Universidad

Expertos analizan en la Isabel I la importancia de la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra en junio en Bruselas

La institución académica acoge el I Congreso Internacional sobre las relaciones de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC).

Congreso internacional celebrado en la Universidad Isabel I
Congreso internacional celebrado en la Universidad Isabel IIsabel I

Una veintena de expertos internacionales han analizado en la Universidad Isabel I la importancia de retomar la Cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que se celebra los días 17 y 18 de junio en Bruselas, tras ocho años sin llevarse a cabo. Se debatió durante la celebración del I Congreso Internacional sobre las relaciones de la Unión Europea y la Comunidad de Estados Latinoamericanos y del Caribe (CELAC), que se realizó en modalidad híbrida, presencial y online, en el auditorio de la Universidad Isabel I

El Congreso organizado en colaboración con el Instituto Eurolatinoamericano de Estudios para la Integración (IELEPI) y con la Cátedra Jean Monnet ad personam de Derecho de la Unión Europea de la Universidad de Alcalá, contó con más de 500 participantes.

En su inauguración el Rector de la Universidad Isabel I, Alberto Gómez Barahona, destacó la oportunidad de la celebración del Congreso para analizar la necesidad de la cumbre y los temas más relevantes que se han de abordar pues “después de ocho años muchas cosas han cambiado", indicó en referencia a cómo la humanidad ha superado una grave pandemia, "el mundo es cada días más global y digital, la guerra de Ucrania ha acentuado la política de bloques y el tablero geopolítico ha cambiado, los países de LATAM ahora están creciendo a un 1,6 por ciento insuficiente para hacer frente a la pobreza de más de 280 millones de personas de esta región del mundo, donde el 50 por ciento de su economía es sumergida y donde si bien la Unión Europea es el mayor inversor, es solo el tercer socio comercial tras EE.UU. y China”.

“En este escenario, Europa debe manifestar su voluntad política y económica de relanzar y fortalecer sus relaciones con Latinoamérica, debe ponderar si es conveniente un marco de relaciones permanente, cuáles serán sus programas e inversiones”, dijo. El rector manifestó que estas y otras cuestiones “seguro que serán analizadas en el Congreso y a la vista de la calidad de los conferenciantes y ponentes muchas de sus conclusiones serán una fuente de inspiración para la cumbre”.

Por su parte, el Catedrático Jean Monet ‘ad personam’ de Derecho de la Unión Europea en la Universidad de Alcalá y Presidente del Instituto Eurolatinoamericano de Estudios para la Integración (IELEPI), Carlos Molina del Pozo, que inauguró y clausuró el Congreso, recalcó el “momento difícil” por el que atraviesa la política europea respecto a Latinoamérica, pero también incidió en las ganas de mantener en la voluntad política para reanudar la relación bilateral entre ambas regiones para que sea continua y permanente, con la finalidad de que esta relación llegue a los ciudadanos.

“La posición de España va en la línea de aproximar a la ciudadanía dentro del multilateralismo”, destacó. Este Congreso sirve para activar acciones, para que la ciudadanía empiece a tomar conciencia y, por ende, expandir la idea de la integración en los ámbitos jurídico, político, económico y social”, concretó el profesor Molina del Pozo.

La Directora del Grado en Derecho de la Universidad Isabel I y vicepresidenta de IELEPI, Virginia Saldaña Ortega, definió los temas que se han abordado a lo largo de las dos jornadas del Congreso relativos a cuestiones como la cooperación policial o ambiental y los límites en la circulación de datos personales entre ambas regiones del planeta, entre otros. Igualmente señaló cómo “se han estudiado las relaciones de diálogo birregional o los liderazgos en la integración latinoamericana para solucionar conjuntamente los problemas similares que comparten la UE y la CELAC”, definió la profesora Saldaña Ortega.

Por su parte, la presidenta de la Universidad Isabel I, María Jesús Cuéllar Nebreda, clausuró las jornadas recordando la “calidad” de los ponentes del congreso e incidiendo en el papel de la Universidad como institución “generadora y creadora de conocimiento” y por su “relevancia” en la constitución de la sociedad del conocimiento.

“Me satisface que este Congreso Internacional haya servido para mantener abierto el debate sobre los ejes de interés y la conveniencia de fomentar y favorecer el multilateralismo entre la UE y la CELAC, con sus luces y sus sombras, y las ventajas importantes que puede suponer una alianza entre iguales, con aprovechamiento de valores comunes que contribuyan a crear un mundo más fuerte, más preparado y mejor para los ciudadanos, porque para eso se crean las alianzas, para ser mejores”, dijo.

Para María Jesús Cuéllar, el trabajo realizado en este Congreso han sido motivo de una “reflexión” a través de la cual se puede “generar conocimiento con mayúsculas, despertar el espíritu crítico y crear opiniones formadas a través de las universidades". “Con la esperanza puesta en la próxima Cumbre de julio de 2023, confiemos en que la presidencia de España en ese periodo sea el motor que haga posible avanzar un paso más en los acuerdos y, ojalá, que con las aportaciones y conclusiones de este Congreso, y desde dentro de la Universidad, se haya contribuido a dar una visión seria, rigurosa, científica y también optimista, para que la relación UE-CELAC se convierta en una realidad estable y permanente’, concluyó.

Una cumbre para volver a empezar

El presidente de la Fundación Euro-América y ex parlamentario europeo, Ramón Jáuregui Atondo, ofreció la conferencia inaugural titulada ‘Una cumbre para volver a empezar’. En su exposición recordó la importancia de retomar las relaciones entre la Unión Europea y América Latina, “dada la pérdida de influencia y presencia económica de Europa en esta región americana, fuente de recursos naturales a nivel global y en la que han puesto sus ojos las potencias económicas de Estados Unidos y China”. Para Ramón Jáuregui, el cuadro macroeconómico de esta región es adverso ya que “la pandemia del COVID 19, ha generado en el 8 por ciento de la población mundial, un 30 por ciento de muertes. Se habla ya de una ‘nueva década perdida’, donde aumenta la pobreza y la desigualdad entre la población, al contar con un 50 por ciento de economía sumergida.

Desde la Universidad Isabel I explican que la falta de recursos públicos y la deuda pública en Latinoamérica (que es del 75 por ciento), limitan a los países de Latinoamérica a la hora de obtener recursos de los sistemas financieros internacionales. “Esta situación conduce a que la inversión extranjera sea limitada y, como consecuencia, la población no obtiene las infraestructuras públicas necesarias para su desarrollo social y su crecimiento económico”, recalcó Jáuregui.

El experto en política internacional considera fundamental la aplicación de reformas estructurales profundas para aumentar la protección social y una nueva armonización supranacional de los países que sufren grandes desigualdades políticas. A su juicio, es necesaria una mayor estabilidad política “lo que permitiría aumentar la confianza de los mercados internacionales y, por tanto, la inversión en esta región del planeta”, explica. Ramón Jáuregui lamenta la falta de planificación de inversiones en infraestructuras que mejoren su productividad “por la falta de unión e inestabilidad entre los estados, donde tampoco hay una normativa capaz de armonizar las necesidades de esta región”.

A pesar de este “horizonte negativo”, entre las bondades de los países que conforman la CELAC, Jáuregui hizo referencia a la “enorme potencialidad” de esta parte del mundo, demográficamente y como fuente de biodiversidad, al contar con la la "lave" de algunos de los principales elementos de trasformación ecológica del futuro (con minas de litio, cobalto o níquel, fundamentales para la construcción de productos electrónicos y baterías).

“Argentina, Chile y Bolivia tienen el 60 por ciento del litio del mundo y, de hecho, China está comprando estos minerales allí”, explicó. Igualmente, Brasil y México son los dos países tractores de la economía latinoamericana. “Brasil tiene una industria autocrática que genera el 30 por ciento de la economía latinoamericana y México, con su influencia de Estados Unidos, tiene una gran capacidad de producción”, matizó.

Volviendo la mirada hacia Europa, Ramón Jáuregui señaló que, “Europa como continente, no entiende a Latinoamérica y siempre ha tenido la mirada puesta en el este, en Rusia. Esto ha sido aprovechado por potencias como China, que hoy en día cuenta con una ‘economía infinita’, para aprovechar su potencial y realizar las mejores ofertas por las materias primas”, destacó el ponente. Por ello, Jáuregui apeló en su discurso a tender puentes hacia una población y una economía de una región con más de 500 millones de personas, que aspira a vivir con la mirada puesta en Occidente. España, que siempre ha sido el país de referencia para muchos países de la CELAC podría ser, según Jáuregui, el enlace que abra las puertas de la migración latinoamericana no sólo hacia Europa, sino también a Estados Unidos.

El I Congreso sobre las relaciones UE y CELAC es el “primer paso para estrechar lazos” con esta región para avanzar en las relaciones comunes de ambas regiones en materias como el fortalecimiento de la relación estratégica y regional, lucha contra el cambio climático, salud, migraciones, seguridad, gobernanza, lucha contra el crimen, investigación o seguridad alimentaria.

Para Jáuregui es clave crear un “plan económico y financiero, así como alianzas público-privadas para crear un plan de infraestructuras para Latinoamérica, apoyado en un sistema financiero europeo”, destacó Jáuregui. Para el presidente de la Fundación Euro-América, es fundamental la constitución de un mecanismo de diálogo permanente, para converger en un programa geopolítico que modernice y consolide de las relaciones entre ambas regiones.

Por último, el decano de la Facultad de Ciencias Jurídicas y Económicas y la Facultad de Criminología, José Manuel López Jiménez, puntualizó que este Congreso ha servido para recordar que España es un “socio estratégico significativo en las relaciones y la comunicación entre ambos territorios”. “La Universidad es una institución que ayuda a promover el conocimiento y la reflexión crítica del mundo que nos rodea, para abordar no solo ámbitos teóricos sino que se trasladen a una manera práctica a la ciudadanía”, señalan.