Pueblos más Bonitos de España y es uno de los municipios más impresionantes de la comarca burgalesa de Las Merindades, que es dónde se emplaza el origen histórico de Castilla, cuando las siete primigenias Merindades de Castilla la Vieja dieron lugar al primitivo condado castellano.​ Está limitada al oeste y noroeste por la Comunidad Autónoma de Cantabria, al noreste por la provincia de Vizcaya, al este por la provincia de Álava y al sur por las comarcas burgalesas del Ebro, La Bureba y Páramos. La comarca está compuesta por más de 360 núcleos de población agrupados en 26 municipios.

Los restos más antiguos encontrados en la comarca se remontan al Paleolítico. Los romanos también dejaron huella en la comarca. En la Alta Edad Mediase suma a la reconquista iniciada por Don Pelayo desde Asturias.

Antes de la romanización de la zona, diversos autores defienden teorías sobre los pueblos que se encontraban en la zona, cántabros y autrigones. Tras la caída del Imperio en el siglo V y hasta el siglo VIII, se cree que pertenecería al Ducado de Cantabria, pero tras la caída del reino visigodo se incorporaría completamente al califato. Las Guerra Civil musulmana provocaría que en las zonas del norte de Burgos se organizasen una serie de estructuras defensivas que serían el origen de las actuales Merindades.

 

Es en el siglo IX cuando se pronuncia por primera vez la palabra "Castilla"; haciendo referencia a un lugar enclavado al norte de la Merindad de Montija a muy pocos kilómetros de Espinosa de los Monteros. Este nombre aparece escrito en el documento fundacional del Monasterio de Taranco, enclavado en pleno Valle de Mena. Esta palabra surge para hacer referencia al conjunto de pequeños territorios situados al norte del Ebro, núcleo originario de Castilla, que se caracterizaba por los abundantes edificios defensivos.

Pues la ciudad más espectacular de esta comarca y considerada más pequeña del mundo, es Frías. Se ubica en un estratégico emplazamiento para cruzar el río Ebro que se ha venido utilizando al menos desde la época romana. La primera referencia histórica se remonta al año 867, en plena repoblación de estas tierras después de su conquista a los musulmanes. En el siglo XI el conde Sancho García, conocido por el sobrenombre de "el de los buenos fueros", adquiere la ciudad. A su muerte Frías se integra en el reino de Pamplona Nájera (predecesor del reino de Navarra) bajo el reinado de Sancho Garcés III el Mayor.

En 1202, el Rey Alfonso VIII le otorga el Fuero de Logroño para darle mayor bienestar e independencia, favoreciendo el desarrollo económico de la población, que llegó a contar con una judería. Pasa a depender de Castilla y extiende su influencia por todo el Valle de Tobalina. En el siglo XIV se construye sobre el puente una torre con el objetivo de cobrar más eficientemente el pontazgo.

En 1435, el rey Juan II de Castilla otorgó a la villa el título de ciudad con el objetivo de intercambiársela a Pedro Fernández de Velasco, conde de Haro, por Peñafiel. La población de Frías se negó a aceptar al conde de Haro como su señor, lo que llevó al enfrentamiento y asedio de la plaza, que tuvo que rendirse tras un largo tiempo, y acatar las normas del nuevo señor. En 1492 los Reyes Católicos crean el Ducado de Frías, que otorgan a los Velasco. Hasta nuestros días, el municipio ha estado vinculado a la provincia de Burgos.

 

Además, como todo pueblo de bien, cuenta con una Leyenda que se narra acerca del Cristo de los Remedios que da nombre a una pequeña ermita de la ciudad. Según parece, un correo de la reina castellana que pasaba por el camino de este templo sufrió una caída de su caballo que se encabritó al sorprenderle una serpiente.Si bien el mensajero resultó ileso después de encomendarse al Santo Cristo de los Remedios. De ahí el origen de esta pequeña ermita.

Su sorprendente silueta sobre un peñasco, se encuentra enmarcada por el imponente pico Humión, el más alto del Parque Natural Montes Obarenes.Entre sus atractivos destacan su casco urbano, que está declarado Conjunto Histórico Artístico y alberga algunos edificios y monumentos que bien merecen una visita.

Entre sus numerosos atractivos monumentales destacan:

- Castillo de los Duques de Frías: La principal visita en Frías es el Castillo de los Duques de Frías o de los Velasco. Está situado en lo alto del cerro de la Muela y se puede ver desde cualquier punto de la localidad.Su construcción data del siglo IX como fortaleza defensiva aunque la estructura que se observa en la actualidad es de finales del siglo XII y principios del XIII, durante el reinado de Alfonso VIII. Se puede acceder a su interior cruzando un puente levadizo sobre un foso. Alrededor del patio de armas se conservan restos de las antiguas dependencias, como estancias de servicios, graneros y bodegas. Desde la parte superior de la torre del homenaje las vistas de Frías y de sus alrededores son impresionantes.

 

- Palacio de los Salazar:Situado en la plaza de Alfonso VIII, en la actualidad acoge la Oficina de Turismo de Frías. Conserva el escudo con las 13 estrellas de los Salazar.

- Puente Medieval: El puente medieval del pueblo tiene nueve arcos y 143 metros de longitud. A pesar de su nombre, su origen es románico. Fue en el siglo XIV cuando se le añadió una torre defensiva en la parte central.Quienes quisieran cruzar el puente tenían que pagar el derecho de pontazgo en función de su lugar de residencia y los bienes que portaran.

 

- Casas Colgadas: Las casas colgadas son el principal emblema del municipio burgalés. Todas son de dos o tres alturas, y la mayoría de ellas conservan la bodega ya que Frías ha tenido una gran actividad vinícola a lo largo de su historia. Las casas cuelgan desde la roca y su fachada tiene entramados de madera. La calle Antonio Carpintero y la calle San Mayor de San Vítores son las mejores para observarlas en todo su esplendor. En la antigüedad estaban rodeadas por una muralla, de la que actualmente sólo quedan algunos restos y dos de las puertas, la de Medina y la del Postigo.

 

- Calzada Romana: Por Frías pasa una de las calzadas romanas más importantes de la Península Ibérica, que comunica el norte del país con la meseta castellana.

- La Muralla: Rodea y protege a la villa. Está flanqueada con diversas torres y rematada con almenas. Procede del siglo XII y fue reformada en el siglo XVI. Se puede acceder al interior del municipio a través de dos puertas. En una de ellas encontraremos el escudo heráldico del Señor de la villa: Lorenzo Suárez de Mendoza, Conde de La Coruña. Bajo el lienzo de la Muralla se sitúa la Torre del Agua cuya forma es cilíndrica. Llamada así porque servía para recoger agua del rio Escalote.

- Rollo jurisdiccional o picota de hierro: Se trata de una bombarda (antigua pieza de artillería) del siglo XV o XVI. Posee cinco duelas o argollas de sujeción. En la base de piedra que sustenta la picota se puede leer “El rollo de Rello es de hierro”; famosa frase que se ha convertido en un popular trabalenguas en Rello.

- Iglesia Parroquial de San Vicente Mártir y San Sebastián: Es el principal templo religioso de la localidad, y está ubicado en el casco antiguo. De la construcción primitiva románica apenas quedan algunos restos. La torre se cayó a principios del siglo XX y tuvo que ser levantada de nuevo. En los siglos XIV y XVI se añadieron la capilla del Santo Cristo de las Tentaciones y la capilla de la Visitación a la nave central.

La localidad de Frías además de monumentos cuenta con una rica y variada gastronomía. Las Merindades es una comarca muy variada, lo que hace que sus tierras sean capaces de dotar de cantidad de productos de gran calidad con los que elaborar deliciosos platos.

Entre sus productos principales cabe destacar aquellos que proceden de la matanza del cerdo, tradición que aún hoy pervive en estos pueblos, con manjares como el chorizo, la morcilla o los torreznos.

Además su tierra provee de productos de gran calidad con sabores agradables dados por la naturaleza de la tierra y nuestras aguas, como las lechugas de Medina, las patatas o frutas de una calidad excepcional como las cerezas de las Caderechas.

 

Por el marcado carácter ganadero de la comarca burgalesa también destacan las carnes como la ternera con Marca de Calidad "Carne de las Merindades", el cordero o la carne de caza. En las zonas del norte y gracias a brillantes pastos, las vacas producen una leche de calidad especial con la que se hacen quesos, mantequilla y otros derivados. Con la mantequilla se realizarán algunos de los dulces más emblemáticos de la comarca que dejarán huella en nuestro paladar.

Otros productos que destacan en la comarca son la miel, sobre todo la de brezo, de color oscuro con un olor y sabor característicos. El chacolí, un vino blanco joven y de producción tradicionalmente familiar aunque cada vez aumenta un poco más su producción o el torto o rosca, producto típico del Domingo de Pascua que consiste en un pan relleno de chorizo que se hornea todo junto, dándole un sabor característico.