Día Mundial

Estas son las aves migratorias que descansan en los humedales de Castilla y León

Hasta ochenta especies distintas se han detectado este año en balsas, lagunas, azudes embalses de la Comunidad

Humedal en las Lagunas de Villafáfila
Humedal en las Lagunas de VillafáfilaLa Razón

Los humedales de Castilla y León registraron un total de 161.698 ejemplares de aves acuáticas pertenecientes a 79 especies distintas en los seguimientos realizados por la Junta durante el pasado año, en los veinte humedales existentes en la Comunidad entre lagunas, balsas, azudes y embalses, que en Castilla y león recuentan mensualmente el paso de aves dentro de un plan de seguimiento coordinado desde la Consejería de Medio Ambiente.

Así se encontraron algunas especies migratorias escasas por el interior peninsular como los correlimos tridáctilos o las agujas colipintas o especies más comunes y otras numerosas como los correlimos comunes o los chorlitejos grandes, según ha informado la Junta este domingo con motivo del Día Mundial de las Aves Migratorias.

Los humedales más importantes por número de ejemplares detectados han sido las Lagunas de Villafáfila en Zamora con 56.427 ejemplares de 57 especies, el azud de Riolobos en Salamanca con 33.599 de 53 especies, los humedales de La Nava (19.285 ejemplares de 55 especies) y Boada de Campos (17.270 de 48 especies) en Palencia, la laguna de El Hoyo (El Oso) en Ávila con 13.257 ejemplares de 51 especies.

Las cinco especies más abundantes fueron el ánade azulón (52.867 ejemplares), la avefría europea (20.956 ejemplares), la cerceta común (13.908 ejemplares), el chorlito dorado europeo (11.981 ejemplares), la grulla común (8.073 ejemplares), el cuchara común (7.386 ejemplares) y el ánsar común (7.003 ejemplares) que representan alrededor del 75 por ciento del total de los ejemplares contados durante el año 2020.

Por otra parte, se detectaron especies poco habituales como el correlimos de Temminck o faralopo picogrueso, así como especies raras o accidentales como el correlimos semipalmeado, con observaciones puntuales de ejemplares aislados.

Desde hace cuatro años, recordó la Junta, se lleva a cabo el seguimiento mensual coordinado de las aves acuáticas migradoras en determinados humedales seleccionados en cada provincia: la laguna de El Hoyo (El Oso), el embalse del Rincón y el embalse de Serones-Río Voltoya, las balsas de riego de Mazagos y Las Cogotas en Ávila, la laguna de Atapuerca y las lagunas de Bárcena (Gayangos) en Burgos; la laguna de Santiz y el balsón de Santa Marina en León; la laguna de La Nava, la laguna de Boada de Campos y la laguna de Pedraza en Palencia; el Azud de Riolobos, la laguna de El Cristo, las lagunas de La Cervera y de La Zarza en Salamanca; las lagunas de Cantalejo en Segovia; el embalse de Monteagudo de las Vicarías en Soria; el embalse de San José (Castronuño) en Valladolid; y las Lagunas de Villafáfila en Zamora.

En el marco de la planificación y la gestión de los lugares incluidos en la Red Natura 2000, se viene desarrollando el Plan de Monitorización del Estado de Conservación de la Biodiversidad en Castilla y León que aborda principalmente el seguimiento y evaluación del estado de conservación de los hábitats de interés comunitario y las especies incluidas en el anexo I de la Directiva Aves, anexos II, IV y V de la Directiva Hábitats, el Listado de Especies Silvestres en Régimen de Protección Especial y en el Catálogo Español de Especies Amenazadas. El número total de especies objeto de seguimiento se sitúa en 323 taxones de fauna en Castilla y León, lo que da idea de la magnitud del programa regional de seguimiento de fauna protegida.

Durante el presente año la Consejería de Fomento y Medio Ambiente está realizando el trabajo de seguimiento de los siguientes grupos de especies: aves acuáticas (invernantes y migradoras), ardeidas (garzas y especies afines), aves galliformes (urogallo cantábrico y perdiz pardilla) aves forestales amenazadas (águila imperial ibérica, cigüeña negra, buitre negro y milano real), aves esteparias (avutarda, ganga ibérica y ganga ortega, sisón, aguilucho cenizo y aguilucho pálido), aves rapaces rupícolas (águila perdicera, buitre leonado y alimoche), aves rapaces no amenazadas, mesomamíferos carnívoros, oso pardo cantábrico y lobo ibérico.

Actividades

La Red de áreas naturales protegidas (RANP) celebra este Día Mundial de las Aves Migratorias con actividades en varios espacios naturales protegidos de la Comunidad. Talleres de educación ambiental en el parque natural las Batuecas y Sierra de Francia para conocer las diferentes aves migratorias que viven en ese espacio o la jornada de observación de fauna, que transcurre por el entorno de la Casa del águila imperial en Pedraza (Segovia) son algunas de las actividades programadas.

Día Mundial

El Día Mundial de las Aves Migratorias es una campaña anual de sensibilización y divulgación que pone de relieve la necesidad de conservar las aves migratorias y su hábitat. Se celebra siempre el segundo sábado de los meses de mayo y octubre, siendo una forma de reflejar la naturaleza cíclica de la migración de las aves, así como el hecho de que existen distintos periodos de máxima migración en los hemisferios norte y sur. Cada año se selecciona un lema que ayuda a centrar la atención sobre las amenazas a las que se enfrentan las aves migratorias, su importancia ecológica y la necesidad de cooperación internacional para conservarlas.

El tema escogido para este año 2023 es ‘Agua: vital para las aves’, un eslogan que ayuda a centrar la atención en que la gran mayoría de las aves migratorias dependen de los ecosistemas acuáticos durante sus ciclos vitales. Humedales interiores y costeros, ríos, lagos, arroyos, marismas y embalses son vitales para alimentarse o anidar, y también como lugares para descansar y repostar durante sus largos viajes migratorios.

Muchas de las zonas húmedas de la Comunidad, en concreto 297, están incluidas en el Catálogo de Zonas Húmedas de Interés Especial, aprobado en 1994, ampliado en 2001, otorgando a estos humedales un reconocimiento y régimen de protección que permita su conservación. Además, dos de ellos, la laguna de La Nava, en la provincia de Palencia y las Lagunas de Villafáfila, en la provincia de Zamora, están incluidos en la Lista Ramsar, figura de protección internacional declarada para la conservación del hábitat de aves acuáticas.

Este grupo de especies son consideradas bioindicadoras, siendo su estudio y seguimiento una herramienta clave para conocer la evolución del estado de conservación de las zonas húmedas que utilizan y detectar detectar posibles presiones y amenazas que estén actuando sobre ellas. De igual modo, la