Sociedad

Este martes arranca la media veda de caza con una campaña "imprevisible" en Castilla y León

Las especies objeto de caza serán la codorniz, así como la urraca, corneja, conejo y zorro

Un cazador por la provincia de Valladolid
Un cazador por la provincia de ValladolidIcal

Llega uno de los momentos mas esperados por las cazadores de Castilla y León, la media veda, que se abrirá este martes y que se prolongará hasta el próximo 17 de septiembre, en una campaña que desde la Federación Regional de Caza se califica de "imprevisible" para la ave objeto por excelencia en este periodo como es la perdiz.

Durante este periodo también se podrán cazar la urraca, corneja, conejo y zorro y desde el 25 de agosto será el turno para la paloma torcaz y la paloma bravía.

Los días hábiles para la práctica de la caza en la Media Veda serán los martes, jueves, sábados, domingos y festivos de carácter nacional y autonómico y respecto al número de piezas máximos a cobrar por cazar y día se establece en 25 ejemplares para la codorniz. En el caso de la tórtola común, esta temporada seguirá sin poder ser objeto de caza.

En relación a los resultados de capturas de codornices de temporadas anteriores, según los valores comunicados por los titulares de los cotos de caza, la media de capturas anuales a lo largo del último decenio se sitúa en 530.000 piezas. La temporada pasada fueron capturadas 513.000. La evolución de los resultados de capturas de codorniz en las últimas 10 temporadas presenta una tendencia estable, dentro de una horquilla cuyos valores mínimos y máximos han estado en torno a los 400.000 y 600.000 piezas de caza.

Las provincias donde los niveles de captura de codorniz han sido más altos han sido Burgos -declarándose el 36 por ciento de las piezas de caza de cada temporada-, junto con el grupo formado por Palencia, León y Soria, en las que se abaten en cada una de ellas el 16 % de las capturas. El resto de provincias se sitúan en torno al 3 por ciento.

Respecto al conejo, según los valores declarados por los titulares de los cotos de caza en sus memorias anuales de capturas, la media de piezas de caza abatidas en los últimos 10 años se sitúa en 320.000 ejemplares. La temporada pasada fueron capturados 380.000. La evolución de los resultados de capturas de conejo en las últimas 10 temporadas presenta tendencias distintas en función de su área de distribución.

Los valores mínimos y máximos a nivel regional durante el último decenio están situados dentro de una horquilla de 250.000 y 450.000 conejos por año. La provincia de Valladolid declara unas capturas anuales cercanas al 27 por ciento de las piezas cazadas por año, mientras que el grupo formado por Zamora, Burgos y Palencia alcanzan, cada una de ellas, el 15 por ciento de las capturas anuales. El resto de las provincias aporta el 5 por ciento cada una de ellas. La tendencia regional se evalúa como estable.

En relación a la previsión de capturas para la presente temporada, se encuentra altamente condicionada por las condiciones meteorológicas del año, puesto que la estrategia reproductiva de las especies de media veda se encuentra muy influenciada por estos factores. Los boletines meteorológicos correspondientes a fechas desde el inicio de la migración de la codorniz evidencian que el mes de marzo ha sido muy cálido en toda la Comunidad y muy seco en las provincias de Burgos, Norte de León, de Palencia.

Durante el mes de abril, la meteorología no fue favorable, presentando valores aún más extremos tanto en relación con la temperatura como con las precipitaciones, llegando el déficit hídrico al 80 por ciento. Sin embargo, el mes de junio ha sido húmedo en toda la Comunidad, siendo la precipitación acumulada un 121 por ciento superior al promedio mensual, lo que conlleva que a nivel regional la suma de toda la precipitación acumulada haga que sea un año muy húmedo en la mayor parte de Castilla y León.

No obstante, los datos que se presenten durante la primera quincena del mes de agosto serán los que definitivamente condicionen la recogida de cosechas en las zonas más septentrionales de la Comunidad y, por ello, el comportamiento más nomádico de la codorniz durante los días precedentes a la apertura de la media veda.